El Club Rotary Club Sierra de Madrid dona un desfibrilador al Ayuntamiento El Boalo
El Rotary Club Sierra de Madrid ha donado un desfibrilador al Ayuntamiento El Boalo, Cerceda y Matalpino, para su utilización en un coche patrulla de la Policía Local.
Con este aparto, el Club ya ha donado seis desfibriladores a poblaciones de la Sierra de Madrid (Colmenar Viejo, Soto del Real, Guadalix de la Sierra, Miraflores y Becerril de la Sierra), avanzando en uno de sus proyectos para ofrecer Servicios a la Comunidad.
Al acto en el Salón de Plenos , asistieron además de vecinos y socios del Club, el alcalde, Javier de los Nietos, el primer teniente de alcalde y concejal de Seguridad, Alfonso Baeza, representantes de la Policía Local y el director de la Fundación Médico Rural, Juan María Iglesias, así como su director técnico, Luis Maldonado. También asistió al acto, Rafael Moro, jefe de Protección Civil de Becerril de la Sierra, uno de los mayores defensores de dotar con desfibriladores a las Policías Municipales, pues son los que primeros que acuden en auxilio de cualquier paro cardiaco.
Según un comunicado del Club Rotary Sierra de Madrid, De los Nietos afirmó sentirse «honrado» de que el Club hubiera elegido su municipio para entregar este desfibrilador. Señaló que, aún con la esperanza de no tener que utilizarlo nunca, en el caso de que sea necesario, servirá para estabilizar y salvar una vida. Añadió que ya se inició el curso de formación en primeros auxilios, que imparten los componentes de la Fundación Médico Rural y que, según dijo, la Policía valora «muy positivamente».
Donación incluida en proyecto «más ambicioso»
El Club Rotary Sierra de Madrid señala que la donación está incluida en un Proyecto «más ambicioso» para dotar con desfibriladores a 10 poblaciones servidas por la Autovía M-607, agradeciendo las ayudas recibidas de la Fundación Rotaria International, el apoyo desde el inicio, de la Fundación Médico Rural y la colaboración del Ayuntamiento y su Policía Municipal.
Por su parte, Iglesias, dio cuenta del número de fallecimientos que se producen por una parada cardíaca en España, y la «trascendental importancia de contar con la formación y medios adecuados para mantener estabilizada a esa persona infartada, hasta la llegada de los servicios de emergencia del 112».
Además de un simulacro del aparato con un maniquí, Iglesias afirmó que en breve será «obligatoria la presencia de desfibriladores en cualquier lugar con aglomeración de público, y ello permitirá mejorar la supervivencia en las paradas cardíacas. Aunque para ello habrá que formar a personal no sanitario en primeros auxilios».
Confirmó que el dotar con desfibriladores y formar a las Policías Locales en primeros auxilios, es un acierto, pues en la mayoría de los casos son los primeros intervinientes y con ellos, se gana un tiempo precioso con sus maniobras de reanimación y desfibrilación en su caso, hasta que llegue el 112 con sus servicios sanitarios y tome el control de la situación.
En algunos países, ya se está formando a los jóvenes en primeros auxilios y DEA, convirtiéndose en una asignatura más en las escuelas.