Gema Duque, candidata a la Alcaldía de Vecinos por Moralzarzal: “Ha sido peor la crisis interna del partido que la pandemia”

Lleva ocho años como mano derecha del alcalde, Juan Carlos Rodríguez Osuna, y aunque según los propios compromisos de Vecinos por Moralzarzal Participa! ningún cargo repetiría tras este periodo, Gema Duque anuncia en esta entrevista que será candidata a la Alcaldía.

¿Por qué ha decidido dar el paso?
Es una solicitud del partido revisar aquello que dijimos de no repetir. Hace cuatro años planteamos en nuestro programa electoral un montón de objetivos, pero con lo que hemos vivido… A los ocho meses estábamos en una situación de pandemia y la realidad ha cambiado mucho; esto ha hecho que muchos proyectos no hayan podido salir adelante, otros se han paralizado… Después, la inflación se ha disparado y muchas cosas importantes han ocupado otras necesidades que estaban lejos del programa. Y nuestra propia crisis en Vecinos, cuando se preveía una legislatura tranquila con una mayoría estable con Ciudadanos y PAIM. Hemos visto la dificultad que teníamos en dejar a David (González, concejal de Hacienda) solo. Juani (Palomo, edil de Servicios Sociales) quiere dejarlo, con lo que solo podía repetir David.
Fotografías: Rafa Herrero
¿Y él no quería?
No se había planteado liderar, quería acompañar. Entonces surge que me quede yo y dé un paso al frente y a mí se me da muy mal pasar de los compromisos cuando siento que se necesita estar en un sitio. Cuando uno ha soñado y trabajado por un proyecto no puede dejarlo si cree que eso perjudica
¿Vecinos no tiene banquillo?
Al revés, tenemos al mejor banquillo. Somos el partido con más afiliación en Moralzarzal, mucha gente con potencialidad y ganas, pero otra cosa es liderarlo. La gente que tenía posibilidad, por temas laborales, es muy complejo. Dejar el trabajo y dar el salto a la política con ciertas edades es difícil, o gente que tiene sueldos muy altos que en política no pueden cobrar. También hay gente joven con ilusión, pero necesitan un recorrido antes de dar el paso.
¿No teme que critiquen la ruptura de su compromiso?
La crítica existe con todo, pero desde el partido hemos visto que la mejor opción es que yo lo liderara. En la vida hay veces que pones cosas en un papel pensando que se va a sostener y luego la realidad lo cambia todo. Cuando uno empieza, cree que hay millones de personas que se quieren dedicar a la política y después te das cuenta de que en el pueblo cuesta que la gente dé un paso, se identifique con unas siglas. En Vecinos hemos salvado esa parte por no tener una ideología clara y tenemos un gran banquillo y vamos a hacer una lista potente. Cuando Vecinos llegó, no se lo planteó y al final es bueno reconocer que nos hemos equivocado y no pasa nada.
¿Ha pesado su experiencia?
Una de las cosas que surgieron en las reuniones del partido fue que dejar a una persona sola con cuatro años de experiencia, y años tan raros por la pandemia… Al final, hay que empezar de nuevo porque se pierde todo el aprendizaje, y desaprovechar esas capacidades que los demás ven en ti… Por eso hemos preferido dar un paso atrás y elegir a la persona que pensamos que mejor lo va a hacer por capacidad, experiencia y carisma.
¿Qué ha sido peor de estos cuatro años, la pandemia o la ruptura de dos concejalas de Vecinos?
Muchísimo peor la crisis interna. Si se hubieran ido y dejado el acta, sería una cosa normal. Después de años de trabajo, las relaciones personales se deterioran. Pero lo que ha sido muy duro es que se quedaran el acta, que iba contra nuestros estatutos, y que votaran en contra de todo lo que hemos llevado a Pleno que era de su propio programa. Que alguien vote en contra de un contrato de basuras en lo que ha trabajado durante meses, o del parking el otro día… es muy duro para mí, pero sobre todo para el pueblo y para este proyecto. Las guerras civiles son muy duras.
¿Os ha permitido la pandemia cumplir con vuestro programa?
Hemos hecho un análisis del programa y más del 85 por ciento lo tenemos cumplido. No hemos cumplido aquello que ha tenido que pasar por Pleno, que ha bloqueado todo tipo de acciones. Han votado en contra de cosas sorprendentes, como aumentar el dinero para limpiar el pueblo. Además, por el camino hemos descubierto nuevas necesidades; al final lo que hizo la pandemia es que nos fijásemos en los vecinos, convertirlo en el centro. Fue una experiencia muy bonita empezar a pensar siempre en el otro. Por ejemplo, en Servicios Sociales se han incrementado las ayudas de una forma increíble, convocatorias para el comercio, la cultura se ha diseñado para que no parara pese a todo… Han salido cosas que no estaban previstas, en la vida hay que adaptarse.
¿Cómo ha sido la relación con tus socios de gobierno?
Más que buenas.
¿Tan buenas como para incluirles en su lista?
Si hubiera posibilidad, sí. Hemos trabajado como uno. La ideología de Vecinos es Moralzarzal y cabe gente de derechas y de izquierdas. En una moción, a veces que no me siento identificada con lo que dicen Ciudadanos o PAIM, pero eso no ha interrumpido el día a día de ninguna de las decisiones.
Al principio de la legislatura era más probable una ruptura con cualquiera de estos dos grupos que interna…
Eso fue una de las cosas que hizo que Vecinos se rompiese. Cuando se apuesta por un pacto siempre hay roces. Hay quien hubiera preferido, como en la anterior legislatura ir con el PSOE o con MeC. Cuando hicimos este pacto hubo quien discrepó y ese ruido que se generó, a pesar de que la decisión fue por unanimidad en un congreso, es que se iba a romper, pero todo lo contrario, quien rompió fueron nuestras dos concejalas (Susana Villarreal y Marcia Rocabado).
Si no lograse una mayoría suficiente, ¿qué alianzas le gustaría tener en la próxima legislatura?
Se han acabado las mayorías y nos queda mucho por aprender en la negociación. Me gustaría llegar a acuerdos programáticos con aquellos con los que podamos hacer cosas. A qué ver quien entra en el Pleno; las relaciones a día de hoy son complicadas. Nunca podría ser con Partido Popular porque desde el día uno sintieron que les usurpamos el poder y no lo han perdonado nunca, y con Vox creo que ideológicamente no podríamos encajar. Y a partir de ahí, todas las posibilidades, siempre que compartamos programa, son viables.
¿Y cuáles son las líneas básicas de ese programa?
Las mismas desde que llegó Vecinos. Una política centrada en el vecino que sea transparente, uno de los ámbitos donde más hemos trabajado. Hemos pasado no tener ni página de Transparencia a ocupar el puesto 8 de la Comunidad de Madrid. Queremos un lugar donde sea fácil participar; llegamos a un pueblo donde no se potenciaba esa parte social y ahora colaboramos con muchas asociaciones. Y un pueblo que no tenga un crecimiento desmesurado, que tenga todos los servicios. Para nosotros la cultura y el deporte son fundamentales. Un pueblo más amable con el peatón y que cuide lo verde.
Sobre los residuos, ¿qué va a pasar con la planta de compostaje?
No vamos a hacer la planta, con ese ruido no tiene sentido hacerla, tiene que ser un proyecto de consenso. Quien está haciendo demagogia con el tema de los residuos está siendo muy hipócrita y buscando rédito electoral. La realidad es que Moralzarzal y todo el país tiene un problema con los residuos. Vecinos no engañó a nadie, puso en su programa estudiar qué opción es la mejor, que no sabíamos si era la planta. Empezamos con los informes preliminares, pero casi antes de empezar nuestra transparencia nos pasó factura, llegó a manos de la oposición y fue mal utilizado. Pensamos que era bueno que cada municipio trabaje con su residuo orgánico porque nos va a dar una economía circular para reciclar, tendríamos compost y nos permitiría ahorrar en los gastos de gestión de basura y en emisiones de CO2 del transporte. Una vez que hubiéramos tenido los informes sobre qué era lo mejor, lo hubiéramos llevado a Pleno y sacarlo a participación ciudadana.
Send this to a friend