Empiezan las obras para convertir el antiguo colegio de Los Molinos en un moderno Centro Cultural
El viceconsejero de Administración Local, José Antonio Sánchez, y el alcalde, Antonio Coello, han comprobado el desarrollo de este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 2,7 millones de euros a través del PIR.

Han pasado 18 años desde que el antiguo colegio Divino Maestro cerró sus puertas ante la construcción de un nuevo colegio público en otra zona de la localidad. Ahora, muchos de los alumnos que cursaron allí sus estudios de Infantil y Primaria, y también sus hijos, podrán disfrutar pronto de un Centro Cultural que promete estar entre los más emblemáticos de la Sierra de Guadarrama, contando con un teatro y espacios versátiles para desarrollar distintas actividades. El edificio conservará además su fachada y la cubierta de pizarra, integrándose en el conjunto de la plaza situada entre las calles Real, Faisán y Vaquerías.
El viceconsejero de Presidencia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, José Antonio Sánchez, ha visitado hoy Los Molinos para conocer la evolución de las obras de construcción de esta infraestructura, que cuentan con un plazo de ejecución de un año y un presupuesto de 2,7 millones de euros, con cargo al Plan de Inversión Regional (PIR). Así, se están llevando a cabo tareas de desescombro y la edificación de la nueva estructura del edificio.

Amplio, moderno y accesible
El proyecto STOA, ganador del concurso de ideas que convocó el Ayuntamiento, contempla un inmueble más amplio, moderno y accesible, cuya fachada principal se convertirá en el emblema del renovado edificio. Para ello, se conservará la cubierta original de pizarra del colegio, incorporando ligeras mejoras funcionales que respetarán su aspecto característico. Una vez remodelado, el futuro Centro Cultural albergará en la planta baja una sala polivalente, una recepción, un atrio divisible en varios espacios y diversas áreas técnicas. En la primera plan estarán la parte administrativa, despachos y cinco estancias versátiles.
Tras la visita, el viceconsejero ha destacado que con este proyecto “vamos a dar una segunda vida a este edificio público en Los Molinos para disfrute de todos los vecinos”. Además, ha recordado que “el Gobierno autonómico sigue trabajando para dotar a todos los municipios de más y mejores servicios públicos e infraestructuras de calidad en beneficio de los madrileños”.
Un orgullo para todos los molineros
«Somos conscientes de que el alcalde y toda la Corporación estaban ansiosos de que por fin se iniciará una obra que se pidió en el anterior Plan de Inversión Regional y que por diversos problemas se ha ido retrasando, juntando ahora esa cantidad con la del nuevo PIR para mantener este edificio histórico, pero a la vez hacer una gran Casa de la Cultura, como merecen los vecinos de Los Molinos. Es un proyecto emblemático que creo que va a ser del gusto de todos», subrayó José Antonio Sánchez.
Por su parte, el alcalde, Antonio Coello, señaló que «va a ser un orgullo para todos los molineros que en algún momento temieron que ese edificio que añoraban tanto podía caerse, y ahora lo vamos a convertir en un Centro Cultural, además de que esta plaza va a ser el epicentro de la actividad cultural en el pueblo». Además, el regidor avanzó que la intención del Ayuntamiento es emplear el dinero restante del PIR en el acondicionamiento del espacio que actualmente se utiliza como Escuela de Música, así como un Aula de Mayores, para crear un Centro de Mayores y uno de Juventud, «que aunque tendrán una puerta de separación, estarán unidos, porque queremos hacer algo que sea intergeneracional». «Este complejo, que estaba bastante devaluado, va a convertirse en un emblema de Los Molinos», concluyó Antonio Coello.
Un edificio actualizado para fusionarse con el exterior
El nuevo Centro Cultural de Los Molinos, resultado del concurso de ideas convocado en 2018, contará con varias aulas donde se desarrollarán los diferentes talleres municipales y clases de la Escuela Municipal de Música, así como con un teatro con capacidad para 150 butacas.
Con esta actuación, indican desde el Ayuntamiento molinero, el principal objetivo pasa por «actualizar y adecuar el edificio a las necesidades del presente». Por esa razón, el proyecto se concibe como «un proceso abierto y versátil, que no rehúye el pasado reciente, sino que trabaja con lo existente». Se apuesta por la creación de unos espacios, que, a la espera de su ocupación espontánea, serán activados por los propios usuarios.

El resultado pretende ser un espacio capaz de traspasar los límites de cada sala, fusionándose con el exterior, y así, generar un entorno de relación para la integración social y el aprendizaje colectivo. «La obsolescencia a la que se ha visto abocada este edificio es evidente. Este enclave, estratégico dentro de Los Molinos, tiene que ser capaz de incorporar los aspectos esenciales de lo que hoy día conocemos como lo público, lo urbano. La transparencia, la participación, la sostenibilidad o la innovación han de mezclarse con el valor cultural que el propio lugar tuvo en su día, y juntos, constituir un agradable espacio urbano al servicio del municipio», indican.
