La concesión de la piscina cubierta de Galapagar se prorroga hasta abril tras una «negociación a contrarreloj» con la empresa

El Pleno extraordinario y urgente celebrado esta tarde ha aprobado por unanimidad la ampliación por seis meses de la concesión a la empresa OPADE de la gestión de la piscina cubierta, después de que este punto fuese retirado del orden del día ante las dudas mostradas por la oposición respecto al acuerdo de reequilibrio económico. En este sentido, la concejala de Hacienda, Pilar García, comenzó explicando que la empresa tenía derecho a este reajuste debido al cierre durante tres meses por la pandemia (marzo a mayo de 2020), así como por las restricciones de aforo que se establecieron posteriormente, hasta junio de este año.

La cuantía de ese reequilibrio se fijó en 195.000 euros, llevándose a cabo una “negociación a contrarreloj” para que a cambio se siguiera prestando el servicio hasta abril de 2022, abonando a la empresa un pago mensual hasta alcanzar la cantidad antes mencionada, toda vez que el contrato de OPADE finalizaba el 31 de octubre y que se había decidido no sacarlo a licitación, según explicó la edil, ante la posibilidad de que, en las circunstancias actuales, se quedase desierto.

“Es un buen acuerdo para la empresa concesionaria, para el ayuntamiento y para los galapagueños”, manifestó García, que sin embargo no se libró de las críticas de la oposición.

«Pónganse las pilas»

“La situación es delicada desde hace tiempo, no es de ahora”, comenzó señalando Celia Martell, de Izquierda Unida, quien indicó que la empresa “presentó las facturas en junio y estamos en un pleno extraordinario en noviembre”. “Siempre son excusas; sinceramente, me cuesta entender por qué siempre van tarde y mal. Traigan las cosas a tiempo y pónganse las pilas”, añadió, además de pedir que se realicen las mejoras necesarias en las instalaciones.

El edil no adscrito Miguel Abolafia comenzó reprochando el cambio de convocatoria del pleno a última hora (inicialmente estaba previsto a las 11:00) para incorporar por la vía de urgencia la ordenanza del IBI. De igual modo, lamentó que hasta el último momento no se hubiese buscado una solución al tema de la piscina cubierta, para añadir que partir de ahora hay distintas posibilidades y recordando que el Ayuntamiento se ha comprometido con los trabajadores a mantener una reunión con los trabajadores en diciembre y presentar cuanto antes una propuesta. “Es un parche porque el acuerdo llega hasta el 30 de abril, pero la temporada termina en junio, de modo que vamos a tener dos meses a los usuarios otra vez pendientes de qué va a pasar”, indicó.

“Trabajen desde ya en un plan de mejora para que piscina sea atractiva y sean muchas las empresas que opten a este concurso”, señaló la también no adscrita Cristina Gómez.

La siguiente intervención llegó por parte del concejal de Vox, Ignacio Menéndez, quien, como Celia Martell, abundó en las “excusas”. “Ni un atisbo de humildad. Siempre es culpa de otro: de Filomena, de la pandemia, de la Comunidad de Madrid, de la oposición…”. “Trabajen más y aprendan a gestionar”, concluyó, preguntándose si “sólo nosotros tenemos estos problemas”.

Remunicipalización

No faltaron tampoco las críticas por parte de Raquel Almendros, de Podemos, asegurando que “el equipo de Gobierno sabía que el contrato iba a finalizar, por lo que deberían haberlo traído mucho antes”. “El problema es que no pueden utilizar a los trabajadores como si fueran rehenes”, añadió, reclamando finalmente que un comité estudie la mejor fórmula de gestión para la piscina cubierta y también para la futura piscina de verano, apostando desde su grupo por la remunicipalización.

Desde hace 15 años…

La portavoz del PP, Carla Greciano, señaló por su parte que “si hubiesen sacado el contrato, los trabajadores de la piscina ya estarían tranquilos, porque tendrían una nueva empresa”. “Desde hace 15 años se sabía que este contrato terminaba el 31 de octubre de 2021, 15 años. Les ha dado tiempo de sobra. Creo que deberían cambiar de actitud, porque no puede ser que vengamos a salvar los muebles y encima nos insulten y nos culpen de todo”. “Se han inventado ya tantas excusas que ya empiezan a parecer absurdas; dice que la licitación se habría quedado desierta, pero es que ni lo han intentado”, manifestó, recordando además que los trabajadores ya habían expuesto su situación en un escrito dirigido en marzo al alcalde y a la edil de Deportes.

Licitación desierta

En el turno de réplica, la titular de Hacienda, Pilar García, indicó que uno de los problemas que tiene el Ayuntamiento de Galapagar es el de la “falta de responsables económicos de los contratos”. “Hay que hacer estudios de viabilidad y cuando llegan temas como este sólo contamos con una persona que lo puede abordar”, explicaba. De igual modo, aseguró que sacar a concurso la gestión de la piscina cubierta en estos momentos, en un contexto todavía marcado por la pandemia, “podía haber provocado que la licitación se quedase desierta, porque nadie quería arriesgar a presentarse a una concesión que no sabíamos cómo se iba a desarrollar a futuro”.

Finalmente, y pese a los distintos reproches, el acuerdo se aprobó por unanimidad, de manera que la piscina cubierta mantendrá su actividad durante los próximos seis meses, a la espera de que su gestión se saque a concurso o bien se opte por un nuevo modelo.

El PP pide plenos presenciales

Más allá de este primer punto, el Partido Popular lamentó que el pleno no se celebrase de forma presencial. “No entendemos que sea telemático, cuando en cambio el salón de plenos se está utilizando para hacer diversos actos de Cultura, Educación, etc., pero en cambio los concejales seguimos desde casa”, señaló Carla Greciano. “Que no seamos como siempre el último Ayuntamiento”, añadió la portavoz popular.