Comidas de Navidad: brindis, buena mesa y la mejor compañía

Las comidas de Navidad son una de esas tradiciones muy nuestras, una cita marcada en rojo que llega cada año con la promesa de verse con calma, compartir mesa y conversación, recordar anécdotas, hacer balance y, entre brindis y sobremesa, hablar de proyectos nuevos. En la Sierra de Guadarrama abundan los lugares donde ese ritual encuentra el mejor escenario. A continuación, repasamos algunos restaurantes que, por historia, producto y trato, invitan a celebrar. El resto corre por cuenta de cada uno, dispuestos a brindar por lo que pasó y por lo que está por venir.

restaurante alaska

Alaska

En pleno corazón de San Lorenzo de El Escorial, el Restaurante Alaska sigue siendo, después de más de 70 años, un referente de la buena mesa y la tradición en la Sierra. Estas Navidades, han preparado menús especiales para comidas y cenas, pensados para disfrutar en familia, con amigos o compañeros de trabajo, en un ambiente acogedor y festivo. Su cocina, fiel a la tradición, ofrece platos elaborados con mimo y productos de calidad, conservando el sabor de siempre que nos ha acompañado generación tras generación. Y para los días más señalados -Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo-, ponen a tu disposición una carta especial para llevar, con asados, guisos tradicionales, entrantes y postres caseros, para que puedas celebrar en casa sin renunciar al sabor de Alaska. El equipo de sala, atento y cercano, hará que cada comida se convierta en una celebración. Reserva con antelación y asegura tu mesa estas fiestas.

Taberna Marinera - Solís Aparicio

Taberna Marinera

Si el plan pide mar al centro, Taberna Marinera – Solís Aparicio, en el interior del centro comercial Los Olivos de Collado Villalba, es una parada obligada para los amantes de la buena mesa. Aquí el discurso es claro: marisco y pescado fresco, con muchísima variedad: camarones, nécoras, ostra gallega o francesa, carabineros, navajas, cigalas, coquinas, buey de mar, centolla o bígaros conviven con guisos tradicionales, raciones diversas y platos más elaborados. El producto manda y el trato acompaña, con un pase a sala cuidado y sin artificio. Conviene reservar si no se quiere convertir la comida de Navidad en una espera invernal. Su fama bien merecida hace que las mesas se llenen pronto.

La Ferroviaria

En la villa de El Escorial, La Ferroviaria demuestra que la ecuación calidad, raciones bien medidas y precio ajustado sigue teniendo tirón cuando se hace con profesionalidad. Ensaladilla rusa para abrir boca, carrilleras melosas y pescados bien tratados componen un ejemplo para un itinerario sin sobresaltos.

Para comidas y cenas de Navidad han preparado menús cerrados con entrantes a compartir y un segundo a elegir: una fórmula que simplifica logística y tiempos en esas mesas de compañeros de trabajo o grupos grandes que quieren celebrar sin complicarse. Contadles presupuesto y gustos, afinan muy bien los menús de grupo. La atención esmerada del personal y el ambiente familiar convierten cada comida en un momento para recordar.

La Taberna del Corcho

La Taberna del Corcho

La Taberna del Corcho, en la Plaza de la Constitución de San Lorenzo de El Escorial, condensa la esencia de una casa con historia y oficio. Con una sala y comedor catalogados por Bellas Artes, es una apuesta segura para disfrutar de una comida navideña con mucho sabor. Un juego de entrantes que funciona como preludio perfecto de cualquier celebración: el rulo de cabra con mermelada de tomate, las empanadillas de bacalao hechas al momento o la tempura de verduras abren paso a platos de corte clásico merluza a la romana o el medio kilo de lomo gallego. Especialidades de la casa como el “tomate atómico” o la tortilla de bacalao.

El servicio, atento y profesional, se mueve con seguridad bajo la dirección de Damián. Es de esos comedores donde el ruido de cubiertos marca la pauta de una comida bien resuelta.

Traveler Moralzarzal

Traveler

El guiño viajero lo pone Traveler, en Moralzarzal, restaurante instalado en un coqueto chalet de piedra que invita a quedar con amigos o familia. La cocina es casera, pero se permite licencias de fusión bien medidas: baos de calamar, edamames y gyozas conviven con rabo de toro o con pizzas artesanas de masa sabrosa. La animada barra funciona como punto de encuentro para citas más informales. Es ese lugar distinto que multiplica opciones: compartir raciones, probar platos nuevos y alargar la sobremesa sin perder el hilo de la conversación.

La Genara San Lorenzo de El Escorial

La Genara

De regreso a San Lorenzo de El Escorial, en el número 2 de la plaza del mismo nombre, La Genara despliega una barra de madera que impacta de entrada y un acogedor comedor con muebles de época en la planta alta. Con vistas a los Jardincillos y paredes que guardan recuerdos de artistas que pasaron por el vecino Real Coliseo Carlos III, es sin duda un escenario especial para estas celebraciones.

La carta es amplia, con carne de la zona y comida casera que incluye platos de cuchara y originales sugerencias. Todos los fines de semana puedes disfrutar de un reconfortante cocido madrileño o encargarlo para grupos cualquier otro día de la semana. Para estas fechas, ofrecen la posibilidad de hacer un menú personalizado con opciones específicas para grupos, lo que ayuda a organizarse sin perder la medida del bolsillo. Es un escenario con encanto, de los que invitan a sobremesas largas y fotos de familia.

A La Vuelta

Quien prefiera un ritmo más pausado encontrará en A La Vuelta, junto a la plaza de Collado Villalba Pueblo, un comedor acogedor y tranquilo donde las tapas y raciones reclaman protagonismo. La casa, además, confecciona menús a medida para estas celebraciones: una ventaja para cuadrar gustos y presupuestos cuando la mesa reúne generaciones y apetitos distintos. El rabo de toro estofado, el cachopo con bacon o unas croquetas de rabo de toro que piden repetir conviven con el juego dulce-salado del queso con membrillo. Es un restaurante pensado para familiares y amigos.

Manduca Moralzarzal

Manduca

Y para quienes prefieren brindar en casa —o necesitan un refuerzo de última hora—, Moralzarzal se reserva un as en la manga: Manduca, establecimiento de comida para llevar de alta calidad. Aquí los “clásicos” se elevan un punto: costillas que hacen escuela, croquetas caseras de las que desaparecen sin darte cuenta, ensaladilla que invita a repetir y una tarta de queso que se ha ganado una merecida fama. Perfecto para un catering doméstico o para completar la mesa familiar sin renunciar al nivel. De cara a las próximas fiestas ofrecen menús especiales para tus cenas y comidas, llámales y les cuentas tus necesidades.

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