El gran día de Tasio Greciano, rodeado de leyendas amigas para homenajear a su familia

El mítico ciclista de Galapagar se rodeó de figuras como Perico Delgado, Carlos Sastre, Ángel Arroyo, Julián Gorospe o su antiguo jefe, José Miguel Echávarri, en un emotivo acto en La Pocilla de reconocimiento a sus hermanos, Ilu y Amando.

Una hora antes de empezar, el Teatro Jacinto Benavente ya desprende un aroma especial: Tasio Greciano se ha encargado personalmente de engalanar el escenario de fotos, de recuerdos familiares, de su recordada etapa de gran coequipier en el Reynolds, de armar un atrezzo con el máximo cariño y celo, a fin de homenajear a sus hermanos mayores, Ilu y Amando, claves de bóveda en su carrera, los que le ayudaron a comprar su primera bicicleta, la del cuadro soldado artesanalmente en la fábrica de Macario que Ilu, su hermana ya fallecida, compró por 4.400 pesetas para que Tasio se convirtiera en el único ciclista que ha trabajado para tres figuras del ciclismo español pertenecientes a tres generaciones: Luis de Ocaña, Perico Delgado y el Miguel Induráin de los inicios, el que ya apuntaba maneras con su maillot amarillo provisional de la Vuelta a España de 1985, y al que ayudó en su último año en Reynolds, en 1986, cuando regresó junto a su inseparable Perico Delgado procedente del Orbea de Txomin Perurena.

Homenaje a Tasio Greciano

Esa bicicleta con la que empezó todo lució en La Pocilla el pasado 15 de noviembre, tal como quiso Tasio, ante su otro hermano ciclista, Fortunato, ante Daniel, Olga, David y Amando, y sus sobrinos Quique y Susana, a los que entregó al final de todo una placa y un ramo de flores en reconocimiento a lo que hicieron sus padres por el hermano menor: comprarle la primera bici y alentarlo en su camino hacia el panteón del ciclismo español.

Reunión de leyendas

“Yo hubiera querido hacer esto nada más retirarme, pero no pudo ser”, dijo después Tasio, emocionado en el antes, el durante y el después, lleno de orgullo porque no faltó nadie, porque todo salió como había soñado, gracias también a la colaboración del Club Ciclista Galapagar, encabezada por otro emblema de la bici serrana, Mario Claramunt. De los invitados sólo faltó Ángel López del Álamo, ganador de etapa en Peña Cabarga, en la Vuelta a España de 1979, y fue por un tratamiento médico, causa de fuerza mayor.

Tasio Greciano

Todos los demás acudieron dispuestos a dar lo mejor de sí en la Tertulia titulada “Ciclismo de otros Tiempos”, una especie de cajón de sastre abierta a cualquiera de las miles de anécdotas que podrían contar quienes han escrito más de medio siglo de ciclismo español: dos ganadores del Tour de Francia; Carlos Sastre y Perico Delgado; Ángel Arroyo, subcampeón del Tour en 1983; Julián Gorospe, gran dominador de la Vuelta al País Vasco y uno de los grandes ciclistas de aquel Reynolds; el gran jefe, José Miguel Echávarri, quien empezó todo a finales de los años setenta, para acabar ganando siete Tours; y tres históricos como Enrique Martínez Heredia, primer ganador español del Tour del Porvenir y ex seleccionador nacional; Francisco Javier Cedena, ganador de etapa de la Vuelta en el mismísimo Paseo de la Castellana, y Nemesio Jiménez, integrante del mítico Kas de Dalmacio Langarica, gregario de lujo del inolvidable José Manuel Fuente, doble ganador de la Vuelta, escalador de tronío capaz de apurar a Eddy Merckx con cinco triunfos de etapa casi de carril en la montaña del Giro de Italia de 1974.

Homenaje a Tasio Greciano

Las historias afloraron con naturalidad ante los más de 300 espectadores del teatro, entre los que estaban personalidades como Víctor Sastre, padre de Carlos y brillante director de la prolífica escuela ciclista de El Barraco; Juan González, antiguo presidente de la Peña Hijos de Víctor Gil de Collado Villalba, de la que salieron ciclistas como Carlos Verona o José Manuel Maestre; o los galapagueños Sergio Román Martín, actualmente inmerso en la recuperación del grave accidente que le apartó del ciclismo, y Rafa Martínez, la gran promesa que ya gana carreras en amateur en el filial del Caja Rural.

Homenaje a Tasio Greciano

Fueron historias sin un guión preestablecido, precedidas por el emocionante discurso de un Tasio Greciano que también se soltó a contar las suyas. Una de ellas fue la de la mítica cronoescalada al Puy de Dôme, la que ganó Ángel Arroyo por delante de Perico para lanzar al ciclismo español en aquel Tour de 1983. Una subida que habían reconocido todos los equipos salvo, precisamente, el Reynolds. Echávarri, Perico, Tasio, Arroyo y Gorospe contaron cómo fueron a hacerlo la noche anterior a la carrera, con la barrera de la finca cerrada -el Puy de Dôme es un monte particular-, y cómo se abrieron paso entre la multitud de aficionados que habían tomado sitio para la etapa… Contaron cómo negociaron su paso con un repartidor del bar que hay en la cima, con la ayuda del relaciones públicas del equipo, Francis Lafargue… Y Arroyo habló de su victoria más grande, la que dio el banderazo de salida a la historia más gloriosa del Reynolds, el equipo de Tasio, el hombre para todo y amigo de todos en la escuadra que ha marcado a fuego nada menos que 40 años de ciclismo español.

Jaime Fresno

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