El Hospital General de Villalba promueve la salud cardiovascular concienciando sobre hábitos preventivos y saludables

Las enfermedades cardiovasculares siguen figurando como principal causa de muerte en el mundo y, junto a las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos (ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca…), afectan tanto a países desarrollados como a aquellos con ingresos más bajos. Sin embargo, se sabe que un enfoque preventivo basado en cambios de estilo de vida puede evitar gran parte de estas afecciones.

“La buena noticia es que muchas de las enfermedades del corazón pueden prevenirse”, destacan los especialistas del Hospital Universitario General de Villalba -integrado en la red pública madrileña (Sermas)- quienes, durante una jornada dedicada a la salud cardiovascular y organizada la semana pasada con motivo del Día Mundial del Corazón, subrayaron la importancia para ello de mantener hábitos de vida saludables. Una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y la gestión adecuada del estrés se posicionan como los tres pilares fundamentales para reducir el riesgo de sufrir un evento cardiaco.

Relevancia de la prevención

Por ese motivo, el hospital villalbino puso el foco en la relevancia de la prevención en salud cardiovascular con una serie de actividades dirigidas a informar y concienciar sobre el cuidado del corazón. Así, bajo el lema “Dale marcha a tu corazón”, y a través de varias conferencias y actividades, los especialistas del centro subrayaron la importancia de seguir hábitos de vida saludables para evitar la aparición de enfermedades cardíacas, frenar su progresión y mejorar la recuperación tras un evento cardiovascular.

La XI Jornada del Día Mundial de Corazón del Hospital Universitario General de Villalba contó con la participación de su personal de Enfermería, que ofreció a numerosos pacientes, familiares y visitantes la oportunidad de realizarse un cálculo personalizado de riesgo cardiovascular, considerando factores como el índice de masa corporal, la glucemia y la tensión arterial. Estas mesas informativas, instaladas en la entrada principal del hospital, permitieron a los asistentes informarse sobre los principales factores que inciden en su salud cardiovascular.

En esta línea, las profesionales de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos impartieron un taller de reanimación cardiopulmonar (RCP) en el que los asistentes aprendieron técnicas vitales que pueden marcar la diferencia entre salvar o no una vida en situaciones de emergencia.

Soluciones prácticas para la salud del corazón y resolución de dudas

La jornada incluyó también una serie de interesantes conferencias bajo el título “Soluciones prácticas para la Salud del Corazón. Tengo dudas ¿quién me las puede resolver?”, en las que se ofrecieron recomendaciones para vivir más y mejor en el ámbito del tratamiento y los hábitos de vida cardiosaludables.

En este contexto, el Dr. Felipe Navarro del Amo, jefe del Servicio de Cardiología del hospital, abrió la jornada recordando que “tras un infarto, el tratamiento no se limita a la recuperación inmediata; el paciente debe seguir un control estricto de su colesterol, hipertensión y diabetes, ya que estos tres factores son determinantes para evitar nuevos eventos cardiovasculares”. Además, “es importante que los pacientes comprendan que las infecciones, y más concretamente las respiratorias graves, como la neumonía, pueden desencadenar en infartos en pacientes de riesgo, por lo que es importante la vacunación anual contra la gripe y el neumococo”, añadió.

Por su parte, el Dr. Alejandro Esteban Martínez, especialista del Servicio Rehabilitación del hospital villalbino, abordó la importancia de la rehabilitación cardíaca tras un infarto, destacando que esta “se inicia tras el ingreso hospitalario y se estructura en fases, incluyendo ejercicio controlado y control de la frecuencia cardíaca para asegurar un esfuerzo seguro. La actividad física regular, que incluye ejercicios de resistencia, equilibrio y fuerza, no solo facilita la recuperación, sino que también previene complicaciones futuras y mejora la calidad de vida del paciente”, dijo.

La jornada finalizó con una conferencia sobre la importancia de una buena alimentación, de la mano del Dra. Claudia M. Causso Lariena y Álvaro Sánchez Jiménez, especialista y nutricionista, respectivamente, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del General de Villalba, quienes hicieron hincapié en la dieta mediterránea como una de las mejores herramientas para proteger el corazón. “La dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o con frutos secos, mejora la presión arterial, el colesterol, la aparición de diabetes mellitus, la inflamación y el estrés oxidativo. Además, se ha demostrado que reduce en un 30 por ciento la enfermedad cardiovascular en comparación con una dieta baja en grasa”, señaló la Dra. Causso. En este sentido, Álvaro Sánchez subrayó que “esta dieta debe centrarse en alimentos de origen vegetal”. “Un plato cardiosaludable debe incluir abundantes frutas y verduras, asegurando al menos tres piezas de fruta al día y legumbres cuatro o más veces a la semana, sin olvidar un consumo diario de aceite de oliva”, aseveró, añadiendo que “se deben priorizar siempre los alimentos frescos y descartar los ultraprocesados para mantener un corazón sano”.

Send this to a friend