La alcaldesa de Collado Villalba explica el cese del director de Recursos Humanos por posibles irregularidades en un proceso de oposición

La alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, ha hecho público un documento en el que explica cuales son las razones por las que ha perdido la confianza y que la han llevado a cesar al director de Recursos Humanos, Francisco Santandreu, un cargo de confianza vinculado al grupo municipal de Ciudadanos. Según Vargas, las posibles irregularidades en la actuación de Santandreu en un proceso de oposición de uno de los aspirantes a ocupar una plaza de Técnico de Administración General, TAG, grupo A-1 en el Ayuntamiento de Collado Villalba, uno de los más remunerados en el Consistorio.

Al parecer, la regidora solicitó en la Junta de Gobierno Local del pasado 19 de enero al concejal delegado de personal, Bernardo Arroyo, (también del grupo municipal Ciudadanos) que procediese a suspender cautelarmente el proceso selectivo «por haber vivido con respecto del desarrollo del mismo una experiencia totalmente irregular desde mi punto de vista este lunes pasado, día 16 de enero de 2023 que paso a relatar en primera persona: Cuando llegué al Ayuntamiento sobre las seis de la tarde, me informa el conserje de que “hay gente arriba, en el palomar”. Así es como conocemos coloquialmente en la casa a la sala de formación de la tercera planta. También me informa de que está en su despacho la técnica de Prevención de Riesgos Laborales, Sonia Rodríguez Barroso», comienza a explicar Vargas.

La alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas

«Cuando subo a ver quién está arriba, me encuentro a Beatriz López, funcionaria de esta casa, y secretaria de la oposición objeto de cautela, a la que pregunto qué hacen allí, y me dice que una reunión preparatoria de una prueba de la fase de la oposición que se va a realizar el lunes 23 de enero. Cuando entro en la sala de formación veo a seis personas, de las cuales solo
conozco a dos: Mario Salcedo, ex trabajador de este Ayuntamiento y miembro del tribunal, y Francisco Santandreu, el cual el día 16 de enero era trabajador laboral eventual de esta casa,
y al que por cierto, no veía en persona desde antes de Navidad. En ese momento, me dirijo a la secretaria del tribunal diciendo que cómo es posible que en una reunión preparatoria esté
alguien ajeno al tribunal. Entonces, el señor de pelo rizado que desconozco como se llama, pero posteriormente me indican que es funcionario del Ayuntamiento de Madrid y miembro
del tribunal, pregunta en voz alta “¿Quién es esta señora?”, y la secretaria contesta: “esta señora es la señora alcaldesa”. Desde ese momento, el señor de pelo rizado se deshace en
explicaciones con todo lujo de detalle indicando que Francisco Santandreu “ha tenido a bien” llevarles al Ayuntamiento en su coche. Otro señor, que con posterioridad me dicen que es
funcionario del Ministerio de Justicia, dice entonces que él tiene coche y les puede devolver a su casa, y yo indico que a lo mejor es mejor, porque Francisco no puede estar dentro de la
reunión y ellos me manifiestan que no saben cuánto pueden tardar».

«Cuando pasa una hora o así, acuden a mi despacho a despedirse un señor que me indican con posterioridad que es el presidente del tribunal, junto al señor del pelo rizado, y Francisco Santandreu, y en mi despacho el señor de pelo rizado me dice, sin yo preguntar, que se han esforzado muchísimo en elegir a una persona capacitada para el puesto y creen que la que va a ganar es muy buena, pero que la segunda es igual de buena y que sí va a tener posibilidad de trabajar también. Le indico que solo hay una plaza en el proceso de selección, pero que la segunda queda en bolsa de empleo y que las IT o ausencias prolongadas, desgraciadamente tan habituales en esta casa, las cubrirá la segunda. Que me sorprende que hablen en femenino, y que ya sepan quién va a ganar», continua la alcaldesa.

«El nombre de Paloma Solano Martín no sale de la boca del señor de pelo rizado en ningún momento. Ese nombre es conocido por mí desde hace más de un mes por otros motivos que a continuación paso a relatar, pero he de decir, que a partir de ahora hablo de oídas. El anterior relato es testimonio en primera persona. El día 14 de diciembre de 2022, acude a mi despacho Beatriz López, secretaria del tribunal acompañada de Héctor Allas, técnico de Personal de esta casa, para manifestar su preocupación por la presencia de Francisco Santandreu en reuniones preparatorias y deliberaciones de reuniones del tribunal de oposición. Manifiesta que la tal Paloma Solano Martín, es objeto de esas conversaciones, y que Francisco Santandreu habla en su favor. Parece ser que es alumna suya, que él la ha preparado para presentarse a oposiciones. El técnico de Personal refiere que a él, Francisco Santandreu, le ha preguntado personalmente si la tal Paloma Solano Martín se había podido inscribir en la oposición finalmente, porque al parecer estaba teniendo algún tipo de dificultad, y es Héctor Allas, el técnico, quien le corrobora que efectivamente está bien inscrita».

«Como digo, todo esto llega a mi conocimiento el 14 de diciembre, pero ocurre todo lo que relato el día 13de enero, y eso ya no me lo cuenta nadie, lo veo yo misma: Francisco Santandreu de nuevo en una sala donde se iba a llevar a cabo una reunión preparatoria, que posteriormente me dicen que era para señalar el ejercicio caso practico a desarrollar el lunes 23, y el resto de explicaciones del miembro del tribunal funcionario del ayuntamiento de Madrid. La única que llamaba la atención en aquella sala era yo, tal y como relato. El resto de los actores eran conocidos.
Efectivamente, me parece estar ante graves irregularidades, salvo que todo esto tenga otra explicación, por lo que procedo a dejar mi manifestación por escrito, y quedo a la espera de esclarecer todo esto. Me atrevería finalmente a preguntar si es posible preguntar a su vez a la tal Paloma Solano Martín si realmente es alumna de Francisco Santandreu. Es todo cuanto tengo a bien manifestar, salvo aportaciones posteriores que pudieran venir a mi memoria en el plazo de los cinco días hábiles otorgados a tal fin», concluye Mariola Vargas.

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