Los ecologistas recurren la prórroga de la concesión de aguas del embalse de Parquelagos en Galapagar

Colectivos ecologistas de la Comunidad de Madrid han presentado un recurso de reposición contra la resolución de la Confederación Hidrográfica del Tajo que prorroga la concesión de aguas de la presa Los Rosales, en Parquelagos (Galapagar), a pesar de que ya no se utiliza para el abastecimiento, único uso autorizado.

La resolución de la CHT recurrida, explican, «facilita el traspaso de titularidad de la entidad privada actual al Ayuntamiento de Galapagar, que tendrá que hacer frente a los elevados costes de mantenimiento y a los futuros de la retirada definitiva de la presa». 

La presa de Los Rosales, recuerdan desde Ecologistas en Acción, es una infraestructura de 14 metros de altura y 230 metros de longitud, construida en 1968 sobre el arroyo de La Padrera, un afluente del río Guadarrama. El agua embalsada se destinaba, inicialmente, al abastecimiento de agua potable a la urbanización Parquelagos, para lo que tiene una autorización de aprovechamiento de 555.000 metros cúbicos al año. «Sin embargo, desde que el Canal de Isabel II incorporó todo el municipio de Galapagar en la red de distribución, la presa perdió su utilidad, al menos desde abril de 2007. Desde entonces el embalse se conserva usando el agua para fines diferentes al autorizado», aseguran.

Muro de la presa de Los Rosales

Según el colectivo ecologista, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) -dependiente del Ministerio de Transición Ecológica- ha constatado en distintas ocasiones que el titular de la concesión, la mercantil “Entidad Urbanística Colaboradora de Conservación Ciudad Parquelagos”, no hace uso del aprovechamiento para el fin que se otorgó. Tampoco cumple con algunas de las condiciones de la concesión, como la obligación de instalar un caudalímetro para medir el consumo de agua.

Muro de la presa de Los Rosales, en Parquelagos
Muro de la presa de Los Rosales, en Parquelagos

En estos casos, indican que la legislación de agua «determina claramente que la CHT debe abrir un expediente de extinción, lo que supondría la retirada de la presa y restauración del arroyo por parte del titular de la concesión (art. art. 101 de la Ley 33/2003, de Patrimonio de las Administraciones Públicas) o bien iniciar una nueva concesión que justifique la necesidad de autorizar un nuevo aprovechamiento, mediante resolución motivada».

Irregularidades

En este caso, continúa Ecologistas en Acción en un comunicado, la CHT no ha optado ni por la extinción del aprovechamiento existente ni por iniciar un nuevo procedimiento de extinción. Al margen del procedimiento reglado, el organismo gestor del dominio público hidráulico ha emitido una resolución por la que se archiva el expediente de extinción, justificando que el aprovechamiento se mantiene activo, algo que los ecologistas mantienen que es falso.

«El agua no se está destinando al uso autorizado que es el abastecimiento. Lo que está sucediendo es que se está utilizando una modesta instalación de bombeo para el riego de una pequeña superficie de 0,5 hectáreas de praderas alrededor del embalse. Una desproporción equivalente a mantener el volumen de agua de una piscina para el riego de unas pocas macetas». «La excusa de ese uso de riego está permitiendo conservar una presa obsoleta cuyo único fin es el puramente estético. Se trata de una situación similar a la de la de Los Peñascales, en Torrelodones», explican.

La decisión de la CHT que permite prorrogar una concesión «irreal», añaden, «tiene otras consecuencias, como es permitir  el traspaso de la titularidad de la presa al Ayuntamiento de Galapagar». «Un cambio que, de producirse, trasladaría a los vecinos de Galapagar las costosas obligaciones actuales de mantenimiento de una infraestructura destinada en la actualidad a un uso marginal. Pero sobre todo, afirman, «sería la institución local la que tendría que hacer frente en el futuro a los elevados costes de la retirada de la presa, que es una ocupación temporal del dominio público hidráulico del arroyo La Pedrera. De esta manera el titular privado actual quedaría liberando de unas obligaciones económicas muy importantes derivadas de la aplicación de la Ley de Aguas».

Vista del embalse de Parquelagos
Vista del embalse de Parquelagos

Ante esta situación, la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y Liberum Natura han presentado un recurso de reposición ante la propia Confederación Hidrográfica del Tajo, pidiendo la nulidad de la resolución por la cual se prorroga la concesión de la presa de Los Rosales y solicitando su retirada y restauración.

Restauración de cauces

Por otra parte, los colectivos ecologistas señalan que en la Comunidad de Madrid «ya se han producido otros casos de traspaso de las obligaciones de los particulares a los ayuntamientos, con el consiguiente impacto en los presupuestos públicos». En este sentido, citan el caso de Torrelodones y la presa de Los Peñascales, así como otros en Miraflores de la Sierra, además de recordar la situación de la antigua presa del Aulencia, entre Colmenarejo y Valdemorillo, convertida desde hace años en un «auténtico depósito de lodos tóxicos», según denuncia Ecologistas en Acción.

«Mientras el resto de las Confederaciones Hidrográficas están restaurando tramos fluviales mediante la retirada de algunos cientos de azudes y barreras, la CHT sólo ha retirado dos durante los dos últimos años en toda la cuenca del Tajo, ninguna en la Comunidad de Madrid», concluyen, añadiendo que la eliminación de estas barreras constituye «una importante herramienta de restauración fluvial y una obligación legal que debe llevarse a cabo prioritariamente por los titulares de las concesiones para mejorar la calidad ecológica de las masas de agua».

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