La Policía Local de Galapagar recibe formación para el uso de pistolas táser
La Concejalía de Seguridad Ciudadana ha adquirido Dispositivos de Control Eléctricos (DEC) y un Dispositivo de Grabación Unipersonal (DGU) para dotar a la Policía Local de medios intermedios de defensa y «continuar con el descenso de criminalidad en Galapagar».
El DEC (más conocido como pistolas Táser), explican desde el Ayuntamiento, se considera una herramienta policial entre la defensa extensible (porra) y el arma de fuego. «Está regulada en el reglamento de armas, pero no está considerada como letal, sino que es una herramienta de defensa intermedia para que, ante una intervención de extrema gravedad, los agentes tengan la posibilidad de utilizar este instrumento para una respuesta proporcional a la fuerza de la posible agresión. Con este dispositivo, a priori, se evita el contacto cuerpo a cuerpo, y se rebaja por tanto la posibilidad de lesiones en una intervención policial, tanto al presunto agresor como a los policías», señalan fuentes municipales.

Se trata de formar a agentes recibiendo teoría y práctica en grupos operativos, donde estudian el protocolo de actuación amparado a normativas y leyes de seguridad. De manera que en cada turno habrá patrullas de servicio que dispongan de los conocimientos necesarios para utilizarla. Así, si se produce una intervención donde sea adecuado y proporcional su uso, se movilizará la patrulla con la habilitación especial. Varios de los policías que reciben esta instrucción, fueron los primeros en experimentar un simulacro de los efectos que provoca este dispositivo.
Se hará uso de este tipo de dispositivos en intervenciones donde el uso de otros medios como espray o defensa extensible no sea suficiente para repeler la agresión y peligre la integridad física de las personas intervinientes, y el uso de un arma de fuego causaría lesiones de extrema gravedad. Por lo que el uso del DEC, proporciona un escalón intermedio del uso de la fuerza acorde con la agresión que se produzca.
El dispositivo es de un llamativo color amarillo para distinguirlo de otras armas y darle visibilidad. Tiene un potente efecto disuasorio porque antes de utilizarla, el profesional que porta el dispositivo al activarlo hará visible un puntero láser, además puede combinar avisos visuales y sonoros a través del arco eléctrico. El sonido que genera es intimidatorio, para que la persona agresora cese la actitud, y si finalmente es necesario efectuar el disparo, el presunto agresor recibe un impacto y una descarga eléctrica de cinco segundos que le incapacita momentáneamente, momento en el que los agentes proceden a la inmovilización.
Municipios como Torrelodones, Collado Villalba, Las Rozas, Arroyomolinos o Madrid cuentan con estos dispositivos, al igual que Policía Nacional y Guardia Civil, que disponen de estas defensas eléctricas y cámaras unipersonales, señalan desde el Consistorio galapagueño.
«Uno de los mejores momentos en cuanto a seguridad»
Por otro lado, los Dispositivo de Grabación Unipersonal (DGU) se trata de equipos de dimensiones y peso reducidos, con funciones de grabación simultánea de audio y vídeo. Su activación se realiza por el agente que la porte en casos de urgencia y siempre supeditada a la concurrencia de un peligro o evento concreto.
El uso de estas cámaras está siempre sujetas a la legislación vigente y a las autorizaciones de las administraciones competentes.

«Llevábamos tiempo queriendo implementar estos dispositivos dentro de la dotación del cuerpo de la Policía Municipal para que tengan la posibilidad de, si llega el caso, controlar y reducir a una persona sin sufrir heridas graves, como producen por ejemplo las porras o el arma de fuego. Estamos en uno de los mejores momentos en Galapagar en cuanto a seguridad, esto no es casualidad, y en gran parte es por la implicación de toda la Concejalía de Seguridad Ciudadana, la buena colaboración con Guardia Civil y por dar las herramientas y condiciones de trabajo adecuadas a Policía Local», señala la concejala de Seguridad Ciudadana, Mercedes Nuño, que afirma que esta situación contrasta con «el trato denigrante que venía recibiendo el cuerpo de Policía por parte del PP, razón por la que hubo una de las peores épocas de inseguridad, estampida de agentes a otros municipios y manifestaciones hasta en diez ocasiones”.
