Explosión de contagios en la Sierra durante la tercera ola: entre el efecto Navidad y la cepa británica
Entre el 22 de diciembre y el 2 de febrero, Collado Villalba ha visto cómo la incidencia de Covid-19 se multiplicaba por seis, con un 57% de contagios asociados ya a la variante inglesa del coronavirus.
El último balance de la situación epidemiológica dejaba a Collado Villalba como el municipio de más de 50.000 habitantes con mayor tasa de incidencia en la Comunidad de Madrid, por encima de Aranjuez. Frente a la tendencia a la baja en otras localidades, la tercera ola parece no haber tocado techo todavía entre los villalbinos (o, de haberlo hecho, habría sido esta semana), donde la incidencia vuelve a subir hasta 1.747,83 (casi seis veces más que hace un mes y medio), lo que ha hecho que las restricciones de movilidad se hayan prolongado una semana más, al menos hasta el 15 de febrero.
La cifra más alta está de nuevo en la ZBS “Sierra de Guadarrama”, en donde la incidencia, según el informe de este martes, se disparaba hasta 2.129,34 (la semana anterior estaba en 1.846,74). Desde el lunes 25 de enero el cierre perimetral afecta a toda la localidad, como ya ocurrió durante la segunda ola.
Collado Villalba: la incidencia se multiplica por seis
Desde mediados de diciembre, Collado Villalba viene sufriendo una auténtica explosión de contagios, brote incluido en el Centro de Salud de la Estación, pasando de una incidencia de 322 casos por 100.000 habitantes el 22 de diciembre, en vísperas de Navidad, a los casi 1.748 de este 2 de febrero. Un crecimiento exponencial que podría tener que ver con una mayor interacción y al aumento de las reuniones familiares y encuentros de carácter social durante las Navidades, pero muy probablemente también con una nueva variable: la cepa británica, que en la Comunidad de Madrid ya estaría asociada hasta a un 20% de los contagios, con una presencia que podría ser aún mayor en el ámbito de la Sierra.
Así lo explicaba el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, en la habitual rueda de prensa de los viernes para actualizar la situación epidemiológica en la región, donde ha señalado que un 57% de los positivos estudiados en las zonas básicas de salud de Collado Villalba estarían vinculados a la variante procedente del Reino Unido. Algo similar ocurriría en Moralzarzal, donde esa cifra alcanzaría el 50%. También en esta localidad se ha registrado un incremento muy importante en la tasa de incidencia, de 233 el 22 de diciembre a los 975 de este martes, si bien el pico se marcó la semana pasada, con 1.013. Sin embargo, en este caso la Comunidad de Madrid no ha decretado restricciones de movilidad, desoyendo la petición realizada hace unos días por el Ayuntamiento.
Unas medidas adicionales que sí afectan a otros municipios de la zona, caso de El Boalo, Navacerrada, Cercedilla, Los Molinos y Hoyo de Manzanares, mientras que el cierre perimetral se levanta a partir del lunes 8 de febrero en Collado Mediano y Torrelodones. En esta segunda localidad la situación se empezó a descontrolar a mediados de diciembre a partir de un brote derivado de un cumpleaños que se celebró sin cumplir con las normas de seguridad decretadas ante la pandemia. Fue entonces cuando la incidencia comenzó a dispararse, hasta llegar a 1.054 el 19 de enero. A partir de ahí empezó una bajada que se ha consolidado esta semana, quedándose en 616, que de hecho es uno de los mejores datos en nuestro ámbito de cobertura. También se decretaron restricciones de movilidad semanas atrás en la zona básica de Las Matas, perteneciente a Las Rozas, medidas que se levantaron el pasado lunes ante la positiva evolución de los contagios.
Incrementos de hasta el 1.800%
En el análisis de la evolución de la Covid-19 en la Sierra y la zona Oeste resultan especialmente llamativos los casos de Navacerrada o Cercedilla, con incrementos de un 1.800 y un 1.040% respecto al 22 de diciembre. En ese último informe antes de Navidad, la tasa de incidencia en Navacerrada estaba en mínimos (100), para emprender una continua escalada a partir de ese momento en las semanas sucesivas: 336 (29 de diciembre), 404 (5 de enero), 707 (12 de enero), 1.380 (19 de enero) y 2.120 (26 de enero), techo de la tercera ola. Ya este martes se apreció una ligera bajada, hasta 1.918, que podría ser mayor en el informe del próximo martes de confirmarse la tendencia que apunta la incidencia acumulada a 7 días.
También Cercedilla ha experimentado una evolución muy parecida (de 142 a un pico de 1.822, para iniciar el descenso esta semana, cuando se quedó en 1.623), mientras que en Becerril de la Sierra la situación de partida era peor (333), disparándose hasta 2.118, principalmente como consecuencia de un trágico brote -asociado de nuevo a la cepa británica- en una residencia, que ha provocado la muerte de 12 mayores y que dejó contagiados a todos los residentes y trabajadores del centro (en total, 65 personas). Precisamente en esta localidad se iniciaba el miércoles un cribado masivo de la población con test de antígenos, que este viernes también se están desarrollando en Collado Mediano y que días atrás se llevaron a cabo en Torrelodones con el objetivo de cortar posibles cadenas de contagios.
Navidad, turismo y mayor interacción
En determinados ámbitos se ha asociado al turismo el incremento exponencial de positivos en estas localidades, principalmente tras las imágenes del puente de diciembre o de las Navidades, cuando la M-601 tuvo que ser cortada ante la gran afluencia en el Puerto de Navacerrada, al tiempo que el pueblo recibía un gran número de visitantes. Sin embargo, en otra de las localidades más turísticas de la región, San Lorenzo de El Escorial (segunda más visitada de la Comunidad de Madrid, sólo por detrás de la capital), y aunque también se ha producido un aumento importante en la tasa de incidencia (de 125 a 920, para bajar a 784 en el último informe), este incremento no ha sido en ningún caso de las proporciones registradas en Navacerrada o Cercedilla.
En este sentido, el viceconsejero de Sanidad reiteraba este mismo viernes que, a pesar de las dificultades para la trazabilidad de los contagios, la mayoría estaban asociados a reuniones familiares y eventos sociales, pero no a la hostelería. De hecho, en esa misma rueda de prensa se anunciaba el cierre perimetral de tres municipios del sureste de la región (Estremera, cuya incidencia se sitúa en 3.500, Villaconejos y Camarma de Esteruelas) que, al contrario que Navacerrada o Cercedilla, no tienen un especial potencial turístico y que, pese a todo, también han sufrido este efecto multiplicador en la tasa de incidencia.
Subidas sin excepciones
En cualquier caso, los números confirman que, en mayor o menor medida, el aumento de la tasa de incidencia acumulada se ha hecho extensivo a todas las localidades de la Sierra, sin excepciones, aunque es en los pequeños municipios donde, por sus dimensiones, se puede producir una mayor “distorsión” una vez que se producen brotes de Covid-19, con el pico de contagios entre los días 19 y 26 de enero.
De hecho, la media aproximada en la Sierra y la zona Oeste ha pasado de 265 el 22 de diciembre a los 1.016 de este 2 de febrero. Un mes y medio en los que se ha invertido la situación, ya que si entonces la media estaba 70 puntos por debajo de la regional, ahora está 61 por encima (diferencia que incluso llegó a ser mayor la semana pasada). Dicho de otro modo, el incremento en la Sierra y la zona Oeste ha sido en este periodo de 284%, frente al 185% de la Comunidad de Madrid y el 254% de la media nacional.
Doblegar la curva
Una vez superada esa cumbre, ya esta última semana la tasa de incidencia ha bajado en 12 de los 19 municipios de nuestro ámbito de cobertura (aunque en el análisis estadístico incluimos también otros situados en el ámbito de influencia). Por contra, sube ligeramente en Galapagar o El Escorial, mientras que Robledo de Chavela y Valdemorillo son estos momentos las únicas localidades con una IA por debajo de 600.
Como decíamos, la evolución a siete días parece presagiar un nuevo descenso en los próximos días, aunque las cifras continúan en todo caso en niveles muy altos, por lo que la situación sigue siendo especialmente frágil, a la espera de que se consolide este cambio de tendencia que permita doblegar una tercera ola que ha golpeado de forma notable a los municipios de la Sierra.
* Agradecimientos: a Luis Osuna, por la elaboración de los gráficos y comparativas que acompañan esta información.