«Trasluciente», del arquitecto Juan Fernández, es el proyecto ganador para la remodelación del Pabellón Quique Blas de Collado Villalba
«Trasluciente», del arquitecto Juan Fernández del Campo y con la colaboración de Elena Orenes Porcia, es el nombre del proyecto ganador del “Concurso de Ideas” para la ampliación y remodelación del pabellón municipal Quique Blas de Collado Villalba, que el Ayuntamiento ha organizado con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y a la que se han presentado 62 propuestas.
El edificio, ideado por un estudio de arquitectura de Pozuelo, con una imagen atractiva y sencilla, se integrará en la Ciudad Deportiva. Está diseñado de acuerdo a los criterios más actuales de organización funcional, accesibilidad, seguridad y eficiencia energética, hasta el punto que se persigue convertir al edificio en un consumo de energía casi nulo.
Todo gira en torno al vestíbulo
El proyecto contempla la eliminación del viario que rodea el polideportivo actual y lo sustituye por una calle lateral. La liberación de espacio frente al polideportivo permitirá crear una amplia plaza. La ampliación del espacio frente a la calle Feria posibilitará la creación de hasta 171 plazas de aparcamiento.
El complejo se organiza en torno a un amplio vestíbulo de doble altura, que sirve como acceso general a la instalación. Incluye dos pistas polideportivas; la actual, y una nueva que permitirá la práctica reglamentaria de balonmano, fútbol sala, hockey-sala, baloncesto, minibasket, bádminton, tenis y voleibol en el sentido longitudinal, y la práctica reglamentaria de bádminton, voleibol, baloncesto y minibasquet en sentido transversal, en dos pistas.
«Estamos encantados, es un proyecto que nos apetece muchísimo y al que hemos echado mucho cariño. Hemos visto en la ampliación del polideportivo una oportunidad, no solo para ampliar la dotación deportiva del Ayuntamiento sino para crear un centro de ocio, urbano que fomente el encuentro», ha señalado el arquitecto ganador.
«Lo más característico del proyecto es el vestíbulo que no solo organiza las circulaciones a los dos campos sino que lo vemos como una zona donde se pueden organizar actividades y que puede funcionar independientemente de la zona de deporte, un punto atractivo de Collado Villalba para el ocio, la cultura y el deporte».
Jugador de voleibol
Casualmente, Juan Fernández fue jugador de voleibol (en Primera División y en la Selección Española Junior) y disputó algunos encuentros en el pabellón Quique Blas «con lo que parte tenía ya ganado porque he padecido los malos pabellones y he disfrutado de los buenos, con lo que eso ayuda mucho en el diseño».
Su estudio de arquitectura ha diseñado anteriormente proyectos relacionados con el deporte, como gimnasios y cubrición de pistas de tenis, «pero es la primera vez que hacemos un pabellón». «Nosotros interpretamos que tenía que ser un edificio muy útil, así que nos ha preocupado mucho la funcionalidad, las circulaciones, el uso… Desde la organización espacial de cara a que el edificio funcionara bien, va surgiendo la expresión arquitectónica. En principio habíamos planteado una rampa exterior pero luego entendimos que sería más atractivo cubrir el espacio y hacer una zona donde pudiera haber exposiciones y proyecciones… El inicio del proyecto ha empezado con un estudio muy concienzudo de cómo podía funcionar un pabellón antiguo, ampliarlo con otro… Hemos primado el uso y la función».
La construcción se realizará en tres fases, para compatibilizar los usos de ambos edificios, y tendrá una superficie de actuación de 6.980 metros cuadrados.
La elección del jurado
1. “Trasluciente”, de Juan Fernández del Campo. Dotado con 10.000 euros, que irá a cuenta de los honorarios establecidos por la redacción del proyecto.
2. “Cero”, de Fernando Rodrigo y Pablo Oriol. Dotado con 5.000 euros.
3. “Paisaje simultáneo”, de Santiago Cifuentes y Pelayo García. Dotado con 2.000 euros.
Accesit:
“Un balcón para el deporte”, de Daniel Valle. Dotado con 500 euros.
“Septiembre”, de Javier Monge y Héctor Salcedo. Dotado con 500 euros.
«El debate fue intenso, desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 6 de la tarde estuvimos debatiendo entre unos y otros. De los 62 proyectos iniciales, ir excluyendo poco a poco es un trabajo ímprobo», ha detallado la alcaldesa, Mariola Vargas, que afeó la no asistencia de los representantes de los grupos municipales de Cambiemos Villalba y Ciudadanos. «El Partido Socialista e Izquierda Unida estuvieron presentes pero no así el resto para nuestra sorpresa, ellos que abogan por la participación ciudadana ni siquiera recogieron la documentación. Es una pena porque es algo en lo que podían haber participado».
Quienes sí asistieron como jurado fueron Sebastián Araujo Romero y Begoña Fernández-Shaw Zuleta, los dos arquitectos de reconocido prestigio designados de mutuo acuerdo por el Ayuntamiento de Collado Villalba y el COAM, además de técnicos muncipales y Antonio Ledesma, conocido como ‘Tragamillas’ «porque nos parecía que tenía que estar en ese jurado, es nuestro, un emblema de Collado Villalba y un villalbino por el mundo. Él estuvo durante todo el concurso eligiendo el pabellón para sus vecinos y sus aportaciones fueron las más inteligentes y acertadas».
«Fue intenso. La percepción que tienen los arquitectos es una, la de los políticos, otra y la de los deportistas y usuarios, otra distinta. Se intentó buscar una confluencia entre lo práctico y mantener la sostenibilidad en las inversiones, la eficiencia energética y la belleza arquitectónica», ha apuntado Vargas.
Características de la obra
Además se realizará una segunda pista o cancha reglamentaria en la que se pueda practicar los siguientes deportes: Balonmano, Fútbol-Sala, Hockey-Sala, Baloncesto, Minibasket, Badminton, Tenis y Voleibol, en el sentido longitudinal; y en sentido transversal, la práctica de Badminton, Voleibol, Baloncesto y Minibasket. La remodelación deberá dar solución a los problemas de humedades que presenta la pista, así como cualquier otra deficiencia detectada.
De igual forma la actuación pretende lograr una integración del edificio existente en la Ciudad Deportiva mejorando las conexiones con las instalaciones deportivas situadas al otro margen de la Calle Feria, y las condiciones del entorno urbano más inmediato; una proposición arquitectónica que recupere la presencia y representatividad de la instalación como espacio deportivo, lugar de encuentro y desarrollo de eventos extraordinarios; una reducción de costes de mantenimiento de tal forma que el proyecto resultante consuma menos energía que el actual, cuyo coste de suministros supera los 300.000 euros anuales; la resolución de la dotación de aparcamiento, sin reducción de las plazas existentes;