El mejor CUC Villalba es acribillado por la calidad terminal del Leganés B (1-4)

Los villalbinos fueron golpeados en sus mejores momentos de fútbol y cedieron su segunda derrota consecutiva en casa ante el filial de Capdevila, que ya iguala en lo más alto de la tabla con el Real Madrid C.

El CUC Villalba firmó sus mejores minutos de fútbol de la temporada, pero ello no le alcanzó para puntuar, ante un Leganés B que puso el listón al nivel de Segunda RFEF y acabó acribillando a los serranos. Ese nivel que penaliza cada error y castiga cualquier laguna de concentración, el que distingue a los grandes del resto, fue demasiado para los de Mateo García, cuya atrevida propuesta de siempre fue severamente refutada por la calidad terminal de un Leganés B que acabó amenazando con un roto incluso mayor al 1-4 final.

Tras acabar con el gatillo encasquillado ante el Galapagar, el filial de Capdevila disparó más de medio cargador en cuatro acciones de otra categoría, mientras el Villalba probablemente se iba preguntando por el porqué de tanto castigo. Una lección más para el joven equipo amarillo, todavía en fase de construcción.

Doble mazazo de Juanma Hernández

Los serranos entraron al partido a toda mecha, con un vigor, una vocación ofensiva y una claridad de ideas prácticamente olvidadas por estos pagos. Con balón, todo les funcionó, con Chamón y David Fernández a los mandos, con Pablo Montero y Héctor Peña percutiendo en tres cuartos, más la subida de los laterales y la movilidad arriba de Etienne, todo, ante un rival bien puesto, activado desde el inicio, y que, pese a ello, tuvo que aguantar hasta cuatro llegadas peligrosas en esos diez primeros minutos en los que el Villalba hizo fluir un juego que remitió a la mejor época de David Gordo. En la más clara, Chamón rozó el gol con un disparo que se fue a un palmo de la cruceta.

El 1-0 no llegó en ese arranque pletórico y el Leganés B castigó a la primera, en una acción bien llevada por la derecha que acabó con un centro de extraordinaria calidad de Piri. Vlady vio cómo el balón lo superaba por arriba y cómo, a su espalda, llegaba en carrera Juanma Hernández para cabecear a placer el 0-1.

El mazazo aplacó al Villalba y asentó al vicelíder, que a partir de la ventaja mostró sus credenciales, haciendo buenas las cinco novedades en su once con respecto al que empató con el Galapagar, en especial la de su ariete, un Juanma Hernández que estuvo en todas: a los 28 minutos, se le fue el disparo para el segundo tras un servicio de Hugo Solozábal, y poco después Valentyn le negó otro gol en el mano a mano, esta vez tras asistencia de Issa Fomba. A la siguiente, ya no perdonó, cuando Solozábal le puso un balón sublime desde el pico izquierdo del área para que remachara el 0-2 en el segundo palo. Quedaban cuatro minutos para el descanso y el Villalba, sin ser inferior en el pulso con el balón, se mostraba incapaz de frenar la creatividad en tres cuartos de futbolistas como Carlos Guirao, Hugo Solozábal o Álvaro José, al que Valentyn le sacó el 0-3 en el tiempo añadido de la primera parte.

El Villalba se marchó perdiendo 0-2 al descanso, tuvo una gran reacción de la mano de Álex Krehl, autor del 1-2 de penalti, pero los pepineros contestaron con una exhibición al contragolpe           

Álex Krehl agita el partido

El panorama no varió en el comienzo de la segunda parte, donde el Leganés B perdonó dos grandes ocasiones, una a disparo de Piri y otra a tiro de Solozábal, ambas finalizadas casi a placer tras dos rapidísimas jugadas en transición. Sin embargo, en esa fase crítica, el Villalba encontró el detalle que le había faltado en sus mejores momentos de la primera parte, a través del revulsivo del que echó mano Mateo García en el descanso: Álex Krehl. El ariete estadounidense, acostado a la derecha para dejar el eje del ataque a Etienne, caracoleó en el área y fue zancadilleado a la salida de un quiebro. Él mismo transformó el penalti y el 1-2 cambió por completo el decorado. De pronto, apareció otra vez un Villalba al máximo de revoluciones, clarividente en las salidas y amenazante arriba, transmitiendo a la grada una sensación cierta de remontada. En plena crecida, Álex Krehl recogió un servicio en profundidad, se fue por potencia con un defensor pegado y, al llegar al corazón del área, se lo quitó de encima con un frenazo con quiebro que lo dejó solo ante el portero. Su disparo, raso y buscando el contrapié, se lo sacó Alvin con una parada casi de balonmano.

La gran ocasión de Krehl reforzó aún más la fe del CUC Villalba en la remontada, pero el Leganés B, igual que en la primera parte, respondió con la máxima contundencia, esta vez por medio de Issa Fomba: el extremo malí recibió en la izquierda, Vlady acudió a tapar y, en su barrida para tapar el centro, el balón le golpeó en el brazo. Fomba transformó el penalti y el 1-3 mandó definitivamente a la lona al Villalba, que a partir de ahí quedó expuesto a la velocidad a campo abierto de los blanquiazules. El cuarto gol no tardó en llegar, esta vez por la otra banda y por medio de dos de los hombres de refresco de Capdevila: Ousmane Conde y Carlos Arauz. El extremo guineano se fue como un rayo, apuró hasta la línea de fondo, y quebró con facilidad a un defensa y a Valentyn, antes de que le sacaran el remate bajo palos. Arauz terminó la faena remachando al placer el rebote.

Quedaban 11 minutos y la rotundidad del resultado hizo pensar a Mateo García en el derbi ante el Galapagar, quitando a piezas del peso de Héctor Peña, Pablo Montero y Jaime Heras, mientras el Leganés B se lanzó a por más, consciente de que un quinto gol le daba el liderato por golaverage ante el Madrid C. Y pudo hacerlo en otro contragolpe de Conde, al que se le fue el 1-5 con todo a favor. Hubiera sido excesivo para un CUC Villalba que aún le debe dar vueltas a cómo se puede perder por 1-4 en su mejor partido.

Jaime Fresno

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