Ronaldo Olivo pulveriza el récord absoluto de Madrid de los 800 metros, que tenía 42 años de vigencia

Ronaldo Olivo, atleta de 16 años del club Las Ardillas de El Escorial, volvió a asombrar a propios y extraños en el Trofeo Ciudad Móstoles, donde debutó en los 800 metros al aire libre con un tiempo de 1:50:93 minutos, pulverizando el récord absoluto de Madrid que databa de 1979. La gran promesa del atletismo serrano ganó la carrera con 32 centésimas de adelanto sobre el corredor del San Sebastián de los Reyes, David Cueje, y de Andrés Rodríguez, de la AD Maratón, dos atletas respectivamente tres y cinco años mayores que el pupilo de Álvaro López Cotillo en Las Ardillas.

La gesta se tradujo además en que Ronaldo pasa a liderar el ranking europeo sub-18 de los 800 metros, y se aúpa a la cuarta posición en la lista mundial del año. El joven atleta, que cumplirá 17 años el próximo 8 de octubre, ya había deslumbrado el pasado mes de marzo bajo techo, estrenándose en la distancia con un espléndido crono de 1:53:98, y batiendo a corredores como Jesús España o Diego Mejía. Coti, su entrenador, aseguró entonces que “yo no había visto un talento así en mi vida”.

Ronaldo Olivo, que cumplirá 17 años el próximo mes de octubre, en una imagen de archivo / RRSS

La tormenta y el relámpago

Ronaldo Olivo, que este año se proclamó además en Barcelona subcampeón de España sub-18 en los 1.500 metros indoor, manifestó en sus redes sociales que “a pesar de la falta de experiencia y complicaciones en la carrera, salió una interesante marca de 1:50:93”. El flamante plusmarquista madrileño de la doble vuelta mostró sus ambiciones de una forma muy peculiar: “Los que me conocen saben que me encanta ser el más imbécil de los imbéciles, pero que tengo mucha prioridad con lo que quiero conseguir. No os voy a mentir: me siento emocionado, pero sé que hay una tormenta esperando su relámpago y creo que podría ser yo. Las cosas están cambiando y realmente tengo mucho miedo de volar de verdad y de dejar muchas cosas atrás, pero me dijeron que yo no soy el que debería temer que siga la luz”.

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