La hostelería en la Sierra, ante su momento más complicado: «La incertidumbre es total»

El sector es uno de los más golpeados por la crisis del coronavirus, reclamando ayudas, rebajas impositivas y otras medidas que contribuyan a aliviar esta situación.

Uno de los sectores que se ha visto más duramente afectado por la crisis es el de la hostelería, que en los municipios de la Sierra tiene un peso muy importante dentro de su economía. “La incertidumbre es total ahora mismo; estamos cerrados por el decreto de alarma, pero no sabemos cuándo podremos abrir, ni en qué condiciones; no van a ser sólo estas semanas, sino que prácticamente damos por perdido todo el verano”, comentaba un hostelero de Collado Villalba.

Esa sensación es la dominante en un sector en el que ya se estima que la pérdida de la facturación pueda alcanzar el 40% este año, porcentaje que incluso puede ser más elevado en aquellos negocios con un componente estacional o que dependen en buena medida de la actividad que puedan tener en los meses de verano y coincidiendo con las fiestas patronales, que en la mayoría de las localidades se dan por perdidas. De hecho, ya se han suspendido oficialmente las de Santa Quiteria en Alpedrete, las de San José (El Gorronal) y San Antonio (Pueblo) en Collado Villalba, y las de Las Matas. Y todo apunta a que ese mismo camino se seguirá en otros municipios.

Reconstrucción post-crisis

Ante esta situación, colectivos como Restaura Escorial, que agrupa al sector hostelero de San Lorenzo, ya trabajan en la reconstrucción post-crisis. Así lo refleja la reunión telemática que celebraron hace unos días, con la participación de más de 40 establecimientos, en la que se abordó este escenario y las posibles soluciones. “No sabemos cuando se podrá abrir y esto preocupa a gran parte de los empresarios. Es la gran preocupación y desde aquí, modestamente y, por supuesto entendiendo que la salud es lo primero, pedimos más transparencia en este sentido a los responsables políticos. Seguridad ante todo, pero también información”, señaló la presidenta de Restaura, Raquel Muñoz.

Raquel Muñoz, presidenta de Restaura Escorial

Como medidas para encajar el golpe hacen referencia a la necesidad de que se aprueben rebajas impositivas, como en el caso de la tasa de terrazas, algo que en mayor o menor medida (desde exenciones completas a reducciones más modestas) ya están planteando distintos ayuntamientos de la zona. Las ayudas a pymes y autónomos también se revelan imprescindibles para hacer frente a esta situación en un momento en el que los ingresos en la mayor parte de los casos se han quedado a cero.

La búsqueda de soluciones

Restaura colabora con el Ayuntamiento en la puesta en marcha “San Lorenzo entre fogones”, una iniciativa que permitirá compartir, a través de las redes sociales, “recomendaciones, recetas y retos de nuestros locales” para realizar en casa. El estreno ha llegado con una cata de vino de la mano de Reserva del 64, local situado en el encantador barrio del Plantel (calle Leandro Rubio) que durante  el confinamiento continúa realizando envíos a domicilio.

Este mismo establecimiento, abierto en octubre de 2018, se ha sumado a la campaña “Adopta un bar”, una iniciativa que propone pagar por adelantado una consumición en tu local favorito, que será disfrutada una vez acabado el estado de alarma decretado por el coronavirus. Los bonos se podrán canjear una vez que Reserva del 64 vuelva a abrir sus puertas. La campaña tiene el objetivo de “cuidar los bares españoles, que son nuestro punto de unión, allí celebramos, reímos, ahogamos las penas y encontramos el amor. Y ahora más que nunca os necesitamos”.

La situación se repite en cada una de las localidades de nuestro ámbito de cobertura, donde bares y restaurantes también buscan soluciones para superar estos complicados momentos. Es el caso de “La Casa de Manolo Franco”, en Valdemorillo, local abierto hace algo menos de un año por el periodista Manuel Franco, dando una nueva vida al negocio familiar, y que ahora se ha sumado a la campaña “Salvemos nuestros restaurantes”, impulsada a través de la web de reservas El Tenedor, ofreciendo bonos prepago que se podrán canjear una vez el local reabra sus puertas.

Francisco Jiménez, del restaurante Torreblanca de Guadarrama

En Guadarrama, el Hotel Restaurante Torreblanca ha sido uno de los incluidos por la Comunidad de Madrid en el listado preliminar que se ha trasladado al Gobierno para su posible utilización como alojamiento para sanitarios o en un hipotético aislamiento de asintomáticos con coronavirus. “Siempre hemos intentado ser solidarios”, recordaba Francisco, el propietario de este establecimiento, como ocurre con sus cenas solidarias en las que se recogen productos para donar al Banco de Alimentos. “Intentamos apoyar a todo el mundo y dar vida a Guadarrama, y ahora pedimos al Ayuntamiento que nos ayude, porque esto no se va a poder volver a repetir si no tenemos una ayuda directa; que lo mire bien y vea de dónde lo puede sacar, pero que nos ayude a todos en esta crisis, que nos va a costar mucho levantar”.

Otro restaurante serrano, El Alto, en Alpedrete, comunicaba hace unos días que ofrecerá “menús especiales totalmente gratuitos para la gente con necesidades en esta difícil situación que estamos viviendo debido al Covid-19”. 

Plan de reactivación

Más allá de estos ejemplos concretos, la hostelería reclama al Gobierno central su participación activa en el diseño del plan de reactivación y reconversión del sector, así como una flexibilización en la vigencia de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) una vez que se reanude la actividad.  Así lo ha demandado Hostelería de España, organización empresarial que representa a más de 270.000 restaurantes, bares, cafeterías y pubs del país, AECOC, asociación empresarial que integra a más de 30.000 fabricantes y distribuidores, y la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que agrupa a 45 asociaciones sectoriales, en un escrito al Departamento de Asuntos Económicos de Presidencia. 

En dicho escrito, señalan que su incorporación a este plan de reapertura y activación de la hostelería es necesario para que así se tengan en cuenta las particularidades de un sector con más de 300.000 establecimientos hosteleros, que genera más de 1,7 millones de puestos de trabajo, y que puede quedar «seriamente afectado». 

Reincorporación progresiva

Respecto a su petición de flexibilización en la vigencia de los ERTEs una vez que se reanuden las actividades de hostelería, distribución y cadena alimentaria, las asociaciones han explicado la necesidad de adoptar esta medida «teniendo en cuenta que la vuelta a la normalidad del sector no se producirá, previsiblemente, de forma inmediata”.

Así, el sector demanda unos ERTEs que permitan la reincorporación de los empleados de manera progresiva, según los niveles de actividad de cada empresa o establecimiento, recordando al Gobierno la particular «fragilidad y vulnerabilidad» de estos sectores ante los ciclos y choques económicos, como los derivados de la actual situación de crisis provocada por el Covid-19.

Según los datos que maneja el sector de la hostelería, tras la salida de la crisis podría haber una caída de en torno a un 15% del volumen de establecimientos, el cual actualmente se sitúa en más de 300.000 locales, y afirman que ya se puede hablar de 40.000 empresas con «serias dificultades» de supervivencia.

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