La Policía identifica al autor de las amenazas a Reyes Maroto: un vecino de El Escorial diagnosticado de esquizofrenia

Había añadido en el remitente del sobre su nombre, sus apellidos y su dirección real.

La Policía Nacional ya ha identificado al hombre que ha enviado a la ministra de Comercio, Turismo e Industria, Reyes Maroto, una carta amenazante con una navaja aparentemente ensangrentada. Se trata de un vecino de El Escorial, diagnosticado de esquizofrenia, que había añadido en el remitente del sobre su nombre, sus apellidos y su dirección real. La Policía ya ha trasladado la denuncia a un juzgado de Plaza de Castilla.

Oficina de Correos de El Escorial, en la Plaza de España

El hombre habría introducido en el sobre la navaja (envuelta en dos CDs) y unos recortes de capturas de Twitter y de grupos de Whatsapp junto con palabras sin sentido. Además, se ha confirmado que fue él mismo quién acudió a la oficina de Correos de El Escorial e hizo el envío el pasado 21 de abril a las 13:24 horas. El sobre llegó al Ministerio de Industria el viernes 23.

«Esto es serio»

Poco después de conocerse esta nueva amenaza, la propia ministra ha explicado ante los medios de comunicación a las puertas del Congreso de los Diputados lo que ha sentido al verla: «Lo primero en que he pensado ha sido en mi familia, he llamado a mis padres, a mi marido y a mi hijo, que está en el colegio, para decirles que estoy bien y con más fuerza para defender la democracia, y pasar del odio a la tolerancia«. La ministra también recordó las amenazas que han recibido recientemente el ministro Fernando Grande-Marlaska, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez: «He pasado un poco de miedo porque están amenazando mi vida. Nadie se inventa nada, esto es serio», ha recalcado.

Por otra parte, fuentes de los servicios de información mantienen que la carta que ha recibido Maroto «no tiene nada que ver» con las que han recibido Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez. En estas cartas se incluían además de amenazas de muerte varias balas.

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