El Belén que luchó contra los elementos (y ganó gracias al esfuerzo de los voluntarios)
Fue en 1588 cuando Felipe II, ante la derrota de la Gran Armada ante la flota inglesa, dijo aquello de que “no mandé a mis naves a luchar contra los elementos”. 430 años después, esa sensación de que todos los esfuerzos habían sido en vano aunque cundió en la tarde del pasado 13 de diciembre, aunque en este caso no eran barcos, sino figuras y elementos del Belén Monumental los azotados por el temporal. El paso de “Flora” por el centro de la Península, con rachas de viento que en San Lorenzo de El Escorial llegaron a alcanzar los 90 kilómetros por hora, arrancó la emblemática farola de la plaza de la Constitución, llevándose por delante también la mayor parte de la estructura situada en este espacio, donde los voluntarios del Belén, coordinados un año más por Mariano Blázquez ‘Pardito’, habían recreado los desfiladeros de Petra. El concejal de Cultura y Seguridad, Francisco Herráiz, tras comprobar in situ los destrozos, confirmaba que esta escena, así como varias figuras, habían quedado “irrecuperables”.
“Lamentamos el esfuerzo, el trabajo y los medios económicos que esto supone para el Ayuntamiento, pero sobre todo para los voluntarios, que ponen todo su empeño y cariño para que se pueda llevar a cabo el Belén, pero por suerte no hay que lamentar daños personales”, indicaba después la alcaldesa, Blanca Juárez. Por un momento incluso se llegó a temer por la inauguración, programada para el sábado 15, aunque desde el Ayuntamiento indicaron que se mantenía según lo previsto. Fueron horas en las que los voluntarios, con el apoyo de personal municipal, trabajaron a contrarreloj para acondicionar la zona y que todo estuviese listo, cambiando la escena de la plaza de la Constitución, donde ahora se sitúa el gran elefante, uno de los símbolos de este monumental montaje que desde hace más de 20 años es uno de los mayores atractivos de la Navidad en San Lorenzo, siendo visitado por miles de personas.
Los villancicos de la Coral Gurriata y otros grupos folklóricos, además de un reconfortante caldo ofrecido por la Hermandad de San Sebastián, pusieron la guinda a la inauguración del Belén, cuyas más de 400 figuras se extienden por unos 5.000 metros cuadrados del centro del pueblo (plaza de San Lorenzo -aquí se encuentra la escena del Nacimiento de Jesús-, Jardincillos, plaza de la Cruz, calle Reina Victoria -donde aparece una imponente legión romana- y plaza de la Constitución, fundamentalmente), en una edición que también incluye referencias al cambio climático.
Tras unas palabras de bienvenida de la alcaldesa, Blanca Juárez, y del concejal de Festejos, Miguel Ángel Montes, el pregón inaugural fue leído por Noe Cea Fuentes, emocionada al recordar a su padre, Vicente Cea, uno de los voluntarios históricos del Belén, recientemente fallecido.