Patricia García: «Con más rugby en esta sociedad, tendríamos un mundo mejor»
Patricia García es a sus 28 años una de las banderas del deporte femenino español y, sin duda, el estandarte de la selección española de rugby. No sólo por cosas como llevar ya cuatro años en el Equipo Ideal de Rugby a Siete del portal especializado ScrumQueen, sino por difundir con sus proyectos los valores del oval, hasta el punto de que con ella es más fácil recordar que el llamado ‘deporte de los Caballeros’ es también el ‘deporte de las Damas’. Campeona de Europa hace un año en Madrid, la escurialense que lidera la selección fue la primera mujer en poner en juego un oval de rugby en unos Juegos Olímpicos, algo que, por la parte masculina, no sucedía desde París 1924. Ella lo recuerda como “un momento épico, algo para recordar en toda la trayectoria deportiva y personal”.
Explica con emoción que “fue una de esas patadas de reto, el saque de unos Juegos Olímpicos, sabiendo que lo ideal es sacarla corta para disputar, pero el balón tiene que pasar diez metros. Si pasa 10,50, tienes más posibilidades de recuperarla que si pasa 15, entonces hay que ajustarla mucho a esos diez metros y que no se quede antes y sea falta, que no sería un buen comienzo de unos Juegos. Fue un reto personal. Lanzamos corta, salió buena y la disputamos fuerte. Fue una bonita historia a recordar”.
Un año después del histórico episodio, la Hija Predilecta de la Leal Villa de El Escorial –distinguida en 2014-, vuelve a la carga y apunta a la Copa del Mundo que se va a celebrar el próximo mes de agosto entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, con debut incluido ante la campeona mundial, Inglaterra. Superado un pequeño problema en la rodilla, dice estar preparada para ayudar a España a seguir afianzándose en la élite mundial, a tres días de que el seleccionador, Juan Antonio Barrio, haga pública la lista oficial de las 28 Leonas que van a buscar marcar otro hito en las Islas.
¿Cómo va la recuperación de la lesión con la que viniste del partido ante Gales?
Simplemente fue una pequeña salida del líquido sinovial de la rodilla. Creo que ha sido por temas de sobrecarga. Después de los Juegos Olímpicos enseguida hemos encadenado la siguiente temporada, es mucha densidad competitiva y al final el cuerpo responde, te da unos ajustes, unos avisos diciéndote que está sobrecargado. Entonces hay que darle mimos, con rehabilitación, fisioterapia, presoterapia y crioterapia. Al final no me ha dado ningún tipo de problema y pude jugar contra Gales.
Gales era una prueba muy importante ante un equipo mundialista para ver en qué punto estáis de cara al Mundial de Irlanda…
Fue un test match interesante. Ya jugamos contra ellas en enero en la Vila (Villajoyosa), ellas estaban en un momento fuerte porque iban a entrar al Seis Naciones, pero es verdad que la victoria de las galesas allí fue considerable. Ahora estamos en una fase más afinada de cara al Mundial, y el partido ha estado más igualado, 26-21; nosotras no miramos tanto ese resultado, si no las sensaciones y el trabajo que hemos puesto en el campo de juego. Hemos hecho una semana muy buena de entrenamiento, hemos conseguido poner en el campo muchas de las cosas que hemos trabajado y estuvimos a la altura de un equipo de nuestro nivel en el Mundial.

Si un seguidor del rugby masculino de todos estos años, del Cinco o el Seis Naciones, tiene en la cabeza la distancia entre España y Gales y ve que vosotras os quedáis a sólo cinco puntos… ¿Nada mejor que eso para ver el nivel del rugby femenino español, no?
Bueno, a nivel internacional las chicas estamos ahí, a priori entre las mejores del ranking mundial, aunque no seamos cabezas de serie aún. Fuimos cuartas en 2013 en el Mundial de rugby a Siete, y ahora estamos trabajando duro para intentar subir escalones en el rugby XV, para intentar mejorar ese noveno puesto de la última Copa del Mundo.
Además, vais al objetivo con la confianza de los resultados y de ser campeonas de Europa en 2016. Está el 96-0 a la República Checa, la final contra Holanda también resuelta con claridad…
Sí, es la circunstancia del rugby europeo con el Seis Naciones, que al ser una competición privada nosotras no tenemos acceso. Sin embargo, las grandes potencias de Europa le dan más importancia a ese Seis Naciones que a un Campeonato de Europa. Al torneo fueron selecciones un poco más “B”, por así decirlo, y es verdad que nos hicimos fácil con ese título. Luego, el choque duro fue contra Escocia por la última plaza para el Mundial. Ahí marcamos dónde queremos estar.
No falláis con los objetivos: Preolímpico, el diploma de los Juegos, Campeonato de Europa y clasificación para el Mundial…
Bueno, algo ‘in extremis’ también, según se mire. No fallamos, pero también ha sido en las últimas ocasiones. La verdad es que el rugby español está en un momento dulce, el femenino está en la élite mundial. Que siga así la onda y que sigamos escalando, para en vez de estar entre las ocho mejores para un diploma olímpico, estemos en Tokio para luchar por las medallas.
El 20 de julio –hoy- tenéis la concentración para el partido del día 22 ante Inglaterra B, el segundo equipo de la selección campeona del mundo ante la que vais a debutar en el Mundial. Os van a poder ‘espiar’ bien…
Sí, no sabemos bien qué jugadoras van a ir con Inglaterra B, pero ellas vienen de jugar toda una gira por Oceanía, con Australia y Nueva Zelanda…Entendemos que probablemente no será el primer equipo, pero nos viene bien coger competición ante jugadoras de esa categoría, porque el Mundial va a ser un paso más, ante el gran equipo, las campeonas del mundo y, desde luego, una de las claras favoritas.
Inglaterra, Estados Unidos e Italia en vuestro grupo del Mundial. ¿Qué te parece y dónde intuyes que podéis estar?
Es un grupo fuerte y también muy interesante. Volvemos a empezar con Inglaterra, porque aunque en el Mundial pasado debutamos con Canadá, ellas también estaban en el grupo. Son súper fuertes, muy duras. Obviamente va a ser un partido muy difícil, han preparado esta Copa del Mundo con varias giras y quieren revalidar el título por primera vez. Estados Unidos es un equipo súper físico, como en todas las disciplinas en que compite. Vamos a intentar estar a su mismo nivel en los combates físicos, a nivel contacto, y trataremos de competir lo más posible. A Italia le tenemos muchas ganas, porque sí que es verdad que los últimos encuentros han sido partidos muy interesantes, pero a nivel de ‘nivel’, por así decirlo, creo que es con el que más justas nos encontramos en este momento. Pero vamos a intentar ir a por cada uno de los partidos. Con Estados Unidos, lo peor es que no tenemos la referencia de haber jugado antes, pero con Italia sí las tenemos y vamos a ir a lucharlo hasta el final.
Alguna compañera tuya ha deslizado que el objetivo es la sexta posición. ¿Es así?
Bueno, podría entrar. A mí no me gusta decantarme tanto por los resultados porque creo que no dependen de toda manera de ti, o del equipo: hay un rival enfrente que está preparando la Copa del Mundo igual o mejor que nosotras, y lo van a luchar muchísimo. Es complicado. Pero a nivel de resultados, viendo las tablas, los rankings mundiales, y los equipos a los que hemos ganado, como pueda ser Escocia, o hace años Italia, o el resultado de ahora contra Gales, y viendo que en la última Copa del Mundo de París nos quedamos a las puertas de entrar entre los ocho primeros solamente por un tema de golaverage, el objetivo sí que podría ser un sexto puesto. Pero no me quisiera atrever a decir eso, simplemente decir que vamos a luchar por mejorar ese noveno puesto, porque ahí sí tenemos opciones de estar. Esto es deporte y todo puede pasar.
En tu escala de importancia de las competiciones, ¿cuánto le das a los Juegos Olímpicos y cuánto al Mundial?
Son competiciones muy diferentes. Como hay dos disciplinas, Seven y XV, es muy difícil casarse con una. El XV es la tradicional, es muy bonita; el Seven es la nueva, la disciplina olímpica. Es muy difícil decidirse. El Mundial es lo máximo que puedes jugar en XV, es muy especial, pasa cada cuatro años, como los Juegos. En el caso de Las Leonas es la gran competición donde podemos enfrentarnos a las grandes potencias. En el Seven, los Juegos es el sueño de cualquier deportista desde pequeñito o pequeñita, y el proceso de clasificación es muy complicado, porque sólo van ocho equipos. Por contrapartida, tenemos las Series Mundiales, en las que todo el año podemos competir contra las grandes potencias. Es difícil contestar esa pregunta.
Eres apertura. ¿Qué diferencia hay entre jugar en esa demarcación en XV a hacerlo en Seven, aparte de que en esta última disciplina haya más espacios?
A nivel general es un poco ser el líder del juego. La gente que estamos en el centro tenemos una visión más global de lo que está pasando en el campo y tenemos que saber cómo está la defensa y cómo queremos atacarla, y tomar esas decisiones. En el Seven, al final hay mucha más mezcla de puestos: aunque en fase estática eres más específico, en juego abierto te mezclas y a lo mejor acabas en el ala. En el rugby XV eres mucho más especialista, siempre intentas salirte de todos esos combates y esas agrupaciones, y estar pensando no solamente una, sino hasta dos o tres fases, ver cómo están siendo los ataques, cómo es la defensa y ver cómo podemos atacar incluso dos fases antes de que esto ocurra. Para esto tienes que tener una visión más general del juego e ir pensando más allá en esa distribución.
¿Presiona mucho lo de ser la responsable de puntuar con los golpes de castigo y las transformaciones?
No me lo tomo como presión. Es un rol dentro del equipo. Soy una apasionada de la patada, lo he trabajado muchísimo, sobre todo en años atrás. Ahora ya es un trabajo más de calidad que de cantidad. Me lo tomo como un aporte que puedo hacer para el equipo.
Tienes alrededor de 90 internacionalidades, con más de 300 puntos anotados. ¿Qué piensas cuando miras para atrás y ves estos datos?
Yo he perdido la cuenta, pero bueno, pienso en todo el recorrido y en los años que llevamos. ¡Qué rápido pasa el tiempo! Hace nada era la novata del equipo, y tenía 19 añitos, y ahora soy casi de las veteranas y he conseguido con la selección muchos de los objetivos que nos habíamos propuesto.
Desde que empezaste hasta ahora has visto en primera fila la evolución del rugby español a nivel de técnicas de entrenamiento, logística…Da la sensación de que ha habido una progresión muy importante…
Estamos creciendo en todos los aspectos, pero sí es verdad que no estamos creciendo quizá al ritmo deseado. La Federación tiene una crisis económica muy fuerte desde hace años y esto ha cribado el desarrollo en todos los niveles, no sólo en Alto Rendimiento, sino en inversión, promoción…No es lo ideal, no es el ritmo de las otras selecciones, y por eso también es más milagro que aún estemos ‘dando el pecho’, por así decirlo, en los resultados internacionales, cuando tenemos un contexto bastante mejorable.
La última vez que te vimos por aquí en un acto público fue con tu proyecto ‘Rugby Values’ en San Lorenzo, con tu compañera Irene Schiavon. ¿Qué tal fue todo, acabasteis contentas?
Fue fantástico, casi un sueño cumplido. Instaurar lo que es un proyecto de rugby en San Lorenzo, en El Escorial, que son nuestros pueblos, porque somos originarias de aquí…Quise invitar o acompañar a Irene, que ella es original de San Lorenzo; ella fue la culpable de que yo empezara en el rugby. Al final esto lo consideramos nuestra casa, y empezar a poner esa semillita con el Sierra Rugby Club, con el que apoyamos y trabajamos el crecimiento del rugby en la Sierra, y que nazca un club y la temporada que viene ya puedan apuntarse niños, niñas, jóvenes y adultos a jugar, pues es fantástico.
Ya son siete años con este tipo de proyectos. Has pasado con él por Brasil, Chile, viendo niños, enseñándoles rugby y otras cosas…El balance tiene que ser muy bueno
Sí. Al final a mí me apasionan los valores que tiene este deporte; en general el Deporte, pero en el rugby lo veo como una oportunidad muy fuerte para poder transmitir esos valores a la sociedad y a los colectivos. Creo que si en esta sociedad tuviéramos más rugby tendríamos un mundo mejor, lo creo fielmente. Por eso la creación de Rugby Libre, a nivel internacional, en Chile, en Brasil, con los jóvenes de las favelas de después de los Juegos…Ahora estamos preparando uno en Marruecos, probablemente para septiembre. Y estamos también con el ‘Rugby Values’ (Valores), que es el mismo proyecto pero a nivel nacional, con toda clase de clubes, también con personas con diversas capacidades, incluso en empresas…
¿Esos valores son los que te sacaron del fútbol?
No, no (ríe). Pero sí son los valores que me enamoraron del rugby, sin conocer aún el deporte, la técnica o el reglamento.
Mirando más allá del Mundial, ¿vas a tener equipo de club la próxima temporada?
Sí, equipo seguro que sí. Pero vamos a estudiar el calendario de la selección española, porque al hacer las dos disciplinas, tanto Siete como XV, el calendario es abrumador y casi no tenemos semanas libres. Jugar con el club se vuelve algo difícil, porque a lo mejor vuelves de una Serie Mundial, de estar dos o tres semanas concentrada, o compitiendo en Australia y vuelves con jet lag, y a los pocos días tienes una competición en La Coruña o en Barcelona . Para la recuperación es muy difícil, y además por parte del club hay jugadoras que están todas las semanas entrenando y es complicado llegar, entrenar medio día porque estás destrozada, y jugar el partido. Es complicado, sobre todo por el ritmo de competición que llevamos.
Con semejante ritmo y agenda, ¿cuánto tiempo te queda para estar aquí en El Escorial? ¿Cuál es la relación actual con tu pueblo?
Bastante poca, la verdad. Este año, después de los Juegos, quizá es el año que más estoy viendo a mi familia y mis amigos, y pisando El Escorial, y a lo mejor estamos hablando de una semana al mes. Es la ‘parte contra’ de este ritmo de vida y el alto nivel de competición. Pero los momentos que estoy aquí, aprovecho para ver a mi gente, por supuesto sin parar de entrenar, y trato de coger el máximo de energía.
Jaime Fresno