«Nostalgia».- Columna de Félix Alonso, presidente del Colectivo Rousseau de San Lorenzo de El Escorial

Después del excelente ciclo que hemos dedicado sobre cine alemán en la Casa de Cultura de San Lorenzo de El Escorial (con el apoyo del Ayuntamiento, todo hay que decirlo), desde los mas modernos como Christian Petzold, hasta los firmantes del manifiesto Oberhausen, con una peli de mucha actualidad como “El honor perdido de Katherina Blum”, crítica muy precisa de la manipulación de los medios de comunicación, ahora nos toca, como todos los años, hacer un homenaje a Tarkovski en el aniversario de su fallecimiento en París.

En esta ocasión hemos elegido «Nostalgia», una exploradora de los claroscuros de la sociedad occidental. Como siempre, nos habla del tiempo, en este caso del tiempo pasado como fracaso fallido de la historia, y de las posibilidades perdidas, fracaso del hombre como ser capaz de buscarse a sí mismo. «Nostalgia» es una película sobre la memoria, y ya sabemos que no hay memoria sin historia. Cuando en las primeras secuencias se nos ofrece la Madonna del parto, un cuadro de Piero della Francesca, Tarkovski no puede dejar de acordarse de los frescos de Andrei Rublev.

Otros tiempos

Cuando observo los muñecos (los llamaremos «Belén Pardito») que se despliegan en estas fechas a lo largo del centro del pueblo, no puedo por menos que acordarme del Belén que se ponía en la plaza y que promocionaba la “Peña El Chupetín” (ideología de la época). Allí nos saludábamos los gurriatos. Feliz Año Nuevo, señor Félix (le decían a mi padre); próspero Año Nuevo, contestaba él. Ahora no podemos pasear, la plaza está invadida y no pueden jugar los niños. Eso sí, las colas de la churrería dan la vuelta al mercado.

En la presentación del libro «Caridad», en la librería Rafael Alberti, la conocida mundialmente directora de teatro Angélica Liddell nos dijo que esa obra había sido ensayada en nuestro pueblo y que después había viajado a representarse en el Festival Temporada Alta de Girona, y allí finalizó su recorrido, pues está inédita en el resto de España. Seguro que su estreno en el Auditorio sería un éxito de público joven y de prestigio internacional (no puedo adelantar que ese público hiciera cola en la churrería).

Alguna vez habrá que buscar una alternativa al denominado Belén-Pardito, quien por cierto en una proyección que nos ofreció la asociación Imagina Escorial, nos confesó que todos los que participaron en el primer proyecto “eran rojos”. Con todos mis respetos, podían habernos dejado otro legado.

Félix Alonso, presidente del Colectivo Rousseau de San Lorenzo de El Escorial

Send this to a friend