La alcaldesa de Collado Villalba transmite a Cruz Roja su disconformidad con la ubicación de un Centro para solicitantes de asilo político en el barrio de El Gorronal
La alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, ha expresado este martes su disconformidad con que Cruz Roja acoja a 51 solicitantes de asilo político de origen sirio y venezolano, entre otras nacionalidades, en el Hostal Santa Bárbara (calle Goya, 1), que ha alquilado para tal efecto en el barrio de El Gorronal. Esta ONG, una de las tres con las que el Gobierno central tiene firmado un convenio para la acogida de estas personas, tiene prevista la puesta en marcha de un Centro de Preacogida multicultural para gente que solicita asilo político, una experiencia piloto inédita en la Comunidad de Madrid (en Buitrago de Lozoya hay una iniciativa similar con 23 personas y en Torrelodones, otra con 17 individuos que viven en pisos, pero ninguna alcanza la cantidad de Collado Villalba). Estos solicitantes estarían de 6 meses a 3 años en este Centro, tiempo en el que el Ministerio de Empleo y el de Interior estudiarían si tienen acreditada esta condición de refugiados.
Cruz Roja tenía programada que la llegada de estos solicitantes se iniciara el próximo 15 de febrero -aún se desconoce el orden de llegada de estas personas, así como su edad y su nacionalidad-; sin embargo, en la reunión que Vargas ha mantenido esta mañana con varios responsables de Cruz Roja, ha subrayado que «no es la forma de gestionar a un grupo de personas que vienen con unas necesidades concretas. No es lo mismo almacenar 51 personas en un barrio que tenerlos dispersos por todo el municipio; se va a crear un gueto. Collado Villalba siempre se ha caracterizado por ser un pueblo acogedor y solidario, no estamos en contra de ningún tipo de integración, pero no nos parece adecuada la forma en la que quieren hacer esto. No sabemos si van a venir niños y si tendremos plazas para poderlos escolarizar. Es un barrio con una tasa de inmigración muy alta y no es el lugar más adecuado».
Mariola Vargas, que se ha reunido también con concejales de todos los grupos de la oposición, quienes han mostrado su apoyo a la alcaldesa, ha explicado en rueda de prensa, a la que ha acudido un grupo de vecinos del barrio de El Gorronal, que «Cruz Roja nos ha dicho que van a tener muy en cuenta la postura del Ayuntamiento, que sin nuestro beneplácito no van a hacer nada», y se ha ofrecido para buscar otras alternativas «como ya ocurrió hace unos años con el edificio de Madrid, número 12, que se había convertido en un gueto, y ahora las familias viven en todo el municipio perfectamente integradas en 14 pisos de alquiler social».
Además, la regidora mantendrá próximamente reuniones con la secretaria de Inmigración y Emigración del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Marina del Corral Téllez, y con el director general de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Pablo Gómez Tavira. «No nos negamos a que vengan, sino a que lo hagan en estas condiciones. Estamos dispuestos a acoger a los 146 solicitantes de asilo que le corresponden a la Comunidad de Madrid». Actualmente estas 51 personas están alojadas en diferentes hoteles de la Comunidad de Madrid esperando a que Cruz Roja les traslade a Collado Villalba.
El Hostal Santa Bárbara
La familia propietaria del Hostal Santa Bárbara habría alquilado el inmueble a Cruz Roja. El edificio, cerrado desde hace dos años y que cuenta con 45 habitaciones, está fuera de planeamiento, «como muchos de los que hay en este barrio», ha dicho la alcaldesa, por lo que, aunque tiene licencia para funcionar como un hostal, no tiene los permisos necesarios para hacer una obra. «Los propietarios nos pidieron cambiar la licencia para primero convertirlos en apartamentos, luego en una residencia para personas mayores y en una escuela de hostelería y turismo, pero no se puede. Incluso Cruz Roja nos ha pedido cambiar unas bañeras por platos de ducha, pero no se pueden hacer obras».
El Hostal, además, no cuenta con cocina propia, por lo que sus futuros inquilinos tendrían que comer a través de un servicio de catering, factor que también ha apuntado la alcaldesa como negativo a la hora de acoger a la gente en las condiciones que se habrían planteado.