Vecinos de Cerro Alarcón, en Valdemorillo, piden que el rebaño de cabras y ovejas para desbrozar la urbanización se traslade a otra zona

Vecinos de la entidad urbanística de conservación Ampliación Cerro Alarcón, en Valdemorillo, han mostrado su malestar por la instalación en una parcela de este núcleo de un rebaño de más de 200 cabras y ovejas para colaborar en el desbroce perimetral de la urbanización, medida que se puso en marcha a finales de mayo del pasado año.

Imagen del rebaño de cabras y ovejas en una parcela de Ampliación de Cerro Alarcón
Imagen del rebaño de cabras y ovejas en una parcela de Ampliación de Cerro Alarcón

«Vaya por delante que la iniciativa nos parece muy positiva e interesante, el problema es que el rebaño se ha instalado en una parcela cuyo suelo está clasificado como urbano, en el corazón de la urbanización, a escasos metros de viviendas y de una parada de autobús interurbano que también utilizan los autobuses escolares», indican estos vecinos.

Olores y ruidos

«Las cabras están hacinadas, los olores y ruidos son muy molestos y, por si fuera poco, una medida que se anunció como provisional, tiene visos de convertirse en permanente porque se ha construido un establo», afirman. 

Ante las primeras quejas vecinales, continúan, «se puso un cartel sujeto a la valla de la parcela donde se puede leer ‘zona ganadera’ (¡¡en plena urbanización!!) junto a unas normas delirantes sobre mastines y lobos que solo sirve para añadir surrealismo a una situación ya de por sí chocante».

«Entendemos que los motivos expuestos deberían ser suficiente para que el Gobierno municipal actuara y trasladara el rebaño a alguna de las numerosas fincas rústicas que perimetran la urbanización. Nada de esto ha ocurrido pese a que ya llevamos dos plenos municipales planteando el asunto en el turno de ruegos y preguntas», explican. 

Por otra parte, estos vecinos consideran que lo más llamativo es que la ordenanza sobre protección y tenencia de animales señala que «queda terminantemente prohibido establecer corrales de ganado en suelo clasificado como urbano».

En beneficio de todos

Frente a las críticas de estos vecinos, el Ayuntamiento niega que el rebaño esté hacinado y defiende que se trata de una medida que busca «beneficiar a todos», reforzando las labores preventivas destinadas al desbroce y limpieza de espacios donde la presencia de abundante vegetación resulta un claro peligro ante cualquier conato de incendio.

El objetivo es eliminar el ‘combustible’ del que se alimentan los incendios, sin emisiones contaminantes, rápida y eficazmente, como señalaron desde el Ayuntamiento en el momento de poner en marcha esta medida, que entonces no encontró oposición.

«La ganadería extensiva ha demostrado ser una gran aliada para luchar contra el cambio climático porque contribuye a la protección de pastos, importantes sumideros de carbono, reduce el riesgo de incendio extremo y genera paisajes únicos y diversos, como las dehesas. Sin embargo, el pastoreo está en peligro de extinción», explicaba el concejal de Medio Ambiente, Miguel Partida.

En aquel momento se apuntaba también que estas labores de pastoreo «se mantendrán temporalmente hasta completarse el desbroce, contando con las preceptivas autorizaciones, quedando supeditados el traslado y estancia del rebaño a los permisos de la Dirección General de Agricultura».

 
Send this to a friend