Unidas El Escorial presenta un programa basado en la participación ciudadana, la transparencia y la lucha contra las redes clientelares

Participación ciudadana y transparencia son los dos grandes ejes del programa de Unidas El Escorial para las elecciones municipales del 26 de mayo, que fue presentado el pasado sábado en un acto celebrado en el restaurante La Parrilla. Antes de desgranar los puntos más importantes, el actual edil de Izquierda Unida y número dos de este proyecto de confluencia -que reúne a Podemos, IU, Ahora El Escorial y Equo-, Demetrio Garrido, recordó que el trabajo para llegar a esta coalición comenzó hace un año, con el convencimiento de que era la única manera de que pueda gobernar “un grupo de izquierdas”. 

Tamara Ontoria, con Demetrio Garrido y Pablo Gil en la presentación del programa de Unidas El Escorial / Fotografías vía Facebook

Después, la candidata a la Alcaldía y concejala de Ahora El Escorial, Tamara Ontoria, indicó que el primer punto en común de las formaciones que participan en esta confluencia es “la necesidad de cambio en El Escorial”, tomando como punto de partida el trabajo realizado los últimos cuatro años desde la oposición, con numerosas iniciativas conjuntas. En este sentido, Ontoria señaló que es necesario actuar con “generosidad, empatía y humildad para acercarse a las preocupaciones de los vecinos”, de manera que esto permita “hacer nacer un espíritu de justicia social”.

La cabeza de lista de Unidas El Escorial, que destacó la gran acogida del acto -con la asistencia de unas 100 personas- insistió una vez más en la importancia de la “transparencia en la gestión, para que la participación sea una realidad, además de que esto ayuda a poner freno a la corrupción”. Igualmente, Tamara Ontoria hizo referencia a la necesidad de gobernar desde la “tolerancia, el respeto y el debate”, rechazando liderazgos “supremacistas” y unipersonales.

Una de las primeras medidas que adoptaría Unidas El Escorial, aseguró, sería la reducción de sueldos de los concejales, de manera que en ningún caso puedan superar dos veces el Salario Mínimo Interprofesional (actualmente fijado en 900 euros). “No entendemos la política como un medio de vida, ni como un elemento para crear redes clientelares, sino como una herramienta de cambio”, subrayó. Además, planteó la firma de “un código ético que vincule a todos los miembros del gobierno”, con el fin de erradicar “cualquier comportamiento clientelar o de nepotismo”. En esta misma línea, apostó por la celebración de un pleno extraordinario en el ecuador de la legislatura “en el que los ciudadanos podrían tener voz para decir si estamos cumpliendo el programa”, con la posibilidad de que, en caso de negligencia, se pudiera plantear una moción de confianza.

Más allá de estas líneas generales, el programa de esta candidatura de confluencia para el 26-M se concreta en medidas como la elaboración de unos presupuestos participativos, con una partida específica de 100.000 euros anuales para poner en marcha los proyectos que decida la ciudadanía (votación en la que se podría participar a partir de los 16 años, según explicaron); la descentralización municipal, con atención a todos los núcleos de la localidad; la reversión de la privatización en distintos servicios municipales, como en el caso del polideportivo; un mayor aprovechamiento de la Casa de Cultura; más propuestas de ocio para los jóvenes; atención específica a los mayores; la apuesta por políticas de transición energética; el desarrollo económico enfocado al comercio y al turismo, con la puesta en valor del patrimonio de El Escorial; distribución más justa de las becas escolares, favoreciendo a las familias más necesitadas; políticas de bienestar animal -eliminando las subvenciones municipales a aquellos actos en los que exista maltrato animal- y el feminismo como eje vertebrador, con iniciativas como la creación de una Casa de la Mujer o de un Punto Violeta para reforzar la lucha contra la violencia de género. 

Urbanismo: de Navalquejigo al Ensanche, pasando por Prado Nuevo

Dentro de la presentación del programa, hubo un espacio importante para hablar de urbanismo y ordenación del territorio, en donde Eugenio García indicó que el PP “promete ahora lo que no ha hecho las tres últimas legislaturas, a pesar de que la Comunidad de Madrid también ha estado gobernada por el Partido Popular”. En este sentido, reclamó “prudencia”, pero también “diálogo con los vecinos y las entidades colaboradoras” -como en el caso de Montencinar-, así como “determinación para que el Canal de Isabel II y la Comunidad terminen las obras pendientes en estas zonas”. Abogó igualmente por “recuperar el centro histórico de Navalquejigo, que es una joya histórica”, en una ecuación en la que se debe tener en cuenta, señaló, el papel de quienes han ‘okupado’ las viviendas desde hace años, contribuyendo a su conservación. 

Otro reto pendiente, prosiguió, es del desarrollo del Ensanche, con un consorcio urbanístico que “no ha funcionado”. “No hay disculpa porque haya habido crisis inmobiliaria y económica, ya que está creado desde el año 2000”, manifestó, lamentando la pérdida de peso del Ayuntamiento en esta entidad, así como el aspecto de “ciudad fantasmal” de este sector. Para su reactivación, indicó, es imprescindible poner en marcha fórmulas que faciliten el acceso a la vivienda de personas con escasos recursos, además de convocar concursos de suelo público en los que se otorgue “prioridad al cooperativismo profesionalizado y no a las sociedades mercantiles con afán de lucro”, además de “potenciar las edificaciones con medidas de eficiencia energética y bioclimática”. Finalmente, señaló que las últimas sentencias han de llevar al Ayuntamiento a cancelar la licencia a la capilla de Prado Nuevo, cuestionando el “ridículo” de que el actual Gobierno haya intentado sostener esta situación con distintos recursos ante los tribunales. 

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