Marco, a la espera de un perro de asistencia que se convierta en su mejor aliado
La familia de este niño con autismo recauda fondos con la venta de un calendario a beneficio de la asociación DogPoint con el objetivo de acceder a un perro de servicio para menores con TEA. "Sería muy beneficioso para él, no sólo en cuanto a su desarrollo, sino a nivel emocional", explica Silvia, madre de este pequeño y vecina de San Lorenzo de El Escorial.
Marco acaba de cumplir dos años, aprendió a andar hace tres meses y tiene un juguetón pelo rizado. Sus padres, Silvia e Iván, son una pareja de San Lorenzo de El Escorial que se encontraron con al que al pequeño le diagnosticaron este verano trastorno del espectro autista (TEA). Un acontecimiento que te cambia la vida para siempre, pero ante el que decidieron no quedarse quietos. “A raíz de eso nos pusimos a buscar terapias y cualquier cosa que fuese beneficiosa para potenciar su desarrollo neuronal; vimos que había terapias con animales, y no sólo eso, sino que existían perros de asistencia, como los de la ONCE, pero en este caso específicos para niños con autismo”, explica Silvia.
Entre tanto, Marco se ha sentado tranquilamente en la Lonja del Monasterio; a su lado está “Menta”, uno de los perros de DogPoint, una asociación sin ánimo de lucro especializada en el adiestramiento, acoplamiento y seguimiento de Perros de Servicio para Niños con TEA (PSNA). Tras superar una entrevista, ahora están en lista de espera junto a otras 10 familias para recibir uno de estos perros. Hasta que llegue ese momento, recaudan fondos para ayudar a la asociación a través de la venta de un calendario benéfico en el que aparecen algunos de los niños -y por supuesto también los perros- con los que trabaja DogPoint, y del que Marco es la portada.
“Vemos que le gustan mucho los animales, y de hecho socializa más con ellos que con las personas, así que pensamos que tener al perro va a ser beneficioso para él, ya no sólo en cuanto a su desarrollo, sino a nivel emocional”, señala la madre del pequeño, al que llevan a terapia cuatro días por semana, trabajando con él “todo lo que podemos para que vaya consiguiendo lo máximo posible, porque va mucho más lento que otros niños de su edad”.
Es aquí donde estos perros de asistencia pueden jugar un papel fundamental, subraya Olivia De Matteis, responsable de DogPoint: “Hay familias que nos dicen que han logrado cosas que eran impensables, como que su hijo haya pasado de dormir solo tres horas a dormir siete”, mejorando sensiblemente los problemas para conciliar el sueño que sufren buena parte de los menores con autismo.
“Esto no es magia, y hay veces que cuesta más que otras, pero siempre está detrás el trabajo de nuestros profesionales y voluntarios”, añadía, dentro de un proceso en el que los perros -fundamentalmente labradores- están durante su primer año con familias educadoras, descartando que puedan tener displasia, para luego empezar un entrenamiento específico que se prolonga durante varios meses hasta que se entrega definitivamente a una familia para apoyar a un niño diagnosticado con autismo. Sin embargo, no acaba aquí la relación, puesto que desde la asociación realizan un seguimiento durante 10 años, pendientes de la evolución, con el fin de conocer las posibles necesidades y las habilidades que es necesario seguir entrenando, estableciéndose un vínculo muy estrecho. “Cuando una familia adopta uno de nuestros perros, pasa a formar parte de la gran familia de DogPoint: las familias azules. Ellas son nuestra razón de ser”, resumen.
Un cambio radical
“Estamos acostumbrados a tener animales, pero en este caso más que un perro es un ayudante, una niñera, todo… porque hablando con otras mamás de la asociación que ya tienen sus perros, comentan que los niños han experimentado un cambio radical. Les ayudan en sus crisis. Por ejemplo, ahora porque se aísla un poco de los demás, pero el ruido le podría perturbar, y son niños que tienden a escapar cuando algo sensorialmente no les gusta. Estos perros les anclan y evitan que puedan cruzar solos una calle o que se pierdan”, relataba Silvia.
Reducir y evitar esas conductas de fuga es uno de los principales objetivos de los perros de asistencia, pero además acompañan a los menores favoreciendo la autorregulación, mejorando los patrones de sueño, estimulando la comunicación y facilitando la relación del niño con su entorno, de modo que reducen las crisis sensoriales y la frustración, dando a toda la familia una mayor seguridad para hacer actividades que de otra forma difícilmente se podrían plantear.
DogPoint es la única entidad en España que se ha especializado en Perros de Servicio para Niños con TEA, desarrollando un proyecto que tiene en cuenta las circunstancias especiales de las familias con niños diagnosticados con trastorno del espectro autista, cuyas necesidades son muy determinadas. En 2019 entregaron seis labradores a otras tantas familias, a los que en breve se sumarán otros 10 correspondientes a este año, y en 2021 esperan poder llegar a 15. Entre ellos, Silvia e Iván confían en que pueda estar el perro que se convierta en el mejor aliado de Marco.
¿Dónde encontrar el calendario solidario de DogPoint?
En San Lorenzo de El Escorial hay tres puntos de venta: Tienda Iberoapícola (calle San Antón, 12), Peluquería Mímate (c/ Duque de Alba, 3) y Mantequería Florida (c/ Floridablanca, 36); uno en Valdemorillo: Soro’s Peluqueros (Travesía de las Fraguas); y dos más en Collado Villalba: Papelería Pegaso (calle Isla Lobeira, 3) y Carnicería Cándido (c/ Isla Lobeira, 15). Además, a través del perfil en instagran marcoteaysumundo y en la web dogpoint.es.