Cristian Martín, alcalde de El Escorial: «Me siento orgulloso de ser un joven ocupando un cargo de responsabilidad»
El pasado 16 de septiembre se cumplió un año de la llegada a la Alcaldía de El Escorial de Cristian Martín (PSOE), tras prosperar la moción de censura contra el PP, convirtiéndose así -entonces con 30 años, ahora ya suma 31- en uno de los regidores más jóvenes de la región. De juventud, logros y retos pendientes habla en esta entrevista, dentro de la sección «Nuestros alcaldes, de cerca», por la que también han pasado Carlota López Esteban (San Lorenzo de El Escorial) y Juan Carlos Rodríguez Osuna (Moralzarzal).
Se acaba de cumplir un año desde que llegaste a la Alcaldía. ¿Te ha cambiado mucho la vida en este tiempo?
Evidentemente. De tener tiempo y disponibilidad para organizar mis planes personales he pasado a dedicar práctivcamente todo el tiempo de mi vida a este cargo. He tenido que sacrificar algunas de mis pasiones, como el deporte o mi vida personal, en cuanto a disfrutar más tiempo con mi familia y mis amigos, pero en ningún caso me siento defraudado, porque estoy cumpliendo el sueño que tenía desde pequeño de ser alcalde de El Escorial. Creo que no hay nada más bonito que representar a tus vecinos.
En el caso del Deporte, al asumir directamente esta concejalía, al menos puedes mantener el contacto directo con los clubes…
Sí, porque además en El Escorial hay un tejido deportivo enorme, con los clubes, las escuelas y una oferta de actividades muy importante. Personalmente, me gusta pasar muchas tardes en el polideportivo. Soy usuario del gimnasio municipal, practico pádel, juego al fútbol y todo el tiempo libre que tengo a priori, aunque muchas veces acaba no siéndolo porque surgen otras cuestiones, lo dedico al polideportivo, con la suerte que tengo de que existen muy buenos técnicos que me ayudan a llevar adelante este trabajo y a seguir respaldando a nuestros clubes.
Hace unos días, al hacer balance de este primer año, destacábais que es un Gobierno joven, con un alcalde de 31 años y una número dos, Tamara Ontoria, de 34. ¿Crees que todavía hay a quien le choca que un recién estrenado treintañero esté al frente del Ayuntamiento?
Aún existen muchos prejuicios a la hora de ocupar cargos de responsabilidad. Uno de ellos es por ser una persona joven, pero también está claro que lo que aporta la juventud para desempeñar estos cargos es muy importante. Te aporta ilusión, un sobreesfuerzo que a lo mejor con una edad avanzada no puedes dar… Implica también la posibilidad de dedicar más tiempo y de tener proyectos más a medio y largo plazo. Es verdad que somos personas jóvenes, pero yo llevo viviendo en este pueblo desde que nací. Tengo una experiencia y conocimiento suficiente de cuáles son los proyectos que queremos desarrollar. Además, y lo digo claramente, me siento orgulloso de ser una persona joven ocupando un puesto de responsabilidad, porque creo que a la gente joven le han faltado esas oportunidades para ocupar este tipo de cargos, pero desde la perspectiva de la ilusión y las ganas se pueden obtener grandes resultados, y eso es lo que creo que estamos consiguiendo.
Esa juventud permite tener una visión diferente y acercarse a los problemas de la población que a menudo está desconectado de la política?
Ese precisamente es uno de los problemas que ha tenido este pueblo, que no se han ofrecido oportunidades para la gente joven. De trabajo, de ocio, de formación… Y eso es algo que me propuse cambiar desde el primer día. Escucho directamente a los jóvenes y dedico gran parte de mi tiempo a ofrecer soluciones a sus problemas, para que encuentren oportunidades aquí y no tengan que irse a vivir fuera. Estamos creando empleo, con un nuevo portal de empleo digital, y hemos dinamizado la localidad cultural y deportivamente. El ejemplo está en las fiestas de San Bernabé o en las múltiples actividades culturales y eventos deportivos que se han realizado.
Cuando llegaste a la Alcaldía, ¿qué era lo primero que tenías en mente?
Había muchos problemas y errores de la gestión pasada que teníamos que corregir, pero una de las principales motivaciones por las que accedí al cargo es la vocación de servicio público, solucionar los problemas de forma directa, cercana y natural. Problemas enquistados o desatendidos, y eso es algo que me propuse solucionar. Por eso creamos la Concejalía de Guardia y por eso hemos aprobado recientemente el Reglamento de Participación Ciudadana e incluiso ofrecí a los vecinos mi número de teléfono institucional. Y luego por supuesto estaba el reto de hacer una política completamente diferente.
Tras prosperar la moción de censura, teníais poco tiempo para poner en marcha este proceso, apenas un año y medio…
Entramos justamente a 17 meses de que terminase la legislatura. En este tiempo se han realizado muchas cosas, pero lo que estamos haciendo también es sentar los pilares de la transformación política, cultural y urbanística que necesita El Escorial para los próximos años. Es un proyecto que requiere continuidad, que se enfoca al medio y largo plazo, y como tal necesitamos una legislatura de cuatro años. Es fundamental que no demos un paso atrás.
Y ahora, de cara a los pocos meses que quedan hasta las elecciones municipales, ¿cuáles son los principales retos pendientes?
Además de solucionar problemáticas urbanísticas importantes en el municipio, como las de Montencinar o los Alcores, es muy importante también emprender el Centro Cívico de Los Arroyos, que se encuentra en revisión de proyecto, o la rehabilitación del polideportivo, para que sea adecuado a las necesidades de los usuarios; seguir protegiendo nuestro entorno y recuperando caminos públicos que habían sido usurpados; continuar creando empleo, más de 300 vecinos han encontrado trabajo en este tiempo; y también algo muy importante como es rehabilitar el parque de La Manguilla. Próximamente se van a realizar obras de adecuación del auditorio y posteriormente estamos preparando un plan de actuación, con nuevo mobiliario o mejoras en la iluminación, para que este parque luzca como se merece tras 14 años de olvido por el PP. Y por último, seguimos trabajando en reforzar las plantillas municipales y en dignificar los derechos laborales, ahí está el ejemplo de la Policía Local o de las trabajadoras de limpieza de los edificios municipales, para tener un personal motivado y comprometido con su pueblo.
Dos cuestiones que continúan esperando soluciones son las de la estación de Cercanías y el túnel de la avenida de los Reyes Católicos. ¿En qué situación se encuentran?
Empezando por la estación, es necesario garantizar la accesibilidad, y de hecho estamos cercanos a firmar un convenio de colaboración con RENFE y ADIF, que nos va a comprometer a un pago de aproximadamente un millón de euros, 25% del total de la obra, que va consistir en la sustitución del actual ascensor por uno nuevo, la colocación de escaleras mecánicas, el arreglo de los andenes, la impermeabilización de la estación y también la creación de una sala especial de viajeros, además de arreglar los accesos. Esto es algo que creo que vamos a poder firmar el próximo mes, porque se nos va a presentar el proyecto de inmediato, y luego habrá que seguir los ritmos de la administración para acometer las obras cuanto antes. Respecto al túnel de Reyes Católicos, estamos buscando la manera de acometer de urgencia una obra no sólo de remodelación del paso inferior, sino sobre todo para garantizar la accesibilidad y seguridad en la zona, porque es una obra fallida, un auténtico despilfarro que costó a los vecinos y vecinas cerca de 300.000 euros, que el PP realizó deprisa y corriendo con motivo de las elecciones municipales, derivando en problemas continuos que queremos corregir lo antes posible.
¿Te ha sorprendido el funcionamiento en el día a día del pacto entre PSOE y Unidas El Escorial, especialmente teniendo en cuenta los roces que hubo entre ambas formaciones en el inicio de la legislatura?
Sí, estoy muy orgulloso de su funcionamiento. El equipo de Gobierno está muy cohesionado, con una comunicación diaria, continua y constante. Compartimos retos y proyectos, con un programa que estamos cumpliendo ya en un gran porcentaje y que queremos seguir impulsando. No renunciamos a nuestra ideología, pero es un proyecto inclusivo que representa a la mayoría de vecinos y vecinas de El Escorial. Hace un año dije que quería ser el alcalde de todos y todas, y eso es lo que estoy intentando, sin ningún ánimo sectario y sin generar redes clientelares, sino mirando por la mayoría.
Si echas la vista atrás a lo que has vivido en este tiempo, ¿de qué guardas un mejor recuerdo?
Hay muchos, porque me he encargado de recorrer metro a matro nuestro municipio, pero sí que me gustaría señalar un acto muy especial y emotivo, que además coincidió con un momento complicado por el fallecimiento de una familiar, y fue el nombramiento del polideportivo municipal Patricia García. Que pueda llevar el nombre de una gran deportista olímpica y vecina de nuestro pueblo, además de la amistad que tengo con ella, es un orgullo. Es el polideportivo en el que se ha criado, en el que dio sus primeros pasos como deportista, y qué mejor manera de reconocérselo que dándole su nombre. Y además es que ella, tanto en su trayectoria deportiva como en la ONG que lidera, luce orgullosa la bandera de El Escorial en todos los lugares del mundo, como también lo hace el Club de Atletismo Las Ardillas, el club de fútbol, el de baloncesto, el de floorball, etc.
Más allá del despacho de Alcaldía, ¿a qué rincón de El Escorial se escapa Cristian Martín cuando quiere desconectar?
Me gusta mucho pasear y montar en bicicleta. Lo hago rutinariamente, por el parque de La Manguilla, hasta la Silla de Felipe II, el Camino de los Ermitaños o por el de las Cebadillas hasta Los Arroyos. Tenemos un entorno privilegiado y hay que disfrutarlo.
Por último, ¿qué película, serio o libro recomendarías?
Estoy intentando ver la última temporada de Juego de Tronos, y en cuanto a libros tengo bastantes pendientes de ller. Uno de ellos es de Sergio Paredes, un escritor local, que se llama “El año del carnero”, y otro es de Jesús Maroto, también vecino. Leo muchos libros de la historia de El Escorial, como el de “Imágenes e Historias”, de Gregorio Sánchez Meco y José Ignacio Cotillo Pérez de Villar; o “Cuando El Escorial olía a chocolate”, que cuenta los inicios de Matías López y cómo puso en marcha esa gran fábrica que ahora ha dado lugar al hermanamiento con Sarria. Me enorgullece mucho aprender de ellos.