El Hospital de Villalba cierra con éxito el programa MAIC Continuum para optimizar la transición al alta hospitalaria y el manejo de los pacientes con insuficiencia cardiaca

En abril de 2024, y con el objetivo de optimizar el proceso de transición al alta hospitalaria y mejorar el manejo de los pacientes con insuficiencia cardiaca -enfermedad crónica que impide que el corazón tenga capacidad suficiente para bombear sangre-, el Hospital Universitario General de Villalba implantó el programa MAIC Continuum, diseñado por expertos sanitarios en esta patología, para mejorar la atención de los pacientes afectados por ella y minimizar el riesgo de reingresos hospitalarios. 20 meses después, el hospital villalbino cierra con éxito el proyecto registrando mejoras en los principales indicadores objetivo del mismo gracias a las acciones realizadas en el marco de su desarrollo.

MAIC Continuum forma parte del programa MAIC (Modelos Asistenciales de Atención al Paciente con Insuficiencia Cardiaca), liderado por Boehringer Ingelheim con el aval de las sociedades españolas de Cardiología (SEC), Medicina Interna (SEMI), Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Directivos de la Salud (SEDISA) y Farmacia Hospitalaria (SEFH), y que busca mejorar la salud de las personas con insuficiencia cardiaca y contribuir a un modelo de gestión más sostenible para el sistema sanitario.

Un reto ambicioso pero necesario, teniendo en cuenta que cada año se producen en España más de 107.000 ingresos hospitalarios por esta enfermedad crónica, que actualmente es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años, suponiendo entre el 3 y el 5 por ciento de los ingresos hospitalarios en nuestro país; y las previsiones apuntan un crecimiento del 50 por ciento de la tasa de ingresos durante los próximos 25 años. Por todo ello, la insuficiencia cardiaca es un reto para el sistema sanitario español.

“En el abordaje de esta patología, uno de los momentos críticos es el de la transición entre el alta hospitalaria y el inicio del seguimiento ambulatorio, cuando el paciente presenta mayor fragilidad y se debe conseguir, entre otros aspectos, la adherencia al tratamiento, un seguimiento continuado y multidisciplinar y facilitar la educación del afectado y su cuidador”, afirma el Dr. Jesús Fernández Tabera, director de Continuidad Asistencial del Hospital Universitario General de Villalba. Así, “optimizar este proceso minimiza el riesgo de reingresos hospitalarios y mejora la calidad de vida del paciente”, añade.

Reducir reingresos hospitalarios y mejorar la calidad de vida del paciente

En su opinión, “para garantizar el correcto seguimiento y continuidad de cuidados de un paciente con insuficiencia cardiaca tras su alta hospitalaria, es muy importante que este momento haya estado planificado con el propio paciente, habiéndose explicado y consensuado, con él y sus cuidadores, cómo va a ser ese proceso, y que el hospital cuente con recursos asistenciales para facilitar esta transición, como los que tenemos en el General de Villalba: una unidad de Continuidad Asistencial, cuya enfermera contacta y se coordina con la enfermera que seguirá el proceso de ese paciente en el centro de salud, ya desde antes del alta hospitalaria”.

Asimismo, recuerda que, “durante la hospitalización de un paciente con insuficiencia cardiaca, se persiguen tres objetivos: identificar y corregir el factor desencadenante, descongestionar al paciente con tratamiento diurético; e identificar todas sus comorbilidades para optimizar al máximo su tratamiento de base y evitar nuevas descompensaciones”.

Una estrategia a la que MAIC Continuum ha contribuido positivamente, al haber ayudado a detectar y mejorar los aspectos con mayor impacto potencial sobre la salud y calidad de vida de los pacientes con esta patología, y ofrecido herramientas para facilitar la implementación del proceso óptimo de transición al alta hospitalaria, basándose en el trabajo multidisciplinar de los diferentes profesionales sanitarios que intervienen en el proceso que, en el caso del General de Villalba, abarcan Cardiología, Medicina Interna, Geriatría, Medicina de Familia, Urgencias, Enfermería.

“La relación entre Atención Primaria y el hospital es fluida, y cuenta con procedimientos y circuitos que garantizan que el tránsito asistencial del paciente entre los dos ámbitos sea seguro”, apunta el director de Continuidad Asistencial del centro villalbino, añadiendo que el programa ha fortalecido dicha relación, “facilitando el seguimiento precoz del paciente tras su alta hospitalaria”. Además, “ya tenemos evidencia de que el seguimiento al alta organizado reduce el número de ingresos de los pacientes, así como su mortalidad, mejora la satisfacción del paciente y de su familia, y optimiza la adherencia terapéutica y de cuidados”, adelanta.

Realización de los planes de acción establecidos y mejoras en todos los indicadores

Y es que, a lo largo de los 20 meses del programa en el General de Villalba, este ha avanzado en el camino hacia los objetivos planteados al inicio del mismo, que incluían mejorar el diagnóstico y seguimiento; optimizar el tratamiento médico; fomentar la educación y autogestión del paciente; facilitar la coordinación de la atención y la continuidad asistencial y de cuidados en el paciente al alta hospitalaria; incrementar su seguridad favoreciendo la conciliación de la medicación; reducir hospitalizaciones y reingresos que deterioran la funcionalidad del paciente; mejorar su calidad de vida; y evaluar resultados y satisfacción del paciente.

Concretamente, como detalló el Dr. Fernandez Tabera, gracias a la implementación del programa, se ha mejorado el protocolo de atención y manejo del paciente con insuficiencia cardiaca, así como el protocolo asistencial del paciente con insuficiencia cardiaca avanzada​; favorecido la educación estructurada en el paciente, y optimizado la conciliación de la medicación, el circuito de intervención social y el seguimiento al alta hospitalaria.

Gracias a todo ello, el resultado ha sido la realización de la totalidad de los planes de acción establecidos y una mejora en los principales indicadores objetivo del programa. Así, el porcentaje de pacientes que ha recibido un contacto precoz a las 48-72h del alta hospitalaria​ por insuficiencia cardiaca ha pasado del 37,5 al 68 por ciento, mejorando en más de 30 puntos porcentuales; el de pacientes que han tenido una consulta con el equipo de Atención Primaria a los 7-10 días de recibir el alta se ha incrementado del 60 al 72 por ciento; y el de los que la han tenido con un médico especialista en insuficiencia cardiaca a las 2-3 semanas ha alcanzado el 50 por ciento, aumentando en 32,5 puntos porcentuales desde el 17,5 por ciento.

Con respecto a las tasas más significativas tras el alta, la de pacientes que han visitado Urgencias por diagnóstico principal de insuficiencia cardiaca a 30 días después del alta se ha reducido del 16,3 al 8 por ciento; la de pacientes que han reingresado a 30 días por este mismo diagnóstico se ha mantenido en una media del 9 por ciento; y el promedio de la tasa de mortalidad a un mes se ha situó en el 14,2 por ciento.

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