Crisis en Unidas por Galapagar: Podemos acusa a IU de «sectarismo» y afirma que llevaba meses actuando al margen de la coalición
Podemos y Cambiemos han salido al paso del anuncio de Galapagar en Común – Izquierda Unida de abandonar la confluencia Unidas por Galapagar, decisión que supone que la número dos de la coalición, Celia Martell, pasará a formar parte del grupo mixto. Frente a las críticas de IU, que denunció el «sistemático incumplimiento de las formas adecuadas, tras haber sufrido nuestro grupo y nuestra concejala actitudes intransigentes y de desprecio por parte de los miembros de ese espacio político y de la concejala de Podemos, Raquel Almendros», la formación morada asegura que se trata de «un duro golpe no solo a la tan necesaria unidad de la izquierda, sino también para toda la ciudadanía de nuestro municipio que se siente identificada con valores progresistas».
«Era una salida anunciada desde hace mucho tiempo . Fueron muchas las reuniones, discusión del nombre y del programa electoral municipal y del sistema organizativo y forma de elaborar las listas los que hicieron falta antes de las últimas elecciones municipales para finalmente poder poner en pie la candidatura de Unidas por Galapagar. Creímos entonces haber vencido las reticencias, temor a perder su propia identidad, prejuicios y sectarismo de las compañeras y compañeros de IU-Galapagar en Común que participaron durante casi un año en esas asambleas conjuntas de las tres fuerzas políticas. Pronto pudimos comprobar que la unidad no era sólida como creíamos», señalan Podemos y Cambiemos en un comunicado.

«La asamblea de Unidas por Galapagar decidió democráticamente que sería la propia asamblea de las tres fuerzas quien supervisaría periódicamente el trabajo de las dos concejalas, discutiría y consensuaría las propuestas a llevar al Pleno y cualquier otra actividad» en nombre de la confluencia, prosiguen, añadiendo que «pronto se comprobó que IU-Galapagar en Común no terminaba de asumir que formaba parte de una coalición y que tampoco ejercía la portavocía«. «La falta de asistencia de la concejala y las y los militantes a las asambleas de Unidas por Galapagar donde debían discutirse y decidirse la política a llevar a cabo por parte de las dos concejalas fue en aumento», aseguran, subrayando que IU «se empeñó en presentar unilateralmente en el Pleno propuestas que ni siquiera se habían planteado previamente ante los otros dos socios de la coalición, por lo que de hecho su concejala pasó a actuar solo en nombre de su propia formación política».
«Esto llevó a que en muchos casos la concejala de IU-Galapagar en Común propuso y votó incluso en el Pleno propuestas contrarias a las que democráticamente habían adoptado las otras dos formaciones de la coalición en asamblea, a la que ella decidió no asistir», aseguran, para indicar que «en un último intento por salvar la coalición las dos formaciones que firmamos este escrito propusimos un nuevo acuerdo de funcionamiento interno que consistía en hacer un reparto entre las dos concejalas de las preguntas y mociones a presentar en el Pleno, previa discusión y acuerdo en la asamblea conjunta».
«Inseguridad política»

Sin embargo, afirman que «a la vista de la inseguridad política que generaban a Unidas por Galapagar las intervenciones de la concejala Celia Martell en el Pleno, la portavoz de nuestra coalición, Raquel Almendros, dejó de compartir los turnos de su portavocía con ella, como venía haciendo hasta el momento, por recomendación de la propia asamblea». Esto motivó, prosiguen desde Podemos, que la edil Celia Martell comenzará a presentar mociones, enmiendas y otras iniciativas «que estaban fuera del programa conjunto que trabajamos antes de las elecciones, sin informar siquiera a la asamblea o a la portavoz del grupo municipal».
Una situación que Podemos califica como «insostenible», si bien indica que no lo hicieron público antes porque entendieron que «lo último que necesitaban las personas que votaron a Unidas por Galapagar era que denunciáramos en medios de comunicación y redes sociales los problemas internos de la coalición». «Preferimos seguir haciendo una oposición constructiva al gobierno municipal, trabajando y presionando para que salieran adelante las ayudas sociales a la ciudadanía más afectadas por la pandemia o impulsando el banco de alimentos municipal».
Aseguran igualmente que «se intentó que hubiera una mediación entre IU Madrid y Podemos Madrid que ayudara a recuperar la coalición, pero tampoco quisieron concretar fecha para la reunión». «Desgraciadamente, se ha demostrado que IU-Galapagar en Común ha utilizado la coalición políticamente para asegurarse representación en el Pleno, pero no ha aceptado trabajar en equipo con las otras dos fuerzas políticas», añadían, considerando finalmente que Celia Martell «debería abandonar su acta de concejal, ya que su cargo lo consiguió como candidata de la coalición Unidas por Galapagar». «Utilizar su cargo no para representar a la coalición, sino a IU Galapagar, o un sector de esa formación, sería a nuestro entender un fraude a las ciudadanas y ciudadanos», concluyen.
