Al CUC Villalba no le basta con Etienne y empata ante un Villanueva del Pardillo con más méritos (1-1)

El Villalba sigue a tres puntos de la permanencia, que serían cinco en caso de que los arrastres aumenten el cupo a cuatro descensos.

Etienne Etoo, a cada día que pasa un delantero más letal, adelantó al CUC Villalba en la Ciudad Deportiva, pero su gol número 11 en Liga no valió para ganar. El 1-0, que hubiera culminado la escalada villalbina hacia la salvación, también habría sido un severo castigo para el Villanueva del Pardillo, que acabó empatando a tres minutos del final en su ocasión más difícil, con un golazo descomunal de Tawona, de volea y a la media vuelta, desde la semiluna, justo cuando los amarillos vislumbraban la orilla. Antes, el grupo de Javi Zamorano había mandado al limbo un buen ramillete de oportunidades, incluidos tres remates prácticamente a bocajarro de sus ‘Pablos’, Sánchez y Suárez.

El gol de Tawona evitó lo nunca visto, es decir, que el Villalba ganara su primer partido sin merecerlo, y que al fin la competición le premiase por antiguos méritos, precisamente ante un directísimo rival. No hubo lugar a ello y las cosas siguen más o menos como estaban, pero con una jornada menos: la salvación continúa a tres puntos, que serían cinco en caso de arrastres desde Segunda RFEF, y ya sólo quedan seis partidos, incluidos el Móstoles y el Real Madrid C en las dos jornadas finales. La tarea sigue siendo complicada.

Etienne vuelve a marcar

El CUC Villalba anduvo en dificultades casi todo el partido, ante un Villanueva del Pardillo que, dos años después de su sonora exhibición en la Ciudad Deportiva (2-5), volvió a dejar bastante fútbol en el mismo escenario. Primero avisó en dos acciones individuales de Goal y Rulo, y luego con un jugadón de Josele por la derecha, con doble quiebro sobre Rabadán para poner el gol en la cabeza de Pablo Sánchez. El media punta, solo en el segundo palo, remató fuera con casi todo a favor.

Etienne Etoo
Etienne Etoo, celebrando su gol ante el Villanueva del Pardillo

Una vez más, Pablo Suárez anduvo al mando de las operaciones: batió líneas, hizo fluir el juego a los costados y, cuando tocó, llegó a posiciones de remate. Bien escoltado por Andrés y Jorge Sánchez, el cerebro pardillano conectó a menudo con Rulo, el otro dolor de muelas del Villalba, quien inició su carrusel de amenazas partiendo a Konaté en la izquierda con un serial de tres amagos, para acabar chutando muy cruzado. El Villalba, inferior en la mayoría de los duelos, con alguna que otra pérdida de balón en zonas sensibles, sufría sobre todo en los costados, donde el Villanueva del Pardillo desequilibró más veces de la cuenta. Su única salida, la de jugar en largo hacia Etienne Etoo, condenó al delantero a una pelea desigual con Papo y Ander, dos lapas para el juego de espaldas del mallorquín, sin más objetivo que tratar de aguantar balones hasta la llegada de la segunda línea.

El Villanueva del Pardillo ni siquiera pareció acusar los dos contratiempos que pudieron condicionar su plan en la primera parte, como fueron las lesiones de Goal, sustituido por Chuki en el minuto 13, y de Josele, que dejó su sitio a Lalo en el 35. Su dominio sólo aflojó a medida que se iba acercando el descanso, momento en que Etienne Etoo se soltó por primera vez los grilletes para sacarse un tiro cruzado que Damián desvió a córner.

El guardameta visitante también intervino con acierto en la segunda parte, para sacar un peligroso cabezazo de Chamón, pero ya no pudo evitar el gol en la segunda gran aparición de Etienne Etoo, que hizo el 1-0 con un duro disparo desde la frontal que le venció junto al palo. El gol vino como consecuencia de la mejoría villalbina en el primer tramo de la segunda parte, y no fue óbice para que David Bohega buscase mejorar sus bandas dando entrada a Batán y al recuperado Pablo Montero. Sin embargo, el CUC Villalba no sólo no encontró el modo de hacer daño al contragolpe, sino que pasó a sufrir aún más que en la primera parte.

El Villanueva del Pardillo volvió a crecer y fue malogrando ocasiones clamorosas, en especial una de Pablo Suárez, que mandó al limbo un rechace provocado por una gran internada de Rulo, y otra de Pablo Sánchez, que falló solo ante Pantoja, tras recibir un servicio en bandeja de Suárez en una situación de dos para uno. En ese contexto, el golazo de Tawona llegó como consecuencia lógica de lo que se estaba viendo.

Quedaban tres minutos, pero de ahí al final el partido quedó marcado por las expulsiones de Cova y Beto, tras una acción dentro del área visitante en la que el defensor villalbino terminó con una aparatosa herida en la cara de la que tuvo que ser atendido durante varios minutos. Los siete minutos de añadido no aportaron nada más y el partido acabó en un empate que, visto lo visto, fue el mal menor para un Villalba que deberá mejorar de cara a Iturbide, donde el domingo le espera el Canillas.

Jaime Fresno

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