Declaración ambiental negativa para el macroparque eólico Ágata, situado entre Ávila y Madrid

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) ha hecho pública en el Boletín Oficial del Estado (BOE), de 31 de enero, una declaración de impacto ambiental (DIA) negativa para el Parque Eólico Ágata de 110 MW, con infraestructura de evacuación en Ávila y Madrid.

Este proyecto, impulsado por Green Capital Development 51S, pasaba por la construcción de 19 aerogeneradores de más de 200 metros de altura en terrenos de Peguerinos (Ávila), en el límite entre Castilla y León y la Comunidad de Madrid. De hecho, la evacuación de la energía producida se planteaba mediante la construcción de una línea de alta tensión de más de 30 kilómetros hasta una subestación situada en Galapagar, atravesando parte de la Sierra Oeste y de la Sierra de Guadarrama. El trazado propuesto afectaba a los municipios de Santa María de la Alameda, Robledondo, Colmenarejo, El Escorial, Robledo de Chavela, Zarzalejo y Galapagar, tal como denunciaron distintas organizaciones ecologistas.

Zona protegida por la Red Natura 2000

La zona objeto del proyecto se encuentra colindante o directamente protegida por la Red Natura 2000, con la afección directa a siete zonas ZEC y ZEPA, la IBA 070 El Escorial – San Martín De Valdeiglesias; y afectando igualmente a áreas críticas de distintas especies en peligro de extinción. Igualmente, está situada entre espacios naturales como los Campos de Azálvaro – Pinares de Peguerinos y Pinares del Bajo Alberche, así como los Pinares del Río Cofio o la Cuenca del Guadarrama.

Mapa del trazado de la línea de alta tensión entre el macroparque eólico situado en Peguerinos y la subestación de Galapagar

El proyecto presentado, explican desde Ecologistas en Acción Sierras, reconocía que podría causar la muerte por colisión o electrocución de ejemplares de águila imperial, buitre negro y milano real, así como de otras especies vulnerables como cigüeña negra, aguilucho cenizo y águila real, en porcentajes de probabilidad superiores a un 70%. El estudio de impacto del promotor declaraba que, además, cinco especies de murciélagos catalogadas en «Peligro de Extinción» se verían afectadas de manera drástica por los aerogeneradores y torres ahora desechados.

Una zona de gran riqueza natural

La zona del proyecto, de especial riqueza natural, constituye además el área de campeo, alimentación y planeo de grandes aves que, según indica este informe, se verían sometidas a un impacto no asumible. «El área presenta una de las comunidades faunísticas más ricas, variadas y mejor conservadas de la Sierra Oeste y de la Sierra de Guadarrama, siendo el hábitat de las especies más emblemáticas y protegidas de la zona», subrayan los ecologistas.

El Ministerio, junto con otras dependencias e instituciones administrativas implicadas, como la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid, y organizaciones y asociaciones de todo tipo, han detectado que el proyecto presentado no presenta un análisis sólido de los impactos ni medidas adecuadas para impedir los daños que ocasionaría su implantación.

Rechazo social

De hecho, el proyecto suscitó un gran rechazo social, tanto en la Comunidad de Madrid como en la provincia de Ávila, llegándose a presentar cientos de alegaciones en contra. Por todo ello, concluye el Ministerio, “previsiblemente causará efectos negativos significativos sobre la avifauna y los espacios protegidos, y la documentación adicional aportada por el promotor no es una garantía suficiente de su adecuada prevención, al no resolver la problemática ambiental determinada por su ubicación”.

Ecologistas en Acción Sierras de la Comunidad de Madrid, que presentó alegaciones describiendo los fuertes impactos que causaría la implantación del parque eólico Ágata, muestra su satisfacción por la resolución del Ministerio para la Transición Ecológica y por los informes negativos emitidos por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid.

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