La AMPA del IES Guadarrama denuncia que los recortes en educación «se esconden bajo el paraguas del Covid»

La Asociación de Madres y Padres de Alumnos del lnstituto bilingüe de Secundaria de Guadarrama ha denunciado las «graves carencias endémicas» que muestra este centro escolar. A 15 de octubre, un mes después de que se iniciase el curso escolar, «siguen sin incorporarse dos profesores y medio de inglés, uno de refuerzo de lengua castellana y no se sustituyen a los docentes de baja médica, escenario que se repite año tras año debido a la falta de planificación de la Dirección de Recursos Humanos de la Consejería de Educación, quedando afectados más de 600 alumnos».

Hasta el momento las clases se desarrollan siguiendo un modelo de semipresencialidad que Javier Gil, presidente del AMPA, señala que no se puede poner en práctica de forma efectiva, al no haberse cumplido el compromiso que existía desde mayo de «instalar una infraestructura de red wifi para que los profesores se puedan conectar e impartir clases desde el aula a los más de 500 alumnos que se hayan en modo semipresencial».

Con este escenario, añaden, «resulta quimérico proporcionar una enseñanza de calidad, creciendo la brecha social por la falta de recursos en la enseñanza pública». De hecho, Gil indicaba que no se trata de un problema puntual, sino de «un patrón de conducta» que ahora «se defiende bajo el paraguas del Covid, ocultando su responsabilidad en el hundimiento de la enseñanza pública».

Otro de los problemas a los que hacen referencia es que disponen de una única orientadora «para 831 alumnos matriculados, concurriendo multiculturalidad, alumnado con necesidades educativas especiales, aulas TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo) y alumnado de compensatoria». «No es superwoman, por lo que es imposible que atienda adecuadamente a familias, profesores y alumnos», subrayan.

Dos horas y una bata blanca

Igualmente, desde la asociación señala que a raíz de la pandemia «prometieron personal sanitario, pero en vez de contratar este personal, le han dado un curso de dos horas y una bata blanca a la directora para realizar esa función». «Todo esto es una auténtica broma», lamentaba Javier Gil.

«La casta política que nos dirige está desmoronando la enseñanza pública, sintiendo que no les afecta esta tragedia porque consumen educación privada o concertada, destinando los recursos a sus intereses particulares. Desde la AMPA no nos desentendemos de la educación y lucharemos por una educación inclusiva, pública y de calidad», concluían, destacando el esfuerzo que está realizando la dirección del centro y el conjunto del profesorado para «tener una normalidad que es imposible en estas circunstancias».

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