El Pleno da luz verde a la renovación de los estatutos de la Escuela Taurina de Moralzarzal
El Pleno de Moralzarzal ha dado luz verde a la renovación de los estatutos de la Escuela Taurina, un requisito previo para volver a poner en marcha esta iniciativa. Ahora esta documentación, que debe renovarse cada diez años, pero que «el anterior equipo de Gobierno había dejado caducar», ha explicado el edil Fernando Cobo, se enviará al Ministerio del Interior, «como hacen el resto de escuelas taurinas». El punto fue aprobado con los votos a favor de PP y Vox, la abstención del PSOE y el voto en contra de Vecinos, MeC y Contigo.
El pasado 30 de diciembre, el Gobierno regional comunicó la aprobación del proyecto de la Escuela Taurina de Moralzarzal, por lo que puede iniciarse su actividad. «Este paso era muy importante ya que nos permite optar a las subvenciones de la Comunidad de Madrid para 2024», que pueden superar los 35.000 euros. Cobo ha señalado que de los 25.000 euros que se destinaron el pasado verano, a través de remanente de tesorería, para este fin «solo se han gastado unos 2.500 euros para la compra de capotes y muletas, un bien no perecedero».
El siguiente paso será nombrar a la Junta Directiva, que estará compuesta por el alcalde, José María Moreno, que será el presidente, un secretario y entre cuatro y seis vocales (aficionados o profesionales del sector9 así como de un gerente, que aún no ha sido elegido. «Hay que recordar que todos estos cargos son sin remuneración», ha incidido Cobo.
Antes de que se abran las inscripciones, tendrán que escoger a un director artístico y, si es necesario, a un ayudante. «Tiene que ser alguien con vocación para enseñar a la gente a torear no solo vale con ser profesional».
Creada en 2006
La Escuela Taurina de Moralzarzal se creó en 2006y estuvo en funcionamiento hasta 2015, cuando Vecinos por Moralzarzal Participa! ganó la Alcaldía y desalojó al Partido Popular del equipo de Gobierno. Se desarrolló en dos ámbitos de actuación: por un lado estaba dirigida a jóvenes que querían dedicarse al toreo como profesión y por otro, a aficionados de cualquier edad que quisieran recibir clases prácticas. Esto la convirtió en la primera escuela taurina de Europa de estas características, lo que atrajo a alumnos procedentes de Francia y Portugal, además de diferentes puntos de España, llegando a tener más de un centenar de alumnos en total.
