Emilio de Justo, Castella y el rejoneador Diego Ventura, grandes protagonistas en Valdemorillo, junto con la ganadería de El Capea
Valdemorillo queda consolidada en el arranque del curso taurino. La tendencia y la calidad alcanzada estas últimas temporadas hacen de la Feria de San Blas y la Candelaria el primer puerto del año y la feria de más fuerza de la comarca. Mucho público que demuestra el gran momento que vive la Tauromaquia en Madrid y en cada rincón; en este caso, Valdemorillo. Tanto el Ayuntamiento como la empresa Pueblos del Toreo han construido un proyecto taurino que año tras año se supera.
En el plano artístico y ganadero ha habido de todo, pero cabe destacar la autoridad de Sebastián Castella, que cortó tres orejas; la gran faena realizada ayer domingo por Emilio de Justo y la elegante actuación del sábado que protagonizó el rejoneador Diego Ventura. Los tres salieron a hombros del coso de “La Candelaria”, además del novillero Javier Zulueta, que dejó su impronta en la novillada picada del pasado viernes. En el capítulo ganadero, destacar la buena corrida de “El Capea”, con un toro notable premiado con la vuelta al ruedo; el gran ejemplar de Garcigrande lidiado ayer domingo y también la excelencia de los erales de Montealto en en la clase práctica con la que arrancó la Feria de Valdemorillo 2025.

Ayer, domingo 9 de febrero, se cerró la Feria de Valdemorillo con un ambiente de máxima expectación y el cartel de “no hay billetes” colgado de las taquillas del coso de “La Candelaria”. El mano a mano entre dos de los toreros predilectos de la afición madrileña, Emilio de Justo y Juan Ortega, había calado. Como sucede tantas veces, los tres hierros escogidos (José Vázquez, Garcigrande y El Parralejo) no embistieron como se esperaba, pero cuando la tarde parecía vencida apareció en la arena el quinto para cambiar el rumbo del último festejo del ciclo serrano.
Gran Emilio de Justo y gran toro
Emilio de Justo fue a recibir a los chiqueros a “Desprendido”, de Garcigrande, el toro más “guapo” y de mejores hechuras de las tres ganaderías anunciadas. Después de un arrebatado saludo de capa, el torero extremeño vio pronto la clase de su oponente. Hubo dos series magnificas sobre la mano derecha -el mejor pitón del toro-, bajando la mano, reduciendo la embestida del animal y abrochando con enormes pases de pecho a la hombrera contraria. El público se metió de lleno y vibró con la faena del torero, que no bajó la intensidad de la obra y alcanzó su máxima altura en dos series sobre la derecha, sin usar la ayuda, de verdadera categoría; un torero encajado y entregado. Enterró el acero al primer encuentro y el doble trofeo fue incuestionable para Emilio de Justo. El “garcigrande” recibió una justa ovación en el arrastre.

Había abierto la función un toro de José Vázquez con cara y alzada, pero que no tuvo una brizna de raza y con el que Emilio de Justo trató de armar la faena, pero no había emoción. El tercero llevó el hierro de El Parralejo y recibió protestas del púbico por su terciada anatomía. Se movió mucho el toro, más vencido por el pitón izquierdo, que exigía mando. Hizo un considerable esfuerzo el diestro extremeño y fue sobre la derecha donde domeñó la embestida con un final de notable conjunción y acople. El desacierto con el acero le impidió pasear trofeo.
Juan Ortega, sin suerte
Se esperaba a Juan Ortega después de la memorable faena realizada un año antes en esta misma plaza. El alcalde de Valdemorillo, Santiago Villena, que tiene que estar satisfecho con su apuesta taurina, le otorgó el trofeo que le acredita como triunfador en 2024, pero en esta ocasión no tuvo suerte.
El sevillano primero se enfrentó a un astado de José Vázquez que tuvo presencia, pero su escasa raza solo le dejó esbozar algún detalle y alguna pincelada torera.

La esperanza se apoderó de la plaza en un quite por delantales al sobrero de “Garcigrande”. Pura torería y distinción. Sin embargo, el toro duró muy poco y Juan Ortega volvió a dejar pases sueltos de mucha inspiración, pero sin poder ligar los muletazos por la sosería del astado. Después de la gran obra de Emilio de Justo, saltó el sexto con el hierro de El Parralejo. Pronto comenzó a puntear y Juan Ortega lo intentó sobre ambos pitones, pero la tarde no estaba para él. No estuvo acertado con la espada y fue silenciado.
Con todo, Emilio de Justo salvó una corrida que casi es decepción.

Castella y Ventura, puerta grande
Sebastián Castella y el rejoneador Diego Ventura dieron una gran tarde en la tarde del sábado 8 ante una buena corrida del maestro Capea, con un toro de excepción, Vichanero, para el que se llegó a pedir el indulto y que fue distinguido con la vuelta póstuma.
Castella desorejó a este gran toro en una faena de fina composición, ajustada y con mucha suavidad y sutileza. Las tandas de naturales resultaron de trazo lánguido y con verticalidad en la figura. Aprovechó la gran clase del astado en una faena de gran importancia que tras matar al primer intento fue premiada con las dos orejas. El diestro francés sumó otra del quinto tras una faena limpia y enfibrada ante un Capea que se dejó hacer. El torero salió con tres orejas del coso serrano.

Le acompañó en la salida a hombros Diego Ventura, que hizo gala de su maestría a caballo. Destacó las batidas al pitón contrario en el toro que abrió la corrida, a lomos del caballo “Lío”. Tras un rejonazo trasero, cortó la primera oreja. La del cuarto brilló con el caballo “Nómada”, un crack, destacando un par a dos manos. Mató de un rejón al colaborador toro de Capea y sumó un trofeo.
José María Manzanares se fue de vacío en su presentación en Valdemorillo. A su encastado primero le realizó una faena limpia y ligada, pero rápida en su desarrollo. Se demoró con el descabello después de una estocada. Al sexto toro le faltó celo y raza. El torero alicantino logró dos series con la mano derecha, lo mejor de su actuación. El animal tardó en echarse y faltaron pañuelos para la oreja.
Fichas
Valdemorillo. 3ª de la Feria de San Blas (domingo 9 de febrero), lleno de “No hay billetes”. Toros de José Vázquez (1º y 2º), bien presentados y endebles; Garcigrande (4º, 4º bis, desfondado) y ( 5º) extraordinario y “El Parralejo” (3º ) con movilidad y 6º, apagado. Desiguales de presencia y juego. Emilio de Justo, silencio, ovación con saludos y dos orejas; Juan Ortega, silencio, ovación y silencio.
Valdemorillo. 2ª de la Feria de San Blas (sábado 8 de febrero). Festejo mixto. Toros de El Capea (1º y 4º) para rejones y de Carmen Lorenzo para lida a pie, agradables de presencia y nobles. Destacó el gran 5º, de nombre “Vichanero” y premiado con la vuelta al ruedo. El 3º también fue bueno. El rejoneador Diego Ventura, oreja y oreja; Sebastián Castella, dos orejas y oreja; y José María Manzanares, ovación y silencio