«Respira, papá», las crónicas de un superviviente de la Covid-19
Ramón Pinna, un directivo de 48 años de un grupo de empresas de salud y padre de tres hijos, cuenta su vivencia con el Covid-19 en “Respira, papá” (Uno Editorial), un libro en el que recoge su experiencia tras contagiarse del coronavirus en marzo, y también la de algunos de los pacientes que tenía como vecinos, y tener que recuperarse de varias recaídas.
El título de la publicación es el consejo que le dio uno de sus tres hijos cuando se encontraba ingresado en el Hospital General de Collado Villalba, donde llegó en situación crítica (“en el hospital, y nosotros lo sabíamos, de cada 10 pacientes, 3 o 4 perdían la vida”, recuerda). “Una mañana, superado el peor momento, mi hija Alma cogió el móvil al final de una vídeollamada y me dijo: “Respira, papá. Sigue respirando ¿vale?”. Era su forma de decir “Sigue vivo, papá. No te rindas. No nos dejes. Cuando todo pasó, le pedí que dibujara como ella quisiera aquello de Respira, papá. Y de ahí nació el título y la portada”, explica.
“Muchas veces me pregunto si todo esto les habrá cambiado algo, y aunque estoy seguro que así ha sido, no veo en ellos nada diferente ni que me alarme. Siguen siendo niños, siguen sintiendo todo sanamente, siguen siendo buenos y cariñosos, y cada noche les sigue costando lo de bañarse e irse a la cama”, explica ahora.
Su combate al virus, “un itinerario que ha vivido mucha gente”, se refleja en un relato que “tiene poco azúcar”. “No es suave, es mi testimonio. Puedo contar la experiencia de una Covid-19 dura que me ha dejado cicatrices en el alma y me ha hecho pelear durante meses para recuperar cada palmo de mi propia vida. Gracias a que los profesionales sanitarios y los médicos me sacaron adelante, nos tocó la lotería”, añade en referencia a la obra que compiló a través de las entregas que mandaba de madrugada por correo electrónico a una periodista del diario ‘ABC’ desde su cama del hospital.
“Todos tenemos que saber pedir ayuda”, añade. “La ayuda que no tenía dudas de pedir fue la médica. La sorpresa fue la ayuda psicológica, para las heridas que quedan dentro del alma”, añade, apelando también al “concepto de responsabilidad de todos, al esfuerzo colectivo” para salir de la pandemia.
Una carrera de obstáculos
Ramón Pinna cuenta que tuvo que salvar una carrera de obstáculos con varias recaídas por la enfermedad, el cansancio, las pérdidas de olfato, cabello y peso y las dificultades respiratorias (con bloqueo de su pulmón derecho incluido), y todo con la incertidumbre de estar solo y sin los abrazos de los suyos ante una enfermedad desconocida. “Hemos pasado un año de palabras importantes que han servido para salvarnos la vida, como mascarilla y confinamiento, pero no podemos olvidarnos de las que sirven para vivir, como abrazo, encuentro, familia y sonrisa”, expone el autor de ‘Respira papá’. Ramón recuerda ahora todo aquello como una experiencia “dura y bonita en la distancia”, con la que trata de “cambiar lo malo por bueno”.
De este modo, parte de la recaudación por la venta de ‘Respira papá’ la destinará a objetivos solidarios, la organización de infancia de la que es cofundador, Achalay, que significa “algo maravilloso” en quechua (www.achalay.es), y que según resalta, “ha estado muy pendiente de las familias vulnerables desde que irrumpió la pandemia”. Además, donará también parte del dinero a proyectos sociales de Ilunion.