El Ayuntamiento de Galapagar aplaza dos meses el pago de impuestos
La Concejalía de Economía y Hacienda de Galapagar ha aprobado la modificación parcial del calendario fiscal, como «medida adicional a las adoptadas por el Gobierno central, con el objetivo de paliar las dificultades transitorias de liquidez que puedan tener los contribuyentes».
La principal medida es aplazar a junio los recibos del sistema especial de pagos, que debían empezar a girarse esta semana. Esta modificación aumenta los periodos voluntarios de pago de las deudas de notificación colectiva y periódica (padrones fiscales) del 15 de septiembre al 21 de diciembre. De esta manera, los tributos que se incluyen son:
- Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI urbana, rústica y características especiales).
- Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).
- Tasa por entrada de vehículos.
- Tasa por recogida de residuos.
- Tasa ocupación de vía pública por entrada de vehículos (Vados).
- Tasa ocupación de vía pública por cajeros.
- Impuesto sobre Gastos Suntuarios y cotos de caza.
Además, se aplazan dos meses los cargos en cuenta del Sistema Especial de Pago del IBI y Tasa de Residuos, según se detalla a continuación:
Por último, se aplazan al 10 de diciembre los cargos en cuenta de los recibos domiciliados del IBI, IAE y Tasa de Residuos. «El Ayuntamiento busca así proteger la economía de los galapagueños», ha señalado la edil del área», Pilar García.
Tasa de terrazas e Impuesto de Vehículos
En cuanto a la tasa de ocupación de vías públicas de terrazas y mercadillos, la propia legislación fiscal recoge la devolución del importe prorrateado por el tiempo no utilizado; y respecto al Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), su pago viene determinado por la ordenanza y finaliza el próximo 15 de mayo, plazo que se mantiene por razones de índole económico. Los recibos de ese impuesto fueron impresos y enviados antes del decreto del estado de alarma, y dado que nos adentramos en una época de contención presupuestaria, “tras el estudio de esta opción, y teniendo en cuenta que no es un impuesto de gran cuantía, se ha comprobado que la reimpresión y el reenvío de nuevos recibos sería un gasto innecesario de dinero público”, explica la concejala.
