Gorrinitos, dulzaineros y bendición de animales: San Lorenzo de El Escorial celebra la arraigada festividad de San Antón
Dice el refrán que hasta San Antón, Pascuas son. Y cuando apenas hace unos días que han terminado las fiestas de Navidad, San Lorenzo de El Escorial retoma su particular calendario festivo con esta arraigada celebración en honor a San Antonio Abad, protector de los animales. Los actos comienzan este sábado 14, a las 11:00 horas, con la petición de donativos en especie a los comercios. La Hermandad parte de Los Soportales (calle Reina Victoria) e irá acompañada de dulzaineros.
El martes 17, a las 11:00 horas, se oficiará la misa solemne en el Santuario de la Virgen de Gracia, dando paso a la procesión del santo hacia la ermita de Los Alamillos, acompañado por hermanos, devotos, caballistas y todos los animales cuyos dueños deseen que sean bendecidos. Al llegar a la capilla se realizará la tradicional subasta de varas para introducir la imagen en la ermita y se invitará a los niños a “gorrinitos”, el dulce tradicional de estas fechas. Ya por la tarde, a las 17:00 horas, en la plaza de la Constitución, tendrán lugar las tradicionales subasta y rifa de las matanzas de los gorrinos que la Hermandad cría para la ocasión. El miércoles 18, en el mismo lugar, se subastarán los cochinillos que no hayan sido reclamados por los premiados en la rifa del día anterior.
La Hermandad, en su tradicional saluda, ha querido recordar especialmente a Juan Díaz Chico, anterior hermano mayor, que falleció apenas unos días antes de la festividad de San Antón el pasado año, así como a Fernando del Moral, también fallecido en 2016 y cuyo último trabajo fue la restauración altruista de la imagen del santo.
Los gorrinitos, un clásico en las pastelerías de San Lorenzo
Por otra parte, no se puede hablar de esta celebración sin hacer mención a los gorrinitos de San Antón, un dulce típico de estas fechas que desde hace unos días se asoma ya a las pastelerías de San Lorenzo de El Escorial. David Muñoz (Panificadora San Lorenzo / El Rumbón), explica que la receta es muy sencilla: la mitad de manteca que de harina, y la mitad de azúcar; luego se añade huevos, sal y ralladura de naranja y de limón. “Ésa es la fórmula que yo he conocido desde hace años y que he visto a distintos artesanos de este pueblo, porque al final uno aprende de los mayores”. A partir de ahí, cada repostero ha podido introducir distintas modificaciones, aunque básicamente la fórmula se mantiene inalterable desde hace años, terminando con un ‘baño París’ (más yema que clara, a lo que se añade un poco caramelo y azúcar glas)
Además, cada uno trabaja con un molde diferente en forma de gorrinín, algo que también tiene su pequeña historia en el caso de la panadería-pastelería que desde hace unos tiene a David como cabeza visible. Cuenta que quiso cambiar el antiguo molde, para lo que encargó uno a un herrero. “Pero me hizo uno muy feo, que parecía más un perro; y aunque San Antón es el patrón de todos los animales, un gorrino es un gorrino”, explicaba, por lo que decidió volver al que desde hace tiempo venía utilizando, más rudo y realizado con el material de los viejos canalones.
De momento, esta semana ya han preparado unos 90 kilos de masa, lo que se traduce en 3.600 gorrinitos aproximadamente, cantidad que irá aumentando a lo largo de los próximos días, sirviendo a la propia Hermandad de San Antón y vendiendo estas pastas tanto en el despacho de la calle Claudio Coello como en la pastelería situada en Juan de Leyva. Sin duda, la manera más dulce de celebrar la fiesta del patrón de los animales.
Enrique Peñas