España, segunda en Europa en adopción cripto: por qué las criptomonedas ya son vistas como refugio de valor
La inversión en criptomonedas ha dejado de ser un fenómeno marginal en España para convertirse en una tendencia en plena expansión. En 2025, los datos muestran que la adopción crece con fuerza, impulsada tanto por la diversificación de perfiles como por la consolidación de los principales valores del mercado.
Los precios de Bitcoin y Ethereum se sitúan en máximos históricos y el interés de los inversores refleja que las criptos no son vistas únicamente como activos especulativos, sino cada vez más como una alternativa de reserva de valor. Este interés es extrapolable a las altcoin, con una tendencia alcista en torno a búsquedas como solana precio euro, según los datos de Google Tendencias.
Adopción y perfil del inversor
España ha pasado de un 4% de usuarios con criptoactivos en 2022 a un 9% en 2024, lo que supone más del doble en apenas dos años. Ese crecimiento ha situado al país como el segundo con mayor ritmo de adopción en Europa, solo por detrás del Reino Unido.
Aunque la mayoría de los inversores siguen estando en la franja de entre 25 y 45 años, el perfil comienza a diversificarse: crece la presencia de personas mayores que quieren proteger sus ahorros y aumenta la participación femenina, que ya alcanza el 18%, por encima de la media europea del 13%.
Criptomonedas como refugio frente a la inflación
La percepción de las criptomonedas ha cambiado radicalmente en los últimos años. Según los últimos datos, un 55% de los inversores españoles las ven como una reserva de valor ante escenarios inflacionistas, mientras que un 28% las utiliza con una visión de inversión a largo plazo.
La idea de que Bitcoin o Ethereum pueden funcionar como oro digital ha calado en un perfil que prioriza proteger el poder adquisitivo. La volatilidad sigue presente, pero cada vez más usuarios entienden el carácter cíclico del mercado y apuestan por mantener posiciones en periodos prolongados.
Valores en máximos históricos
Los precios reflejan esa confianza creciente. En septiembre de 2025, Bitcoin supera los 99.000 euros por unidad, mientras que Ethereum se mantiene como la segunda criptomoneda más fuerte, con valores cercanos a los 4.100 euros.
Solana, con más de 200 euros, y altcoin como Decentraland o Polygon, con valores más modestos, muestran que el interés se extiende por encima de las dos grandes referencias. Este dinamismo también se deja ver en nuevos proyectos y en el auge de memecoins, aunque con una volatilidad mucho mayor.
Regulación y transparencia
El marco regulatorio español ha marchado al mismo ritmo que el crecimiento del mercado. Desde 2025, los inversores están obligados a declarar sus tenencias en criptomonedas. Aunque la carga tributaria es percibida como considerable, el nuevo escenario ha propiciado la entrada de actores institucionales.
Algunos bancos nacionales como BBVA u Openbank ya muestran interés en ofrecer servicios relacionados con criptoactivos y la presencia de cajeros de Bitcoin se ha multiplicado en las principales ciudades. Esta normalización institucional contribuye a dar más confianza a un mercado que durante años fue percibido como opaco y de alto riesgo.