“Había mucha gente de Villalba que quería probar el rugby”

El deporte del balón oval pide paso: el Collado Villalba Rugby ya cuenta con más de 120 licencias y su equipo sénior masculino ha logrado su primer ascenso.

El balón oval ha llegado a Collado Villalba y parece que es para quedarse, a la vista de la gran evolución que está experimentando el nuevo Collado Villalba Rugby, fundado en 2023. En menos de dos años de existencia, ya va por las 120 licencias dadas de alta en la Federación Madrileña, con dos equipos sénior de referencia: las Vikingas, el conjunto femenino que tiró del carro en los inicios, y el Villalba Dwarfs, que a primeros de abril hizo historia al lograr el primer ascenso de categoría, de Tercera a Segunda Regional, gracias a un brillante subcampeonato a rebufo del segundo filial del Liceo Francés, un histórico del rugby madrileño.

En menos de dos años de existencia, el Collado Villalba Rugby ha puesto de relieve que había un deporte dormido en Collado Villalba al que había que despertar, y que sólo había que tocar las teclas adecuadas, basándose en experiencias previas, como las de su fundador, Rodrigo Bernal Zúñiga, que se refiere a ello como “un proyecto que se inicia con un pequeño paso personal, aunque sí era ya algo inherente a lo que venía demandándose en la Sierra: que hubiera un club de rugby más allá de clubes como Majadahonda, Pozuelo de Alarcón o Torrelodones. Creo que Villalba, que tiene muchas opciones deportivas en general, requería un club”.

Hasta esa iniciativa, lanzada definitivamente en septiembre de 2023 con la puesta de largo de las Vikingas, el balón oval no había remontado la carretera de la Coruña más allá de Torrelodones con una estructura consolidada, susceptible de crecer al estilo de referentes que llevan años compitiendo y desarrollando el rugby en el área de influencia del Eje Pinar, con clubes como el Olímpico de Pozuelo, el Majadahonda, o el Ingenieros Industriales de Las Rozas, que estos días busca un histórico ascenso a la División de Honor.

rugby collado villalba

Éxito de convocatoria

Rodrigo Bernal, fundador del Torrelodones Rugby Club en 2014, y desde 2017 en la estructura del Majadahonda, campeón de la División de Honor femenina en 2023 y siete veces ganador de la Copa de la Reina en Seven -la versión del rugby con siete jugadores que es olímpica-, en otros logros, ha aportado esas experiencias que han servido para poner en marcha el Collado Villalba Rugby, en combinación con la excelente respuesta de los deportistas, a la vista del éxito de convocatoria de la primera llamada a filas.

“Se dio un pequeño paso personal, pero la recepción fue tremenda. Me acuerdo que al primer entrenamiento que convocamos para chicos y para chicas aparecieron de golpe y porrazo sesenta personas, algo inusual en deportes minoritarios. Para aquella convocatoria pusimos carteles por todo el pueblo y tuvo un éxito total, creo que a partir de ahí nos llenó de ilusión, porque así ha sido todos los días desde la constitución del club, con gente con mucha ilusión por probar en nuestro deporte. Había mucha gente de Villalba que quería probar el rugby. Había habido antes alguna iniciativa en Villalba, pero no se había llegado a conjuntar, yo creo que por no ajustarlo bien y saber a quién se representaba. En este caso tuvimos muy claro que el club fuera para los villalbinos y que representara al municipio. Eso es lo que ha hecho que la gente se sienta muy representada con los colores verdes y amarillos que tiene el municipio y el resto de los clubes, y esa asociación es lo que ha permitido dar un paso muy grande y que la gente esté ilusionada por seguir creciendo”, explicaba.

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Bernal alude a que el impulso femenino ha resultado clave para plantar el germen del rugby en Collado Villalba: “El primer equipo que se constituye es el femenino -las ‘Vikingas’-, aunque pueda parecer algo raro, porque no es fácil sacar un equipo. Pero es verdad que se inscribieron muchas chicas y pudimos competir desde el primer momento, en septiembre de la temporada pasada. Ese equipo permanece y se han ido uniendo dos equipos sénior, con el volumen que tienen, de 15 jugadores y con plantillas de 24 ó 26 jugadores. Tenemos dos equipos sénior, masculino y femenino, y a partir de entonces hemos desarrollado la Escuela, con chavales pequeños que de momento están participando con nuestro club, porque no tenemos el bloque general, pero como ha salido a mitad de esta temporada todavía el volumen es pequeño, aunque sabemos que a partir de la próxima temporada va a pegar un pequeño petardazo y vamos a empezar a tener ya categorías propias entre los más pequeños”.

Actualmente, el Rugby Collado Villalba mantiene abiertas las inscripciones para completar toda la escalera de formación, desde las categorías para enseñar el rugby a los más pequeños, desde la sub-6 a la sub-12, pasando por las de sub-14, sub-16 y sub-18, y espera dar una vuelta de tuerca más a nivel de promoción el próximo 23 de mayo, con la segunda edición de la Feria del Rugby que va a desarrollar en el Centro Comercial Planetocio de Collado Villalba, un evento que ya fue un éxito en la pasada temporada y que también va dirigido a involucrar a las familias de los deportistas y al tejido empresarial de la localidad, aparte de plantear un completo programa de actividades que tienen que ver con la práctica del deporte del oval.

Espacios para jugar  

Pese al crecimiento reseñado, aún está por ver un primer partido de rugby en Collado Villalba, algo que no se ha podido dar en los casi dos años de existencia del club por la falta de encaje en el apretadísimo programa de actividades que estrangula cada año a los campos municipales y al estadio Antonio Ledesma de la Ciudad Deportiva. De momento, los partidos oficiales se han tenido que disputar en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid, gracias a la colaboración de la Federación Madrileña y de los clubes que comparten ligas con el Collado Villalba Rugby.

Rodrigo Bernal se muestra muy optimista de cara a la temporada que viene, cuando espera revertir esa situación: “Sin lugar a dudas, el de los espacios es uno de los grandes retos en Villalba. Nosotros consideramos que no es algo difícil de hacer, ya se ha hecho en otros municipios, en los que de repente se habilita un campo de fútbol para jugar al rugby. No es difícil: es sólo habilitar las líneas laterales y los palos de rugby, que es lo más necesario, pero se puede combinar fútbol y rugby. Nosotros tenemos buenas expectativas. Si es un poco como lo hemos hablado con el Ayuntamiento, que yo creo que hay una buena disposición por parte de todo el mundo a colaborar en ese sentido, para que un deporte que está emergiendo tenga sus posibilidades de jugar en Villalba. Hemos estado jugando en Pozuelo, Majadahonda… En un montón de sitios menos en nuestra casa, que es nuestra gran ilusión”.

De momento, el club ya cuenta con una oficina en los campos municipales, el espacio que usaba el CUC Villalba y quedó libre tras la fusión con el Atlético Villalba, y hay conversaciones muy avanzadas con la Concejalía de Deportes para habilitar uno de los dos campos de fútbol del polideportivo, siguiendo el patrón descrito por Bernal para compaginar ambos deportes sobre una misma superficie. La buena sintonía con el Ayuntamiento hace que todo sea más bien una cuestión de tiempo, máxime existiendo un precedente de organización como el que estuvo a punto de ofrecer al publico una primera experiencia piloto. “Teníamos previsto hacer el primer partido de la historia en Villalba con el equipo femenino, que era una de las actividades preparadas para la Semana de la Mujer, pero el gran temporal que hubo hizo que se tuviera que suspender y fue una pena para todos. Pero tenemos la ilusión de poderlo conseguir, y creo que para la próxima temporada sería algo muy positivo para Villalba”, dice Bernal, que destaca que “la Federación Madrileña ha tenido una predisposición total a colaborar con nosotros, para que se pueda conseguir que juguemos en Collado Villalba, en ese sentido estamos muy contentos, y en las reuniones con la Concejalía se ha dado un buen paso”.

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El Villalba Dwarfs selló el primer ascenso de su historia en Las Terrazas de Alcobendas 

El Villalba Dwarfs, primer equipo sénior masculino del Collado Villalba Rugby, alcanzó el primer gran hito de su historia el pasado 5 de abril, al ganar en Las Terrazas al Silícius Alcobendas C por 43-15 y rematar así su ascenso a Segunda Regional como subcampeón de Tercera, sólo superado por el Liceo Francés C. Los villalbinos, que habían sido terceros en la primera fase, superados por el CRC Pozuelo, elevaron su nivel en la liguilla decisiva para superar a los pozueleros en el desempate de la fase de ascenso, en el que ambos equipos acabaron igualados a 40 puntos, dos menos que el campeón, el Liceo Francés C, calcando un balance de ocho victorias y dos derrotas.

El éxito de los Dwarfs se produjo en el enésimo partido jugado como local lejos de Collado Villalba, en un campo histórico del rugby madrileño como es Las Terrazas. Antes, el equipo dirigido por Jorge Bodelón había ejercido de anfitrión en otros recintos clásicos, como el Ramón Urtubi, Puerta de Hierro, el Paraninfo o Tres Olivos. Todo se ha dado por bien empleado ante la consecución del esperado salto a Segunda Regional, la categoría intermedia del rugby madrileño, un logro en el que ha jugado un papel fundamental Jorge Bodelón, como señala Rodrigo Bernal: “Del reto de poder ascender, creo que ha sido clave traer a Jorge, uno de los entrenadores – jugadores. Ha permitido pegar un punto de inflexión en cuanto a competitividad. Poco a poco el equipo ha ido creciendo, y esa cohesión que han hecho los jugadores con el entrenador ha permitido hacer un grupo fuerte, que ha podido ascender y que, cada día que pasa, va subiendo el nivel”.

Sobre la Liga en Tercera, el fundador del club destaca que “hemos competido contra equipos de División de Honor que, al fin y al cabo, tienen sus categorías, y son estructuras fuertes. Esa inexperiencia nos costó un poco al principio. A día de hoy, creo que habríamos ganado la Liga de golpe, pero pudimos conseguir la segunda posición de ascenso y estamos muy contentos”.

El Villalba Dwarfs acabó la competición en Tercera como el equipo máximo anotador, incluso por encima del líder, el Liceo Francés C (512 contra 485 puntos anotados), y también en el apartado de ensayos (81 contra 77). Esos datos ilustran una filosofía de juego que pretende ser alegre y dinámica. Bernal se detiene en ello y habla de que “tenemos una forma de jugar muy expansiva y lanzada a marcar puntos, a intentar superar al equipo rival con certeza y decisión, y creo que el equipo lo ha ido aplicando poco a poco hasta llegar a conseguirlo”. En ese partido final de Alcobendas, los Dwarfs hicieron siete ensayos, cuatro de ellos de Eduardo Nieto, pero en el transcurso de la competición se han dado exhibiciones anotadoras aún más abultadas, como 72-0 al Complutense Cisneros, o el 5-81 al Alcobendas C de la primera vuelta de la fase de ascenso.

Tiempo de Rugby 7  

La actividad en el Collado Villalba Rugby no se detiene en estas fechas, en la que el Rugby XV da paso al Seven, la modalidad olímpica de siete jugadores, “en la que España tradicionalmente ha tenido muy buenas clasificaciones”. Bernal explica las principales diferencias y habla de los nuevos retos: “Es un rugby de siete contra siete, mucho más aeróbico, dinámico, que exige mucha más toma de decisiones, y en eso estamos trabajando ahora, tanto con el equipo masculino como con el femenino, de cara a participar en las Series de Rugby Siete de Madrid”.

Jaime Fresno