Adiós a Pedro Muñoz, el creador del “Milagro de El Espinar”

🎾 El tenis español llora la muerte del impulsor del Torneo Internacional de El Espinar y expresidente de las Federaciones Española y Madrileña. 🎾 Los periodistas serranos Israel García Montejo y Goyo Ybort suman una década al frente del departamento de Prensa del Torneo y elogian la figura del jefe con el que han trabajado codo con codo.

Pedro Muñoz Asenjo falleció el pasado domingo en el Hospital de Segovia a los 72 años a causa de la Covid-19. Su muerte ha dejado al tenis español sin uno de sus presidentes más exitosos y sin el visionario impulsor del Torneo de El Espinar, que viene siendo desde hace  35 años no sólo un referente para los aficionados a ambos lados de la Sierra, sino también uno de los grandes eventos tenísticos a nivel nacional, y un caso único en su categoría de Challenger.

La noticia causó tal impacto que las muestras de pesar y los homenajes se han sucedido durante toda la semana, desde la declaración de dos días de luto en el municipio de El Espinar, decretados por el alcalde, Javier Figueredo, a la carta de condolencia del Atlético de Madrid, club del que era fiel aficionado, pasando por el cariñoso mensaje de uno de los grandes tenistas que han pasado por El Espinar, Fernando Verdasco, al que estaba muy unido desde que contribuyera a impulsar los inicios de la carrera del tenista madrileño con wild cars para disputar el torneo espinariego, y que se refiere a él en clave familiar, llamándole “tío Pedro”.

Años después de conocerse, en 2008, ambos compartieron uno de los grandes éxitos del tenis español, la Copa Davis ganada en la final a Argentina en Mar del Plata, la primera sobre pista dura, uno de los hitos en la trayectoria de Pedro Muñoz como presidente de la Federación Española de Tenis en su mandato de 2005 a 2009, el período que llegó a ser denominado como “Los Cuatro Años de Oro del Tenis Español”. En el camino hacia la Ensaladera, Muñoz promovió uno de los eventos deportivos más impactantes de aquellos años, al llevar la semifinal España –Estados Unidos a la Plaza de Toros de Las Ventas, un duelo que dejó más de 2,5 millones de euros de beneficio.

Pedro Muñoz, Presidente de la Federación de tenis de Madrid
Pedro Muñoz, Presidente de la Federación de tenis de Madrid

Un éxito más en el debe de un hombre que, además, en sus cuatro años como presidente de la Federación de Tenis de Madrid superó la cifra de 25.000 federados y promovió como nadie el tenis de base, todo aderezado con iniciativas que conectaban al tenis con la sociedad, como las campañas de donación de sangre -habituales durante la competición en El Espinar-, campañas a favor de la lucha contra el SIDA y de apoyo a las víctimas del terrorismo, o actividades en favor de la restauración del Patrimonio Artístico de Castilla y León.

Banca, empresa y tenis

Pedro Muñoz, nacido en Madrid en 1948, ya había empezado a mostrar ese olfato financiero y emprendedor con apenas 23 años, cuando pasó de botones a apoderado en su primer trabajo en el Banco de Vizcaya. Cuatro años después, ya era director de la oficina más importante del Banco de España, la del Paseo de la Castellana, y en 1982 pasó a ser el director financiero de Nidam Bendayam, el grupo desde el que gestionó la compra de Financiera Centro S.A, la sociedad desde la que empezó a germinar su gran creación empresarial: la cadena hostelera Lord Winston’s. Muñoz empezó por adquirir tres salones de restauración y acabó gestionando 29, un crecimiento espectacular que en 1988 llevó a la marca hasta el primer puesto entre las empresas españolas del sector, con más de un millón de comensales y una facturación en el entorno de los seis mil millones de pesetas.

Dos años antes, el creciente éxito empresarial y su pasión por el tenis se habían conjuntado para poner la semilla de su gran obra en el mundo de la raqueta: el Torneo de Tenis de El Espinar. Pedro Muñoz se decidió a crear en 1986 lo que se dio en llamar entonces el Torneo Nacional Lord Winston’s, apoyando así su deporte en su criatura más exitosa en el mundo empresarial. Lo hizo a partir de un pequeño torneo que jugaban “un grupo de enamorados de la raqueta en la Estación de El Espinar”. “Por entonces todo el mundo se casaba en Lord Winston’s -primer grupo hostelero de España en cuanto a eventos y banquetes-, y Pedro también quería que todo el tenis pasara por el torneo que había puesto en marcha”, recordaban esta semana desde el departamento de Prensa de la competición espinariega.

El Milagro de El Espinar

Aquel torneo se convirtió en lo que se dio en llamar El Milagro de El Espinar. En sus años como torneo nacional pasaron por las pistas espinariegas varios de los mejores jugadores del mundo y todos los de España, una participación que, al conjugar con la calidad organizativa, convirtió al evento en Challenger ATP en 1991, la categoría antesala de los Masters (250, 500 y 1.000). El crecimiento fue tal que, en 2009, El Espinar pudo presumir de tener el Mejor Challenger del Mundo, título reconocido a nivel internacional. Casi todos los grandes tenistas de las tres últimas décadas han dado los primeros pasos de sus carreras en El Espinar, junto a un buen número de consagrados, todos ellos recordados en el mural con fotografías que se expone cada año en la Carretera de la Garganta, paralela a las pistas del torneo, en el que queda reflejada la verdadera dimensión del torneo: Rafael Nadal (campeón individual en 2005), Roger Federer (campeón de dobles en 1999), Feliciano López, Henri Leconte, Sergi Bruguera, Juan Martín del Potro, Emilio Sánchez Vicario, Andy Murray, Fernando Verdasco, Yevgeny Kafelnikov…

Pedro Muñoz, con Virginia Ruano y Anabel Medina en la presentación de la edición del 30 Aniversario
Pedro Muñoz, con Virginia Ruano y Anabel Medina en la presentación de la edición del 30 Aniversario / Fotografías: Prensa Open Castilla y León – Villa de El Espinar

Pedro Muñoz dedicó su vida en cuerpo y alma a su torneo, de forma ininterrumpida desde 1986, sorteando todas las vicisitudes derivadas de la crisis económica de finales de la primera década del siglo. En 2011, delegó la dirección del torneo en una de las tenistas más reconocidas del panorama español, Virginia Ruano, y juntos no sólo lograron salvar la competición, sino además hacerla crecer con la creación de un cuadro femenino, algo prácticamente exclusivo de torneos de categoría superior, de ahí que El Espinar sea para muchos el tercer torneo de España, tras el Mutua Madrid Open (Masters 1.000) y el Conde de Godó de Barcelona (Masters 500), y el primero sobre superficie de cemento, lo que lleva aparejado que, además de su denominación oficial de Open de Castilla y León – Villa de El Espinar, se le considere como los Internacionales de España de Pista Rápida.

A esa peculiaridad se le añade una seña de identidad exclusiva: la altitud. Ningún torneo español se disputa a más de 1.200 metros, con los condicionantes que conlleva en el bote y la velocidad de la bola. Tener la lucidez e iniciativa de hacer crecer un torneo así, en una zona a trasmano de las grandes poblaciones, en plena Sierra, y a partir de un grupo de amigos que jugaban en la urbanización Río Moros sobre una superficie extraña, en las antípodas de la tierra batida, tan asociada a los éxitos españoles, sólo podía estar al alcance de un personaje especial, un emprendedor visionario dotado de un olfato único: Pedro Muñoz Asenjo.

“En su casa se cambiaban Emilio Sánchez Vicario o Sergi Bruguera, decía que el torneo era la obra de su vida

El periodista escurialense Israel García Montejo es el director de comunicación del Torneo de El Espinar desde la edición de 2018, en la que tomó el relevo de un ilustre del periodismo deportivo serrano con años de experiencia en el mundo de la raqueta, Goyo Ybort, cuya vinculación arrancó en 2011, el mismo año en el que Virginia Ruano asumió la dirección técnica del torneo en sustitución de un histórico, Javier Martínez, director durante 25 años.

Ambos periodistas suman por tanto una década trabajando codo con codo con Pedro Muñoz, y coinciden en elogiar su carisma y su carácter emprendedor. Ybort se refiere a él como “un gran hombre del tenis de nuestra nación, una persona de naturaleza y energía paradigmática, un luchador de ideas y un hombre precursor armado con la ilusión para emprender actividades”, y destaca su capacidad para saber que “un gran acontecimiento deportivo iba más allá de lo que ocurría en su rectángulo de juego: impulsó eventos paralelos sociales, benéficos, didácticos, gastronómicos, o deportivos dirigidos a niños”. Ybort pone en valor la capacidad que tuvo Pedro Muñoz para hacer que El Espinar albergue “al unísono un doble torneo internacional”, siendo un municipio por debajo de los 10.000 habitantes, y recuerda no sólo sus prolíficas etapas como presidente de la Federación Española y la de Madrid, sino también al frente de la Asociación Iberoamericana de Tenis y de la Asociación de Clubes.

El Espinar, su vida

La suspensión de la edición de 2020 a causa de la incidencia de la crisis sanitaria impidió que Israel García Montejo viviese por tercer año consecutivo las dos semanas de torneo trabajando codo con codo con Pedro Muñoz, al que reconoce que “su trato con los profesionales que hemos trabajado allí era de respeto absoluto. Siempre decía que dejaba trabajar. Lo llevaba a rajatabla. Era una persona que te dejaba hacer el trabajo desde tu visión profesional, aunque después claro que exigía”

García Montejo destaca que “la apuesta de Pedro Muñoz por Virginia Ruano fue pionera, porque hasta ese momento, y ahora también, muy pocas mujeres eran directoras de un torneo de categoría ATP Challenger, sin olvidar que El Espinar es el tercer torneo más importante de España, después del Mutua Madrid Open y del Conde de Godó, en Barcelona. Fue una apuesta personal en un momento de crisis total, donde los patrocinios y las subvenciones cayeron, y lo que consiguió con Virginia Ruano no sólo fue que El Espinar no desapareciese, sino reforzar el evento con un torneo femenino que ha ido creciendo en los últimos años. El Espinar es uno de los pocos torneos con cuadro masculino y femenino, algo que en España sólo tiene el Mutua Madrid Open, y a nivel internacional, quitando los Grand Slam y algunos ATP 1.000, lo tienen muy pocos. Aquello fue un gran mérito”.

Pedro Muñoz, en el centro, en el podio del torneo
Pedro Muñoz, en el centro, en el podio del torneo / Fotografías: Prensa Open Castilla y León – Villa de El Espinar

El actual Jefe de Prensa es una pieza más en el equipo que perfiló Pedro Muñoz, con dos mujeres como piedras angulares: Virginia Ruano, directora técnica del torneo desde 2011, y Mónica Muñoz, la hija de Pedro, la encargada de llevar toda la gestión económica. “Pero por encima de todo estaba la figura de Pedro, que no sólo era el presidente de Honor, sino el auténtico alma máter del torneo, una figura que lo llenaba absolutamente todo, con una influencia sustancial en todo lo que se hacía… Y no porque mandase órdenes, sino porque su presencia era la que activaba muchas veces las cosas. Imponía respeto. Instituciones, anunciantes, público… Todos le buscaban. Pedro Muñoz era El Espinar”.

Tal era así, que Israel García Montejo desvela que “muchas veces me decía que el torneo era como su vida, que para él lo era todo. El torneo había nacido en las pistas de arriba, en la urbanización Río Moros, y me decía que jugadores como Emilio Sánchez Vicario o Sergi Bruguera se cambiaban en el salón de su casa cuando jugaban el torneo en sus inicios. Pedro Muñoz lo llenaba absolutamente todo, incluso me llegó a contar que al finalizar los torneos se ponía malo, de los nervios y la pasión que ponía en las dos semanas de competición. Se desgastaba tanto que después tenía que estar dos o tres días recuperándose de la tensión que pasaba. Era un personaje entrañable, que sabía lo que hacía, con una fuerza importantísima. Y es una pérdida ya veremos si irreparable para el torneo, porque hay que hacer mucho para llenar la figura de Pedro Muñoz, aunque estoy seguro de que todos los que estamos en su equipo haremos todo lo posible por sacar adelante la próxima edición”.

Al igual que su predecesor, García Montejo no pasa por alto la cualidad visionaria de su exjefe ni el decisivo papel que jugó al frente de las distintas federaciones y asociaciones: “Es importante glosar su figura como presidente de la Federación Española de Tenis, con aquella Copa Davis ganada en Mar de Plata, a domicilio y en pista dura, y también su figura como pionero, porque en un país de torneos y jugadores de tierra batida, para meter un torneo en pista dura, en pleno verano y a casi 1.300 metros de altitud en plena Sierra, hay que ser un pionero. Eso lo vio con 35 años de antelación y marcó el futuro, porque ahora vemos que el tenis es más de pista dura que de tierra batida. Él lo intuyó cuando construyó un torneo en una urbanización perdida de la Sierra y lo convirtió en el mejor del mundo en su categoría. Esa denominación suya de El Milagro de El Espinar tiene plena justificación”, concluye.

Jaime Fresno

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