El Hospital General de Villalba supera el millar de intervenciones quirúrgicas en hiperplasia benigna de próstata
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una patología frecuente en varones a partir de los 45-50 años. Se caracteriza por un aumento en el tamaño de la glándula prostática, lo que puede dificultar el vaciado de la vejiga y provocar complicaciones como la retención urinaria, infecciones recurrentes o, en casos avanzados, insuficiencia renal. Esto afecta significativamente a la calidad de vida de los pacientes, ya que muchos deben llevar una sonda urinaria durante meses.
La intervención quirúrgica es una de las soluciones más efectivas para tratar esta patología cuando los síntomas se vuelven severos o no responden a los tratamientos farmacológicos. Desde su apertura, Hospital Universitario General de Villalba -hospital público de la Comunidad de Madrid- ha realizado más de 1.000 cirugías desobstructivas prostáticas, lo que demuestra su amplia experiencia en este procedimiento y su capacidad para ofrecer soluciones rápidas y seguras a los pacientes.
Un modelo de organización eficiente y centrado en el paciente
Gracias a una planificación quirúrgica optimizada, el hospital ha logrado mantener un tiempo de espera reducido para este tipo de intervención, lo que evita que los pacientes sufran largos periodos de dependencia de sondas urinarias y reduce el riesgo de complicaciones. “Nuestro objetivo es que cualquier paciente que necesite esta cirugía pueda ser atendido en el menor tiempo posible, asegurando siempre la mejor calidad asistencial”, explica el Dr. José Emilio Hernández, jefe del Servicio de Urología.
La clave de esta eficiencia radica en la organización de los recursos disponibles, con un índice de rendimiento quirúrgico que supera el 90 % de manera sostenida. “Hemos diseñado un modelo de trabajo que nos permite realizar hasta cinco intervenciones diarias, minimizando los tiempos entre procedimientos y optimizando el uso de los quirófanos, sin que ello afecte a la seguridad ni a la calidad de la atención que reciben nuestros pacientes”, detalla el especialista.
Además de garantizar una atención rápida y eficaz, este enfoque contribuye a una reducción significativa de la estancia hospitalaria y una recuperación más rápida para los pacientes intervenidos. “Cada día tratamos a pacientes que han pasado meses con una sonda urinaria a la espera de una solución definitiva. Gracias a nuestro modelo de gestión, podemos ofrecerles una cirugía en un plazo reducido, evitando el desgaste físico y emocional que supone una espera prolongada”, añade el Dr. Hernández.
La educación prequirúrgica como clave en la recuperación
Además, el hospital ha implementado una escuela específica para pacientes con HBP, donde se proporciona información detallada sobre el proceso quirúrgico, la anestesia utilizada y los cuidados postoperatorios. La educación del paciente antes de la intervención es clave en el éxito de la cirugía, ya que permite que comprenda cada fase del procedimiento, resuelva sus dudas y afronte la operación con mayor tranquilidad y seguridad. “En nuestra escuela de pacientes, explicamos de manera clara y accesible cómo será la valoración anestésica, el ingreso, la estancia hospitalaria y el postoperatorio inmediato. Este acompañamiento educativo reduce la ansiedad del paciente y mejora tanto su recuperación como la adherencia a las recomendaciones médicas”, ha destacado el Dr. Hernández. Además, se han habilitado consultas no presenciales que facilitan el seguimiento clínico sin necesidad de que el paciente tenga que desplazarse al hospital, mejorando la accesibilidad a la atención especializada.
Con más de una década de trayectoria y más de 1.000 intervenciones quirúrgicas realizadas, el Hospital Universitario General de Villalba se ha consolidado como un centro de referencia en el tratamiento de la HBP. Su modelo de gestión quirúrgica, basado en la eficiencia y la personalización de la atención, garantiza que los pacientes reciban una solución rápida, segura y de alta calidad para su patología prostática. “Demostramos cada día que es posible ofrecer una cirugía de alta calidad en plazos reducidos, asegurando el bienestar del paciente y evitando las complicaciones derivadas de una espera prolongada”, concluye el Dr. Hernández.