El Galapagar se proclama campeón de Liga tras mantener a raya al Tres Cantos en una mañana de suspense ante el Dosa (4-2)

El Galapagar acabó haciendo cima en una mañana con tintes hitchcockianos en El Chopo, saldada con una remontada al Dosa que sólo pudo ser culminada faltando cinco minutos. En ese momento, con 2-2 en el marcador y el Tres Cantos goleando al Avance y acariciando el Campeonato, Marcos Gil pinchó a la carrera un servicio en profundidad de Facu Ferratti, invadió el área y fue derribado cuando sorteaba al portero hacia afuera: penalti. El Chopo, conocedor de lo que llegaba por radio desde Foresta, contuvo la respiración en el minuto largo que transcurrió hasta la ejecución del pichichi. Esta vez, Marcos Gil olvidó a Panenka y abrochó el derechazo con el interior. Disparo seco a la máxima seguridad. Monte, el buen portero del Dosa, se venció al lado contrario, mientras que el 7 arlequinado pasaba de celebrar el gol y corría como un poseso a recoger el balón de la red para llevarlo hasta el medio campo.

Celebración del primer gol del Galapagar, obra de Nacho Martín / Fotografías: Enrique Peñas

No había tiempo que perder: el Tres Cantos ganaba 3-0, y sería el campeón si acababa metiendo ese cuarto gol que se le había escapado minutos antes, en un penalti parado por el guardameta del Avance a Dani Martínez. Pero el gol de Marcos fue el punto de inflexión que acabó con el suspense de la matinal chopera, porque poco después, ya sobre el minuto 90, De la Torre trazó una apertura magnífica al espacio para la carrera de Buceta, cuyo control sobre la marcha le dejó el camino a portería expedito. El canterano, héroe de la explosión final del Galapagar, ejecutó raso sobre la salida del portero y declaró el estado de felicidad en El Chopo: 4-2 y título de Liga.        

El Dosa sorprende

Nada hacía presagiar de inicio ese final al máximo de adrenalina. El papel decía que el Dosa llegaba descendido, seguramente por culpa de la losa de 49 goles en contra, el peor balance atrás después del manejado por el Atlético Villalba. De hecho, los primeros minutos hicieron presagiar una goleada: a los tres minutos, Gabi Pont agradeció su titularidad habilitando en profundidad a Jorge Martínez, al que Monte sacó el remate casi a quemarropa. Tras el córner, el portero colegial volvió a agigantarse para sacar otro tiro de gol a Jorge Alegría.

El Galapagar amasaba el balón de lado a lado, ante un Dosa quizá intimidado, metido instintivamente en los últimos 30 metros. Era tal la invasión posicional del campo madrileño, que Sergio Pliego y Jaime Cid se pusieron al mando de varias operaciones sobre la separadora. En una de ellas, Jaime templó con sutileza un pase a la espalda de la zaga celeste, y por allí apareció Nacho Martín para amortiguar con clase el servicio y batir a Monte de remate cruzado a media altura. Gol a dos toques, de categoría superior, para abrir la lata a los 11 minutos.

En ese momento se hacía muy difícil pensar en una reacción forastera. Pero llegó, y además con contundencia. Fue a partir de Agus Lozano, curiosamente el hombre que nueve años atrás estuvo a punto de amargar el título de campeón de Liga del CUC Villalba con un gol en la Ciudad Deportiva, también en la última jornada. Fue cuando aún no había salido de Santo Domingo Savio para triunfar en el Unión Adarve. Esta vez, Agus apareció en pleno chaparrón para rescatar al Dosa, trazando un contragolpe de manual por la derecha que dejó el empate a placer a Elías. El 1-1 aplacó el vendaval gualdinegro y, tras una ocasión clara de Buceta conjurada por la defensa bajo palos, el Dosa empezó a fluir en ataque. Al minuto 21, Sergio Pliego se cruzó providencial cuando Emi ganaba el área galapagueña en solitario, y esa jugada no fue ni mucho menos episódica, ante la pradera que se abrió entre las líneas del Galapagar. A la siguiente, quien midió a Pliego fue Agus, otra vez por la derecha. El joven central frenó al delantero con una barrida sin falta, pero Agus se levantó primero y acabó cazado desde abajo cuando se iba solo. Tarjeta y falta para la pizarra de Miguel Madrid, con saque raso de Tommy al punto de penalti y remate letal de Juan, fuera del alcance de Sergio.

El árbitro saca tarjeta a Sergio Pliego por la falta cometida sobre Agus que daría paso al segundo gol del Dosa / Fotografías: Enrique Peñas

El Dosa golpeaba duro. Tan duro que llevó al Galapagar a un escenario que sólo había conocido ante el San Agustín del Guadalix y el Tres Cantos, los únicos que habían sido capaces de ir por delante en la guarida de El Chopo. Además, para entonces ya había cerrado a cal y canto los pasillos centrales y había llevado las largas posesiones del Galapagar a la esterilidad, tirando, como diría después Greci, de marcas individuales sobre los centrocampistas. Sin embargo, en medio del shock, el Galapagar encontró una falta escorada a la izquierda: Nacho Martín la pegó al medio con uno de sus efectos endiablados, Monte se la quitó de encima de puños, y el rechace acabó favoreciendo a Buceta para restablecer el empate.

Asedio por la épica

La segunda parte dejó dos factores correctores sobre el partido. De entrada, Álvaro Gómez-Rey intervino para sustituir a Sergio Pliego, tan expuesto como estaba el central amonestado a las acometidas de Agus a campo abierto. Y minutos después, fue el gran delantero colegial el que tuvo que marcharse, visiblemente lesionado, para dejar su puesto a un Joselu que sólo duró tres minutos en el campo, puesto que también tuvo que ser sustituido con problemas físicos. Paulatinamente, el Dosa perdió diente y volvió al refugio, donde se hizo fuerte con una mezcla de acumulación de efectivos y solidaridad en el esfuerzo, para intentar frenar a un Galapagar volcado.

Marcos Gil, en el penalti que puso el 3-2 en el marcador

Cuando Álvaro metió a Carrasco y a Sergio Mas, el frente de ataque llegó a recordar a las delanteras de cinco de las épocas clásicas, pero las ocasiones no llegaban, unas veces por un centímetro de precisión, y otras por pura precipitación. En ésas, Ferratti oteó en la profundidad del bosque, conectó con Marcos Gil y la historia del título de Liga arlequinado quedó escrita. Luego, El Chopo, o sea, el jugador número 12, empujó con los decibelios a todo trapo para que su extensión sobre el césped se mostrara en todo su esplendor. Porque quizá no sea casual que Buceta lleve ese número 12, como tampoco que la firma a un campeonato tan mágico la ponga un canterano con 13 años de balón y carreras por El Chopo. Un futbolista que ha visto desde pequeño y durante casi una década el proceso pleno de fe y trabajo de mucha gente que ha llevado al Galapagar al mapa nacional.

Fiesta en la plaza

Tras el partido de Campeonato, el Galapagar celebró el éxito con sus aficionados a ras de césped. Los jugadores apenas pasaron después por el vestuario, para subirse al autobús de 1934 cedido para la ocasión por la empresa Julián de Castro, patrocinador del equipo. El vehículo vintage, una joya de la colección que a menudo se alquila para películas o series de televisión, partió de El Chopo pasadas las dos de la tarde rumbo a la Plaza de la Constitución, con los jugadores saludando y celebrando, tanto desde su interior como desde el portamaletas del techo, en su trayecto por la calle Guadarrama camino del centro. La rúa, seguida por dos centenares de aficionados, incluido el alcalde, Alberto Gómez, paró junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y dejó a los jugadores ante el pasillo seguidores que les agasajó hasta las puertas del viejo Ayuntamiento.

Imagen del autobús de época de Julián de Castro que llevó a los jugadores desde El Chopo hasta la Plaza de la Constitución / Fotografías: Enrique Peñas

Ya en el balcón, el alcalde hizo la felicitación oficial a los héroes del ascenso y después cedió la palabra a los capitanes: Greci, Gonzalo y Nacho Martín. La escena dejó momentos jocosos y para la euforia; también detalles para la reflexión: la directiva, con Jorge Greciano al frente, se mantuvo siempre en un segundo plano, fuera de foco y dejando hacer a los jugadores. El presidente, de nuevo embargado por la emoción, intervino con brevedad para saludar y agradecer a la afición su apoyo. Antes, Greci, su hijo y capitán del equipo, había iniciado los fastos pidiendo el reconocimiento hacia todo el equipo directivo, “porque trabajan sin llevarse un duro”. Aviso para navegantes, en el domingo de la sublimación del lema del Galapagar: “Un pueblo, dos colores, una ilusión”.      

Copa de Campeones ante el Ursaria

El Galapagar acaba la liga con 45 puntos, después de 14 victorias, tres empates y dos derrotas, y con un 44-17 en el balance anotador, con sólo un gol de ventaja sobre un Tres Cantos al que también habría superado en un hipotético empate, al haber marcado más tantos. Ahora, buscará la Copa de Campeones de Preferente ante el CD Ursaria, campeón del Grupo 2. Será el próximo domingo, 27 de junio, a las 11:00 horas en el campo de fútbol Valdebernardo, en el madrileño barrio de Vicálvaro.

CD GALAPAGAR: Sergio; Gabi Pont, Jaime Cid, Sergio Pliego (Gabri, 46’), Jorge Martínez (Carrasco, 64’); Nacho Martín, Juan de la Torre (Sergio Mas, 80’), Facu Ferratti; Jorge Alegría (Lacaba, 88’), Pablo Buceta y Marcos Gil.

CD DOSA: Monte; Ciro, Rubén (Pablo, 73’), Elías, Emi; Tommy, Andrés; Torres, Ronny, Juan (David, 73’) ; y Agus Lozano (Joselu, 62’, López, 65’)

ÁRBITRO: Jaime Muñoz Moreno.

GOLES: 1-0. Nacho Martín (11’); 1-1. Elías (14’); 1-2. Juan (29’). 2-2. Pablo Buceta (38’). 3-2. Marcos Gil de penalti (85’). 4-2. Pablo Buceta (90’).

INCIDENCIAS: Partido de la 19ª y última jornada del Grupo 1 de Preferente, con algo más de 500 espectadores en el Municipal de El Chopo, en mañana nublada que fue abriendo hacia el final del encuentro. Vieron el partido en el palco el alcalde, Alberto Gómez, el presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid, Paco Díez, y su vicepresidente de Formación, Guillermo Laborda. El club repartió banderines de animación entre los seguidores y camisetas del equipo.

Jaime Fresno

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