Actuación inolvidable de Juan Ortega para abrir la puerta grande en Valdemorillo

El ambiente era de máxima expectación en la segunda de la Feria de San Blas y el coso de la Candelaria agotó el papel para ver un cartel muy rematado, con Alejandro Talavante, Juan Ortega y Ginés Marín. Valdemorillo está de moda, saca músculo y la Tauromaquia reforzada.

La tarde tuvo un nombre propio: Juan Ortega. Independientemente de las dos orejas cortadas y la puerta grande, su faena queda escrita para siempre. La sensación de estar ante un torero que apetece mucho ver y de que ésta puede ser la temporada de su consagración.

La corrida de Núñez del Cuvillo no fue buena, no tuvo ni su marcada clase y el depósito de la raza estuvo mermado. Talavante, en dos faenas discretas, no tuvo muchas opciones, mientras Ginés Marín mostró disposición, pero se marchó de vacío a pesar de sus intentos.

Obra maestra de Juan Ortega

Venía Ortega precedido de la polémica cancelación de su boda en el último momento, portada y comidilla de todos los medios. Sin embargo, el banquete tenía fecha en Valdemorillo para que el sevillano hiciera una obra de arte. El inicio de faena por bajo fue el prólogo de una labor repleta de torería. El toro había apuntado ser el de más clase de la corrida y el diestro supo administrarlo. Todo lo que hizo olía a torero bueno y la plaza rugió con una serie de naturales, olvidándose de la técnica y poniendo todo el sentimiento. Se esperó mucho cada serie por parte del público, que calibró a la perfección el toreo del trianero.

Los remates fueron verdaderos carteles de toros. El cenit vino con una serie de naturales con la pierna flexionada de verdadera categoría. Enterró la espada Ortega, el toro cayó y las dos orejas fueron incontestables.

A su primero ya le había recibido con unos lances de primor y un quite por chicuelinas con mucho sabor. La faena estuvo presidida por los detalles, pero poca casta y fondo sacó el de Núñez del Cuvillo. El torero lo hizo todo muy despacio, lo mató con prontitud, se pidió la oreja, aunque el presidente no lo consideró, y salió a saludar.

Ginés Marín y Talavante, sin opciones 

Ginés Marín realizó una faena limpia y solvente ante su primero, un toro de Cuvillo que pegó tornillazos sobre el pitón izquierdo. Tuvo mayor entidad la faena realizada al sexto, no era fácil después de torear Ortega. Comenzó de rodillas en los medios con una arrucina y una ligada serie sobre la derecha. El toro comenzó a defenderse pronto y Marín se metió entre los pitones con seguridad y determinación. Lo tumbó de una buena estocada y mereció un premio mayor a un respetable silencio.

Alejandro Talavante lo intentó con el que abrió plaza, un toro muy endeble que no tuvo una brizna de emoción y el público no echó cuentas. En su segundo turno, el extremeño se enfrentó a un astado de poca raza, pegó pases sobre ambas manos, pero al conjunto le faltó intensidad por culpa de la condición de su oponente.

La ficha

2ª de la Feria de San Blas en Valdemorillo. 10-02-24. Lleno de “No hay billetes”. Toros de Núñez del Cuvillo, de agradable presentación y buenas hechuras. Descastados y de poco juego. El 5º tuvo buena condición y el 6º resultó noble, pero sin duración. Alejandro Talavante, silencio y silencio; Juan Ortega, ovación tras petición y dos orejas; Ginés Marín, ovación y silencio. Incidencias: Al finalizar el paseíllo se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de los dos guardias civiles asesinados en Barbate. Saludaron los banderilleros Javier Ambel en el cuarto y Antonio Chacón en el sexto.  

Esta tarde concluye la Feria de San Blas 2024 con una corrida de toros de Alcurrucén en la que Miguel Ángel Perera dará la alternativa al madrileño García Pulido, actuando como testigo Paco Ureña. El festejo comenzará a las 17:00 horas.

Crónica: Alfredo Fernández / Fotografías: Plaza de Toros Valdemorillo (X)