Polémica tras una boda gay en la capilla de la finca El Campillo, en San Lorenzo de El Escorial

El Arzobispado de Madrid ha advertido de que «en ningún caso está permitido realizar un matrimonio civil dentro de un recinto religioso» tras la celebración de una boda el pasado sábado entre dos hombres en la capilla de la Santísima Trinidad (también conocida como de Santa Filomena), situada en la finca El Campillo, en San Lorenzo de El Escorial.

«En ningún caso está permitido realizar un matrimonio civil dentro de un recinto religioso», ha zanjado en un comunicado el Arzobispado, que asegura que no fue informado ni consultado sobre la posibilidad de realizar dicha celebración «siendo un acto unilateral de la finca que tendrá efectos canónicos al respecto».

Imagen de la ceremonia en la capilla de El Campillo
Imagen de la ceremonia en la capilla de El Campillo

En este contexto, ha recordado que las ermitas familiares «solo pueden ser usadas para el fin que la Iglesia les concede». «No pueden ser lugar de celebraciones públicas religiosas salvo autorización expresa del obispado, tampoco pueden ser objeto de finalidades comerciales ni lugares de celebraciones civiles de ningún tipo», añade.

De hecho, el Arzobispado de Madrid detalla que en su momento fueron concebidas únicamente para uso privado devocional de la familia propietarios de la misma y «en ningún caso para ser ofrecidas como un servicio opcional lucrativo de una empresa dedicada a la organización de eventos sociales».

Polémica en redes sociales

Al respecto, el sacerdote Juan Manuel Góngora, que ha compartido en la red social X un vídeo de la boda de los dos jóvenes, ha afirmado que se trata de «un acto de exaltación sodomítica acontecido en la ermita de una finca privada de bodas en Madrid». «Si sois católicos y os invitan a irreverencias semejantes, no seáis cómplices de un pecado mortal. Recemos por su conversión», ha señalado el cura en la publicación.

 

Sin embargo, la vicesecretaria de Sanidad y Educación del Partido Popular, Ester Muñoz, ha criticado las palabras del padre Juan Manuel Góngora. «Yo rezo por usted, padre. Porque sé que su visión de ‘La Verdad’ le impide ver el daño de su publicación», ha dicho. «Si el objetivo real fuera la conversión de sus almas, no primaría el ‘pretendido’ escarnio y juicio público. Como católica siempre estaré junto a quienes profesan amor a Dios, no de quienes le utilizan para sembrar odio», añadió la diputada popular.