Simulacro en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial: que no se repita la tragedia de 1671
Efectivos de Bomberos, Guardia Civil, SUMMA 112 y Protección Civil han participado en el operativo organizado por Patrimonio Nacional.
Si has pasado esta mañana por los alrededores del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial habrás visto efectivos de distintos servicios de emergencias, pero pese a las sirenas y el movimiento de bomberos, guardias civiles o sanitarios, no hay razón para alarmarse: se trata de un simulacro organizado por Patrimonio Nacional.
Aprovechando que los lunes el monumento -segundo más visitado de Patrimonio Nacional, sólo por detrás del Palacio Real de Madrid- permance cerrado al público, se ha desarrollado este simulacro para evaluar los distintos operativos de seguridad. En concreto, han participado efectivos de Bomberos de la Comunidad de Madrid, sanitarios del SUMMA 112, Guardsia Civil y Protección Civil de El Escorial, además de conservadores de Patrimonio. Todos ellos se han movilizado ante un eventual incendio en el interior del Monasterio.
«El hipotético fuego se ha desarrollado en una instalación eléctrica y se ha propagado a lo largo de todo el archivo; nuestra intervención se ha basado, como siempre, en la extinción y el rescate de víctimas, y además hemos añadido, como es natural en estos entornos, la protección o evacuación de los bienes culturales e históricos que había en esas dependencias», explicaba Carlos Greciano, oficial del cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid.
1671, el Monasterio en llamas
El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial ha sufrido varios incendios a lo largo de su historia, como los de 1577 -cuando todavía estaba en obras, destruyendo la Torre de la Botica-, 1732, 1772 o 1821. Pero el más famoso sin duda fue el de 1671. El fuego comenzó sobre las 14:00 horas del 7 de junio, originándose en la chimenea del colegio. Sin embargo, pasaron dos horas hasta que se actuó para atajar las llamas, que se extendieron por la vertiente norte, hasta alcanzar a las torres de las Damas y del Carillón. También afectó a parte del convento, perdiéndose numerosos manuscritos, además de varios retratos y otros elementos de incalculable valor.

Como medida desesperada, los libros de la valiolísima Biblioteca se arrojaron a la Lonja para salvarlos del fuego, que afectó de forma muy importante a las cubiertas del Monasterio. También se sacaron las reliquias y los libros del coro, al tiempo que la comunidad religiosa realizaba rogativas con el Santísimo Sacramento y el pueblo de El Escorial sacó en procesión a la Virgen de la Herrería para que obrase el milagro y acabara con el incendio. Algunos cronistas de la época señalaron que el fuego se prolongó durante dos semanas, aunque no murió nadie, ni tampoco se quemó nada relacionado con el culto. Aún así, las llamas arrasaron casi la mitad del Monasterio, aunque casi de inmediato comenzaron las obras de reconstrucción, dirigidas por el maestro mayor de la catedral de Toledo, Bartolomé Zumbigo, y que se prolongaron durante seis años.