Gonzaga decanta ante el Unión Adarve (1-0) y devuelve la alegría al Galapagar por Navidad
Gonzaga Suárez devolvió la alegría al Galapagar por Navidad, anotando en el día de su 21º cumpleaños el gol de una victoria fundamental ante el Unión Adarve, celebrada como si de un título se tratara, dadas las circunstancias. Con la pila de lesionados a cuestas, sin el sancionado Carlos Monzón, y con Portilla en el banquillo tras una semana de proceso gripal, el grupo de Javi Zamorano pudo tumbar a todo un ex Segunda RFEF tirando de arrestos, tenacidad y un rigor defensivo que resultó igual de importante que el gol de su joven ariete.
Los tres puntos dan un respiro mayúsculo a un equipo que andaba inmerso en su peor bache de resultados en Tercera, con sólo ocho puntos sumados de los últimos 33 jugados, y una única victoria en diez partidos, y el descenso directo a sólo un punto. Gonzaga marcó y obró una especie de exorcismo.
Las caras de alegría aderezadas con la emoción del presidente, el director deportivo y el propio Javi Zamorano, evidenciaron que no fue un triunfo cualquiera, sino un espaldarazo al proyecto que llegó justo a tiempo: antes del descanso navideño, y como colofón a un año dibujado en las gráficas como una montaña rusa, en que el Galapagar andaba bajando un tobogán desde el cielo del playoff al flirteo con el descenso. Como admitió después Jorge Greciano, “ya hace menos aire, y si recuperamos futbolistas, esto va a ir mucho mejor”.

Gonzaga decide
El Galapagar entró con mucha energía al partido. No fue un dechado de virtudes con el balón ni tejiendo fútbol ofensivo, pero sí tuvo el empuje necesario como para marcar territorio de salida. Con De la Torre a los mandos y More y Gonzaga aportando mucha movilidad, el Galapagar llevó la voz cantante hasta que encontró el premio. More chutó desde unos 25 metros y el disparo, aunque centrado, salió con un efecto de folha seca de arriba abajo que no supo descifrar Vicente Bellmunt. El guardameta erró el blocaje y dejó el balón para la lllgada voraz de Gonzaga, que acertó a remachar al segundo intento. Al 1-0, que llegó a los 25 minutos, se sumó poco después la expulsión por doble amarilla del visitante Rivero. Dos tarjetas muy evitables, una por protestas tras el gol, y otra por cortar con la mano y desde el suelo un contragolpe serrano.
Con uno más, el Galapagar tuvo el partido en su mano, sobre todo en el arranque de la segunda parte, cuando desperdició hasta cinco ocasiones para ampliar, en especial en sendos mano a mano de Gonzaga y Miguel. Esa falta de definición pudo costarle bien caro, pues el Adarve, lejos de achicarse, dispuso de dos puntas en inferioridad como arietes de un sistema 1-4-3-2 que le permitió rondar la portería de Pascu con más asiduidad de la deseada por la afición del Chopo. Sin embargo, en esa fase final de partido, el Galapagar mostró solidez y jugadores como Sergio García, Pliego, o Parra se mostraron atrás a prueba de bombas.
El equipo resistió y pudo celebrar por todo lo alto un triunfo que aroma a punto de inflexión. El Galapagar se fue a dormir 12º con 18 puntos, tres más que el descenso directo, y cinco menos que la zona de playoff. A vuelta de Navidad, espera la AD Parla el 4 de enero en El Chopo, en un partido fundamental para terminar de enderezar la trayectoria antes de rendir visita al líder, Las Rozas.
Jaime Fresno
