Stablecoins: qué son y por qué están en auge
Explicamos las peculiaridades de estas modalidades de criptomonedas, y los motivos que están favoreciendo su expansión.

Las cripto siempre han sido asociadas a una alta volatilidad, que implica grandes oscilaciones en la cotización, si bien esta característica resulta extrapolable también a otro tipo de activos.
En cualquier caso, en los últimos tiempos han irrumpido unas modalidades como las stablecoins, cuya denominación ya anuncia un comportamiento menos oscilante en su valoración en los mercados. Además, están experimentando un auge que las ha convertido en una de las principales protagonistas del actual ecosistema de las criptomonedas, al apreciarse su capacidad para preservar un valor estable, generalmente vinculado al dólar.
Asimismo, esta vinculación con la moneda de referencia a nivel mundial u otras divisas confiables, convierte también a las stablecoins en nexo de unión entre las finanzas cripto y las tradicionales, en lo que supone otro motivo adicional que explica su éxito, al margen de la capacidad para mantener valores estables.
Hasta tal punto ha llegado su florecimiento en los últimos meses que algunos prestigiosos medios hablan del verano de las stablecoin, con organismos reguladores tan adustos como el BCE viéndolas con buenos ojos, algo que implica todo un espaldarazo dada su escasa propensión a las tendencias aventureras.
Aunque para entender mejor el viento de cola que sopla a favor de las stablecoins cabría poner en valor varias novedades regulatorias que están favorecido su eclosión.
Regulación incipiente de la stablecoins
Uno de los principales hitos regulatorios sucedido este mismo verano de 2025 es la aprobación en julio de las GENIUS Act en Estados Unidos, que establece la obligación de respaldar cada token emitido con dólares o activos de bajo riesgo, además de la realización de auditorías periódicas.
Con ello, se reduce la desconfianza sobre las reservas reales de los emisores de stablecoins, se ofrece mayor seguridad a usuarios particulares e instituciones y se facilita su adopción como medio de pago o instrumento financiero.
En paralelo, Hong Kong ha lanzado su propia stablecoin: Ordinance, con sus propios requisitos en cuanto a licencias y reservas líquidas. Cabe valorar que lo que haga este pequeño territorio no es baladí, debido a que hablamos de uno de los principales enclaves financieros a nivel global, y que lo que pase aquí supone también un indicador de por dónde apunta la política financiera de la administración china que controla Hong Kong.
En este sentido, China estaría estudiando levantar su prohibición a los criptoactivos, para permitir en todo el país el desarrollo de stablecoins respaldadas por el yuan, en un movimiento tendente a reforzar la internacionalización de su moneda y a equilibrar el dominio actual del dólar.
Pero el interés no se limita a los reguladores que marcan el paso en la economía mundial. Visa ha incorporado a su red de pagos digitales stablecoins como USDG (vinculada al dólar para pagos internacionales), PYUSD (creada por PayPal y respaldada 1:1 por el dólar) y EURC (Euro Coin, anclada al euro).
Indicadores clave del peso actual de las stablecoins
Con todo, el mejor indicador de la pujanza de las stablecoins estaría en su comportamiento en el mercado, por más que lo ocurrido ayer no pueda anticipar lo que va a pasar mañana. Máxime cuando siempre son factibles los movimientos correctores…
Lo que sí resulta un hecho inamovible es que el pasado junio de 2025 Circle, emisora de USDC, tras su salida a bolsa vio cómo se dispararon sus acciones un 300%.
Por otra parte, emisores de stablecoin como los referidos se han convertido en actores clave dentro del mercado financiero tradicional, de manera que ya a marzo de 2025 acumulaban cerca de 200.000 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense, situándose entre los 20 mayores tenedores globales.
Cabe destacar que el avance de las stablecoins también genera tensiones e inquietudes, siendo ya varios los bancos estadounidenses han expresado su preocupación por la fuga de depósitos hacia tokens de estas criptomonedas que potencialmente pueden ofrecer mayor rendimiento, algo que en último término podría reducir la liquidez disponible para el crédito tradicional.
También hay preocupaciones en torno a la regulación de la custodia de activos, la transparencia sobre las reservas existentes y la capacidad de los emisores de absorber picos de demanda en situaciones de estrés en los mercados financieros.
En cualquier caso, más allá de estas dudas, es indudable que las stablecoins han pasado de ser una mera solución técnica dentro del mundo cripto a convertirse en un instrumento financiero con impacto global.
Así queda acreditado por la aprobación de marcos regulatorios por los gigantes que marcan el paso en política económica, la integración en redes de pago de referencia y su creciente presencia en los mercados de deuda pública.
De este modo, más allá de cómo vaya a evolucionar la cotización de las stablecoins, de lo que sí se puede tener una certidumbre absoluta es que ya suponen un pilar sobre el que se están erigiendo las finanzas actuales.
