Valdemorillo vibra un año más con Folkarria, con el grupo gallego OBAL como mejor del certamen
Valses, mazurcas, polcas…, sones y más sones elevándose para que, por parejas o formando esos círculos que resuenan igualmente a tradición, la música más ligada a la raíz de unos y otros pueblos de Europa hiciera realidad un Valdemorillo convertido el mejor escenario para no parar de bailar en una nueva edición de Folkarria. Esta villa acogió el pasado fin de semana a las decenas de personas que, llegadas de Bélgica, Francia y otros países, hicieron posible este carrusel de conciertos, jam session y talleres. Y así, las imágenes se sucedieron también, como abanico reflejando las múltiples emociones que despiertan las actuaciones de los grupos ya destacados en el panorama folky, y entre todas, la del acordeonista Laurent Geoffroy uno de los mejores acordeonistas no ya franceses sino del continente.
Y es que con él Folkarria prolongó la vibrante realidad que encarna para mostrarla en el mismo corazón urbano de Valdemorillo, haciendo de la Plaza de la Constitución una verdadera pista de baile despertando a cada paso el gran ambiente que presidió una sesión vermú que enganchó también la atención de quienes llenaban las terrazas y de cuantos se acercaron a curiosear y divertirse con el mejor folk servido a pie de calle.
Y junto al de Geoffroy, muchos otros nombres con mayúsculas, como el OBAL, el trío de músicos gallegos que se alzaron con el pandero como símbolo y, ante todo, con el triunfo en el concurso celebrado dentro del marco del propio festival, el que volvió a reunir a tres grupos finalistas y que esta vez premió el buen hacer de Diego Langarika, Iván Costa y Jaime Rebollo.
La coincidencia con las elecciones de este 28 de abril llevó a trasladar esta última de las jornadas, con la correspondiente proclamación del ganador, al camping local, completando así la relación de espacios donde pudo seguirse esta edición, como el Pabellón Municipal de Fiestas donde abrieron cartel el dúo belga Vandenabeele-Knapen, e hicieron igualmente las delicias de los muchos asistentes los conciertos de Zigo, La Musgaña, Laüsa y Aérokorda, y ya completando apartado de aspirantes a ganar el concurso, Blanca Altable & Cuchi al cuadrado y Quercus.
En suma, y como destaca Nino Gil Rubio, Concejal de Desarrollo Local, “nuestro pueblo volvió a acoger a los muchos y buenos seguidores del bal folk europeo, siendo espacio de encuentro, y esto en lo importante, de fiesta y alegría, para un público que, con su presencia, nos permite cobrar acento internacional en estos días donde el baile, la música, la tradición nos hermanan, y esto es lo importante de verdad”.