Asamblea del CUC Villalba: la heterodoxia por bandera

🔴 El club declara oficialmente abierto el proceso electoral tras no presentar formalmente a sus responsables ante los socios. 🔴 Martín Ferriz, único socio en presentar su candidatura, se reúne este martes con el presidente saliente, Jesús Mena, para empezar a analizar el estado real del club. 🔴 La intención de todas las partes es acelerar el proceso convocando una Asamblea Extraordinaria en enero para proclamar oficialmente a Martín Ferriz como presidente, en previsión de que no se presenten más candidatos.

Los socios del CUC Villalba ya saben que habrá un proceso electoral tras la dimisión de Jesús Mena y de su junta directiva por finalización de mandato. Y saben, más o menos y en función del grado de acceso de cada cual a la información por el boca a boca, que Gonzalo Bisbal, el que fuera durante años un eficaz secretario y mecenas del club, ha asumido el cargo de responsable electoral para dar entidad al proceso que llevará a José Martín Ferriz a la Presidencia del CUC Villalba.

La conformación de esa Junta Electoral es algo que no se oficializó en la Asamblea Ordinaria del pasado 22 de diciembre y que no se ha sabido por cauces más o menos oficiales hasta este sábado, cuando el presidente saliente publicó una carta de despedida y citó el proceso de pasada. En lo que fue la reunión, no se expusieron a los socios aspectos clave que, según los Estatutos, tenían derecho a conocer en esa misma sesión. Básicamente, el nombre del responsable electoral y el de sus dos ayudantes, para que los posibles candidatos sepan a quién dirigirse durante el proceso, y también a efectos de que el resto de los socios queden a su disposición para, entre otras cosas, actualizar el censo electoral; y en un plano más secundario, el dar a conocer los plazos y las formalidades que conlleva la presentación de una candidatura.

Todo ello venía recogido en el punto 9 del orden del día, pero esa exposición no fue realizada porque, al igual que sucedió cuando Jesús Mena relevó a Juan Antonio Muñoz, la irrupción de un nuevo candidato ejerció de acelerador del traspaso de poderes. Es más, Martín Ferriz presentó algunas de las claves de su proyecto y lo hizo sentándose junto a Mena en la misma mesa presidencial, donde recibió el apoyo unánime de la sala no sólo a su figura, sino también a su plan de otorgar al inversor que le respalda una cuota de poder decisorio en el club del 40%.

En una frase: Martín Ferriz salió de la Asamblea como presidente por aclamación, recibió la enhorabuena de varios socios e, incluso, expondrá en el entrenamiento de este lunes su proyecto a compañeros y cuerpo técnico de la primera plantilla del CUC Villalba. No lo hará como presidente electo, porque aún no lo es, pero sí lo hará como presidente de facto, ante el unánime respaldo recibido en la Asamblea Ordinaria y el que recibirá en la sesión Extraordinaria que se convocará a partir de la segunda quincena de enero, sobre todo a través del voto delegado.   

Asamblea heterodoxa

AQUÍ EN LA SIERRA se refirió a Martín Ferriz como nuevo presidente, a falta de su proclamación en Asamblea Extraordinaria, en base a estos hechos y al precedente del 4 de mayo de 2017, cuando Jesús Mena asumió la Presidencia en la misma reunión de socios en la que dimitió su predecesor, Juan Antonio Muñoz. Entonces, Mena fue proclamado con el voto unánime de la sala, pese a no cumplir el requisito de tener un año de antigüedad como socio, y sin que se diera el plazo de 15 días para la admisión de posibles alternativas.

La unanimidad de los presentes y las urgencias derivadas de la deuda, que requerían de una rápida inyección económica por parte de la directiva entrante, redujeron el traspaso de poderes a una cuestión de minutos. Esta vez el guión ha sido el mismo, con la excepción del debate inconcluso de la conformación de la mesa electoral, realizada tan a toro pasado que una gran parte de la sala se fue sin conocer su composición. Al menos, su existencia oficial sujeta el proceso a la formalidad, aunque sea con pinzas.

Sin embargo, las peculiaridades de la Asamblea del pasado 22 de diciembre van más allá de la confusión en torno al punto crítico del orden del día: fue convocada sin respetar el plazo de 15 días de preaviso al socio -algo endémico en el CUC Villalba desde hace al menos dos décadas-; un importante número de socios no recibió la convocatoria oficial por correo ordinario -incluido el candidato, Martín Ferriz, que además lleva más de un año sin recibir el carnet de socio que tiene pagado-, y tampoco por los cauces informativos de los que el club dispone en internet; se volvió a caer en el error de no incluir la dimisión de la directiva y la convocatoria electoral como orden del día de una Asamblea Extraordinaria -fueron los puntos 8 y 9 de la sesión Ordinaria-; y se incidió en el error formal de presentar las cuentas y el estado de la deuda de forma verbal, sin presentar un estadillo a papel a los socios para que éstos pudieran decidir, datos en mano, el sentido de su voto, algo que, por otra parte, viene siendo el modus operandi del CUC Villalba desde hace ya demasiados presidentes.

En tales condiciones, decir que la Asamblea fue heterodoxa no es si no un eufemismo, pues el desarrollo de la reunión de socios volvió a machetear no pocos artículos de los Estatutos del club, algo que el CUC Villalba debe corregir de inmediato si quiere recobrar parte de la seriedad que un día le sirvió para marcar diferencias claras con otras entidades vecinas, sobre todo en términos de transparencia ante el dominio público.

Dudas en las cuentas

Lo difuso y a la vez confuso de la información ha dejado un poso de duda, ya no sólo entre un representativo número de socios, sino también entre el equipo del candidato y, según todos los indicios, nuevo presidente. Martín Ferriz maneja de momento sólo aquellos datos económicos publicados, o comunicados vía Asamblea, que han estado sujetos a importantes contradicciones, desde que Jesús Mena fue anunciando drásticas reducciones en los débitos del club a partir del agujero heredado de 191.000 euros oficiales. El ejemplo más gráfico es éste: en declaraciones de hace pocas semanas a Radio Marca Sierra, Jesús Mena situaba la deuda en sólo 7.000 euros, mientras que en la Asamblea del 22 de diciembre la directiva habló de que los algo más de 28.000 euros en débitos de 2019 habían aumentado de forma notable a causa de la incidencia de la crisis sanitaria: “La situación tanto deportiva como económica es bastante jodida, hay que buscar soluciones en ingresos y en gestión”, apostilló el ahora presidente en funciones, sin dar cifras concretas.

Manejando ese cuadro diagnóstico, Martín Ferriz sí fue al grano e inició sus intervenciones en la Asamblea elevando a más de 100.000 euros lo que necesitará ingresar el CUC Villalba de aquí a final de temporada, para atender el gasto corriente y la amortización de deuda, un apartado este último sobre el que pesa la sombra de la duda sobre qué ocurrirá en relación a las aportaciones económicas de directivos, exdirectivos y colaboradores. A saber: 63.000 euros, según el resultado de sumar los datos expuestos en la Asamblea (48.000 euros divididos en tres aportaciones de 16.000) a los 15.000 reclamados por el padre del exentrenador del CUC Villalba, David García Aguilar, cifra a la que no se aludió en la sesión.

Martín Ferriz pretende utilizar el periodo de transición para analizar esos flecos y el estado general de la deuda, a fin de dar a conocer la situación real del club a su inversor y de llegar a la Asamblea Extraordinaria de su proclamación con un diagnóstico que refleje fielmente la salud del CUC Villalba. Un diagnóstico que no le queda nada claro en vísperas de reunirse este martes con Jesús Mena, como tampoco tuvo claro su status dentro de la reunión: entró como capitán del primer equipo, no como socio, al no haber recibido el carnet, pero intervino como tal para exponer su candidatura y sus impresiones, tanto desde la sala como desde la mesa presidencial; y se fue recibiendo felicitaciones como nuevo presidente, mientras que a pocos metros se le tomaba nota como candidato en el proceso electoral abierto tras el toque de silbato.

Sea como fuere, cuando todo se resuelva, muy probablemente a mediados de enero, el nuevo presidente tendrá que tirar de diplomacia y pulso institucional para lidiar con la principal patata caliente que le ha dejado la Asamblea de despedida de Jesús Mena: el visto bueno de los socios -no unánime- para emprender acciones legales contra la Concejalía de Deportes de Collado Villalba por el concurso de la Escuela Municipal de Fútbol. Una batalla de largo recorrido que puede ser lesiva para el club, con independencia de que su resolución sea o no favorable, y que fue sacada a colación en los últimos minutos de una gestión de cuatro años que, para más inri, el propio Jesús Mena sabía que no iba a tener continuidad.

Si se permite el eufemismo, demasiada heterodoxia para una Asamblea de esa relevancia, y demasiado lastre en la mochila del sucesor, por si no bastase con el objetivo de lograr el ansiado equilibrio presupuestario del club. 

Jaime Fresno

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