«Sala de cine Angelino Fons».- Artículo de opinión de Félix Alonso

A raíz del último artículo en este periódico, haciendo una mención especial a la Sala de Cine Medinaceli, he mantenido una conversación con Esteban Tettamanti, a petición propia, sobre la posibilidad de habilitar un espacio en el pueblo para poder realizar una de las actividades preferidas por el colectivo, como son las sesiones de “cine de autor”. Me comentó la idea de acondicionar una sala en los altos del Mercado Municipal, y me pareció excelente pues inmediatamente recordé el salón que hay en Calanda, cuna de Buñuel, justamente en un lugar parecido. Una buena insonorización, un buen sonido, un equipo de proyección con imágenes de gran calidad están hoy al alcance de cualquier buen aficionado; unas butacas cómodas harían el resto. Calderilla para un municipio que tiene la cultura como emblema publicitario.

Atendiendo a la memoria, a la sala la llamaríamos Angelino Fons en homenaje al director que vivió y trabajó muchos años en nuestro pueblo, y que nos ayudó a realizar el “ciclo Dreyer”, buscando el objetivo adecuado para que las proyecciones tuvieran el formato creado por el director. Nos cabe el honor de que «Ordet» fuera  una de las últimas proyecciones que se hicieron en el cine Variedades. Aún resuenan los gritos del padre en la primera secuencia buscando a Johannes.

Postureos

Cuando estás con un político se habla, cómo no, de política. Le manifesté las pocas esperanzas que tengo en que la izquierda pueda gobernar próximamente en San Lorenzo, y lo poco que me gustan los postureos. Con ocasión del 20-N se han hecho invitaciones, también desde el PSOE local, para asistir a la puerta del Valle de los Caídos. No voy a ir, a pesar de una invitación del Secretario General, ya que considero que no es bueno que la cultura política de nuestro pueblo lo constituya el hecho de que, de manera recurrente, y ante la falta de otras ideas, el franquismo se convierta en el eje fundamental de la descalificación al adversario político. Me apunto al espíritu de aquellas canciones de Paco Ibáñez cuando cantaba “España en Marcha”, de Gabriel Celaya: “No vivimos del pasado ni damos cuerda al recuerdo.”

Preferiría claramente que nuestra izquierda local fuera capaz de proyectar ilusiones de futuro hacia amplios sectores de nuestro pueblo que utilizar a los villanos de manual jugando al antagonismo maniqueo. Ya lo expliqué con más amplitud y claridad en el prólogo al libro “Laicismo y democracia”, que incluso ahora nos vendría muy bien para aportar materiales a las discusiones sobre la nueva Ley de Educación.

La irrupción de Vox es un fenómeno que no debemos despachar de forma ligera. Recomiendo el artículo de José Antonio Zarzalejos “El cebo de Santiago Abascal”, donde hace una radiografía ideológica-política completa llamando la atención sobre el sustrato de sus conviciciones más profundas. Hay tres cuestiones que para ellos son fundamentales: la perspectiva de género, el independentismo y la inmigración. Nos podrá parecer que tienen una visión distorsionada, pero está claro que conectan con las de Trump, Bolsonaro o Salvini, y es precisamente con ellos con los que deberíamos homologarlos. ¿Se hacen los deberes correspondientes para neutralizar el ascenso de este partido emergente?  Con convocatorias como las del PSOE local, o envolverse en la bandera republicana delante del Valle por Podemos, no creo que se saque nota.

El pasado día 21 de noviembre se cumplían 20 años del asesinato de Ernest Lluch por la banda terrorista ETA, y el  PSC, a través de su YouTube, le hizo un homenaje con el título “Fa 20 anys”. Qué bueno sería dar publicidad, en los tiempos que corren, a las declaraciones de su hija Rosa, de las que se hicieron eco en eldiario.es. Nobleza y dignidad por todo lo alto. En el festival de San Sebastián de ha estrenado un documental de Ernest, agitador del pensamiento, hombre libre y atrevido. Una buena sesión para la Sala Angelino Fons.

Félix Alonso (Colectivo Rousseau)

San Lorenzo de El Escorial

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