Adiós al Hospital del Santo Ángel en Navacerrada: la restauración natural de un enclave rodeado de leyendas

Los trabajos se prolongarán ocho meses, con un presupuesto de 3,4 millones de euros.

La demolición del antiguo hospital del Santo Ángel, también llamado de La Barranca, en Navacerrada, continúa estos días, tal como anunciase la Comunidad de Madrid hace un año. El objetivo es la recuperación natural de este espacio, situado en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Los trabajos tienen una duración prevista de ocho meses, al haberse descartado la demolición mediante voladura, sino que se hace de forma mecánica y manual.

Los trabajos de demolición se prolongarán varios meses / Fotografía: Rafa Herrero
Los trabajos de demolición se prolongarán varios meses / Fotografía: Rafa Herrero

El hospital del Santo Ángel de la Guarda, en el valle de La Barranca, fue construido en 1941 por el Patronato Nacional Antituberculoso, una institución que levantó edificios similares por toda España. Cuando remitió la tuberculosis, este centro pasó en un primer momento a acoger enfermos metales, hasta que en 1995 fue cerrado y abandonado.

Contaba con una construcción de hormigón armado y cubiertas de pizarra, con aproximadamente 3.000 metros cuadrados por planta. Se compone de dos grandes alas principales con cinco plantas y sótano, algunos edificios anexos y un edificio de recepción; solo la fachada mide 100 metros. Se encuentra en monte de utilidad pública y es propiedad del Ayuntamiento. En el año 2000, la Comunidad de Madrid anunció que esta inmensa construcción se transformaría en un Parador Nacional, un proyecto que nunca llegó a realizarse.

Aspecto fantasmagórico

Su aspecto fantasmagórico ha dado lugar a numerosas leyendas relacionadas con lo paranormal, como ocurre también con otros hospitales abandonados en la Sierra de Guadarrama, siendo escenario de rituales satánicos y otros relacionados con la brujería. El último accidente de importancia tuvo lugar en septiembre de 2020, cuando un joven de 29 años resultó herido grave tras caerse por un agujero del antiguo hospital desde una altura de diez metros. Al parecer, había quedado allí de madrugada con un grupo de amigos para hacer botellón y una sesión de espiritismo.

Hace unos años, también se grabó allí el vídeoclip de «Corpus Christi», canción que formaba parte de «Romancero» (2009), el álbum de debut de La Bien Querida. 

El hospital del Santo Ángel está situado en el Valle de la Barranca / Fotografía: Rafa Herrero
El hospital del Santo Ángel está situado en el Valle de la Barranca / Fotografía: Rafa Herrero

Según explicaba en diciembre de 2022 el entonces director general de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Luis del Olmo, «con esta iniciativa se elimina el edificio de mayor impacto visual al paisaje de la zona, porque es el mayor adefesio que podemos ver en las faldas del Guadarrama. Sobre todo en las proximidades de un entorno como el de La Barranca, una de las zonas más simbólicas del Parque Nacional».

Restauración ambiental

«Esta restauración ambiental pone de manifiesto el interés del Gobierno regional por proteger la naturaleza. La demolición de este edificio abandonado es una actuación necesaria y conveniente, ya que su rehabilitación es inviable por el impacto paisajístico que tiene en el entorno», explicaba la anterior consejera de Medio Ambiente, Paloma Martín. Con esta iniciativa, añadía, «se responde a las peticiones de vecinos, administraciones, asociaciones conservacionistas y usuarios de la Sierra madrileña».

Trabajos de demolición en el antiguo Hospital del Santo Ángel / Fotografía: Rafa Herrero
Trabajos de demolición en el antiguo Hospital del Santo Ángel / Fotografía: Rafa Herrero

La demolición no se está realizando con una voladura que permita echar abajo de manera casi inmediata el edificio, sino de forma mecánica, «con una fase manual y un desmontaje que tenga un impacto menor que la explosión». El coste estimado por la Consejería para estos trabajos es de unos 3,4 millones de euros. El proyecto además reduce los movimientos de tierra manteniendo las terrazas que conforman la topografía consolidada de la parcela.

La singularidad de la ubicación, el estado de deterioro de las construcciones, su impacto en el medio natural y la necesidad de recuperar este entorno, han justificado el encargo de los trabajos, que se estima duren ocho meses, a la empresa de Transformación Agraria (Tragsa). Junto con las demoliciones, el proyecto contempla la ejecución de una serie de actuaciones en la parcela a fin de que el terreno alcance condiciones de estabilidad y se integre en el paisaje.

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