El PSOE de Collado Villalba pide a la alcaldesa que no utilice políticamente el homenaje al guardia civil asesinado por ETA Antonio Molina

El portavoz del Partido Socialista en Collado Villalba, Andrés Villa, ha enviado una carta a la alcaldesa de la localidad, Mariola Vargas, en la que la solicita que no utilice políticamente el homenaje que cada año hace el Ayuntamiento al guardia civil asesinado por la banda terrorista ETA hace 20 años en la vía de servicio de la A-6. El pasado sábado, familiares y amigos de Antonio Molina, miembros de la Corporación municipal y representantes de la vida social y política de la comarca se congregaron en la rotonda que lleva su nombre. Allí, la madre de Molina deseó «que el asesino tenga unas felices fiestas porque se lo permite este Gobierno español» y que «no hay derecho» a que el preso sea trasladado por respeto a su «sangre derramada y su entrega», en referencia a Jesús María Echevarría, condenado por el asesinato de Molina, que ha sido recientemente acercado a una cárcel del País Vasco.

Carta de Andrés Villa:

«Me dirijo a ti como Portavoz del Partido Socialista de Collado Villalba, como vecino de este municipio desde hace 32 años y como español orgulloso de serlo.

Este pasado sábado se cumplieron 20 años del terrible e injusto asesinato de Antonio Molina, Guardia Civil del puesto de Collado Villalba, a manos de la banda terrorista ETA. Antonio entregó su vida a su país para salvar muchas otras vidas, quién sabe si las propias nuestras.

Como le pasará a todos los villabinos que en ese momento vivían aquí, recuerdo con precisión lo que estaba haciendo en el momento en que los TEDAX desactivaron los 130 kg. de explosivos que llevaban sus asesinos en el coche; recuerdo cómo los cristales retumbaron a punto de estallar. Lo recuerdo clara y nítidamente, y lo recordaré siempre.

Desde hace muchos años, siempre he acudido a los homenajes que ha llevado a cabo este Ayuntamiento, porque creo que hay que acompañar siempre en el dolor. Acompañar en el dolor y evitar que caiga en el olvido es lo poco que podemos hacer desde aquí, nada que nos pueda llegar a hacer comprender lo que su familia debe sentir, haber pasado y seguir pasando…pero es lo mínimo que podemos hacer: acompañar en el sentimiento. Desgraciadamente, este año no me ha sido posible poder estar presente, pues mi Partido llevaba a cabo en Valencia un acto de presentación de sus candidatos a las alcaldías de poblaciones de más de 50.000 habitantes en el que participaba como candidato. 

Sin embargo, he visto a través de las redes sociales del Ayuntamiento el homenaje realizado y las publicaciones hechas en ese día, y no puedo más que sentir, como todos los años, pena, dolor y rabia por la familia; pero este año, he sentido también frustración, sonrojo y vergüenza por el tratamiento politizado que has dado al recuerdo de una víctima que siempre ha servido para unirnos a todos frente al dolor. 

Tengo 34 años. Tengo la enorme suerte de pertenecer a una generación que ya no ha tenido que crecer, ni convivir con el terror diario de ETA; pero una generación que, aunque no lo haya vivido en carnes con toda su crudeza, sí lo ha oído en casa, a sus padres y abuelos. Pertenezco a la generación que vio cómo el 20 de octubre de 2011 la banda terrorista cesaba definitivamente su actividad criminal. Pertenezco a un Partido que cuenta con muchos compañeros asesinados por etarras. 853 asesinados en total en todos sus años de terrorismo hasta su cese de la violencia.

Y me resulta muy doloroso ver cómo se insulta a un Presidente y a un Gobierno que no está haciendo nada diferente de lo que han hecho todos y cada uno de los gobiernos anteriores. Insisto, todos y cada uno de ellos: 569 presos etarras fueron acercados a prisiones vascas en los años de Felipe González, 574 en los de José María Aznar, 237 en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, 229 en la de Mariano Rajoy, y 230 hasta la fecha con Pedro Sánchez.

Se podrá estar más o menos de acuerdo con esta política, entiendo que para muchas de las familias que han perdido esposos, mujeres, hijos, hermanas, padres, madres, primos o nietos, esta política sea desleal con su sufrimiento. Lo entiendo. Entiendo que ellos no compartan esta política de Estado, o que les quieran lejos de las instituciones, pero soy de los que piensa que, por muy diferentes que sean sus ideas para España de las que yo tengo, les prefiero metiendo votos en las urnas, que poniendo bombas en las calles.

Pero no entiendo, Mariola, cómo en esta ocasión, desde tu puesto de responsabilidad institucional como Alcaldesa, representante de más de 65.000 personas, no has sabido entender el cargo, ni la institución a la que representas, a diferencia de otros años.

No te escribo con la finalidad de defender esta política penitenciaria de acercamiento de presos etarras a cárceles vascas (acercamientos, no puestas en libertad), no creo que sea nuestro cometido como políticos locales. Te escribo para pedirte por favor, que no perdamos una figura colectiva como lo es la de Antonio Molina. Que Antonio representa el dolor de muchas personas de este país, personas con ideas muy diversas.

Te escribo para pedirte, por favor, que nos centremos en Collado Villalba, que es el ámbito para el que los vecinos nos han elegido para resolver sus problemas y afrontar sus retos y desafíos futuros; y dejemos otras cuestiones como ésta para nuestros homólogos de las Cortes. Te pido por favor que no utilicemos este sufrimiento, porque derrotar a ETA fue cosa de todos, fue un triunfo de España y de nadie más.

Te pido que discutamos por ejemplo cómo terminar las obras del Pabellón Kike Blas, la reposición de semáforos en el centro de la ciudad, los problemas de inseguridad crecientes en varios barrios, la falta de mantenimiento en edificios públicos y de parques infantiles, la limpieza de algunas zonas, o que hablemos de las luces de Navidad, entre muchos temas.

No sé si podrán parecer problemas más o menos graves, pero estos son los problemas a arreglar para los que hemos sido elegidos; prefiero que sigamos hablando del túnel otros quince años más si hace falta, pero con Antonio Molina no hagamos política, por favor.