El ministro Óscar Puente salda su «deuda» y visita la sede del PSOE de El Escorial
Hace tres meses no pudo asistir a la inauguración del nuevo local de la Agrupación Socialista por problemas de agenda, asegurando que acudiría en cuanto fuera posible.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, adelantó unas horas su regreso de vacaciones desde Valladolid para saldar la «deuda pendiente» que tenía con la Agrupación Socialista de El Escorial, después de que el pasado 20 de septiembre no pudiera asistir a la inauguración de la nueva sede del PSOE local por problemas de agenda, aunque entonces mandase un vídeo en el que ya anunciaba su intención de acudir en cuanto fuera posible, algo que se hizo realidad justo en el inicio de 2025.
Acompañado por numerosos militantes escurialenses y también de localidades vecinas como San Lorenzo, Valdemorillo, Galapagar, Moralzarzal, Collado Villalba, Guadarrama o Torrelodones, el ministro respondió a la invitación del PSOE de El Escorial en la tarde del pasado jueves 2 de enero, protagonizando un encuentro que abrieron la secretaria de Organización, Carmen Martín, y el secretario general de los socialistas de El Escorial y portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento, Juan Manuel Mateos.
Transformación
A lo largo de 40 minutos, el ministro y ex alcalde vallisoletano hizo un amplio repaso por la actualidad nacional en el que reivindicó el papel jugado por el PSOE a lo largo de sus casi 150 años de historia. Eso sí, su extensa intervención no dejó tiempo para temas locales, ni siquiera la esperada mejora de la estación de Cercanías-Renfe de El Escorial o la demandada ampliación del servicio en municipios vecinos como Zarzalejo, Robledo de Chavela o Santa María de la Alameda.
«Somos el partido que más ha hecho por modernizar este país», afirmó Puente, añadiendo que a su juicio «estamos en la etapa que mejor ejemplifica esta capacidad de transformación». «Es muy difícil hacer más en unas circunstancias tan complejas», manifestó, recordando el «shock» de la pandemia, el volcán de La Palma, la guerra de Ucrania o las recientes inundaciones en Valencia. A todo ello sumó la «dificultad añadida de la falta de apoyo de la oposición» y lo que calificó como «un panorama mediático aterrador».
Muy peligroso
A partir de aquí, el ministro tiró del manual de las últimas semanas para afirmar que «la derecha está encontrando respaldo en algunos jueces, con procedimientos judiciales que sólo persiguen dañar moral y personalmente al presidente y su entorno familiar; el mensaje que mandan es que los ciudadanos han votado mal, y eso es muy peligroso». «Es una forma de intentar derribar un gobierno legítimo que ha salido de las urnas», resumió.
El ministro defendió la honestidad de Bégoña Gómez, y también negó que existiese ningún tipo de irregularidad en el caso del hermano del presidente, para acabar diciendo que «se han topado con un hueso muy duro de roer; si Pedro Sánchez no tuviera esa capacidad de resistencia, no estaríamos aquí».
Pese a todo, no dudó en decir que «los españoles prefieren un gobierno de Pedro Sánchez» con el apoyo de los que denominó «grupos políticos con implantación territorial» (en referencia a ERC, Bildu o PNV, entre otros) que «uno de Feijoo con el señor Abascal, y lo van a seguir prefiriendo; eso es lo que les aterra».
Crecimiento económico
Después, destacó el anuncio de la próxima puesta en marcha de una empresa pública de vivienda y también que 2025 será de nuevo «un año de crecimiento económico importante para nuestro país, el doble que el resto de países de la Unión Europea, con la revalorización de las pensiones con arreglo al IPC y nuevas subidas del salario mínimo interprofesional, «para que la riqueza no se quede en el bolsillo de unos pocos».
Puente tuvo tiempo también para cargar contra Feijoo por su «liderazgo endeble», para censurar a Carlos Mazón por «eludir sus responsabilidades» tras la DANA en Valencia, para defender la necesidad de la inmigración y para concluir que, «como antes fue Suecia, ahora España es el referente de una economía de progreso», cerrando su intervención fiel a su estilo: «Estoy ahí para gestionar; otra cosa es que no me calle, ni me voy a callar».